Los jóvenes supuestamente maltratados piden que se tomen medidas para evitar estos casos

El Defensor del Menor abre expediente para investigar posibles malos tratos en el centro de Galapagar

 Juan Carlos Villajosa González, uno de los dos jóvenes que presentaron la denuncia contra el centro de menores 'Hogar Galapagar'. (Foto: EFE/TV)
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid ha abierto una investigación de oficio para esclarecer posibles irregularidades en el trato a menores de un centro de trastornos de conducta ubicado en Galapagar (Madrid) a raíz de las denuncias formuladas por dos jóvenes que aseguran haber sufrido malos tratos físicos y psíquicos, informaron este jueves fuentes de este organismo. Estos chicos, que este jueves declararon ante el juez, piden que se tomen medidas para evitar estos casos.
El departamento que dirige Arturo Canalda asegura que la apertura del expediente no implica que se hayan detectado anomalías en el centro. De hecho, indican que un funcionario visitó el lugar y comprobó que los chicos están medicados bajo prescripción de Salud Mental y que se utiliza contención homologada, como en centros que tratan a pacientes con algún tipo de trastorno.

Sin embargo, un inspector del Defensor del Pueblo, que acudió por sorpresa hace unas semanas a este centro, descubrió la presencia de amarres y cuerdas de sujeción en las camas, así como que los chicos estaban medicados en exceso sin haber recibido información acerca de los fármacos que se les suministra, informaron fuentes de este organismo. Como consecuencia, el Defensor del Pueblo abrió una investigación contra este centro terapéutico de menores con trastornos de conducta.

La visita al centro se produjo la semana pasada a instancias de las denuncias presentadas por varios jóvenes que aseguraron haber sufrido presuntos malos tratos físicos y psíquicos por parte de varios educadores.

Este jueves, cuatro jóvenes y varios testigos de los hechos acudieron a declarar ante el Juzgado número 7 de Collado Villalba para contrastar las manifestaciones judiciales prestadas ya por los educadores del centro. Entre los cuatro jóvenes hay un menor, por lo que acudió a la declaración acompañado de un educador de la Comunidad de Madrid, según indicaron fuentes jurídicas.

Las denuncias fueron presentadas el pasado 7 de diciembre. En ambos documentos los chicos se declaran víctimas y testigos de los abusos que los educadores del turno de tarde cometieron contra ellos y una quincena de menores, entre los que destacan contenciones, agresiones, insultos o castigos injustificados, alegando el centro que se trataba de 'medidas cautelares'. Los denunciantes estuvieron ingresados hasta cumplir la mayoría de edad.

Según describe uno de los jóvenes en la denuncia, internó en esta institución desde febrero de 2007 hasta marzo de 2008. Desde el principio de su internamiento los educadores le obligaban a ducharse con agua fría, le daban golpes en la cabeza, le ataban a la cama durante noches enteras sin poder ir al baño o le administraban fármacos sin control médico. Asimismo, asegura tener conocimiento de que por las noches, estos empleados, en lugar de hacer su trabajo, dormían en el centro dejando en desamparo a los menores.

La otra denuncia corresponde a J.A.G, interno en el centro de Galapagar durante tres años, de septiembre de 2005 a julio de 2008. El joven se declara víctima de castigos psíquicos, como la obligación a ducharse delante de los educadores. Cuenta, además, que cuando pidió a uno de los empleados que respetara su intimidad, éste le respondió bajándose los pantalones y mostrándole sus genitales. Denuncia también que los educadores castigaban a los menores sin cenar o a permanecer en el jardín, durante horas y en pijama, a pesar de las bajas temperaturas.

LOS JÓVENES PIDEN QUE SE HAGA ALGO

Estos jóvenes consideran que se 'se debe hacer algo' para evitar que sus compañeros allí ingresados pasen por lo mismo que ellos pasaron en estas dependencias. La abogada de los jóvenes, Marta Herrero, detalló que sus clientes 'van a declarar lo que ha ocurrido y lo que han vivido en primera persona así como lo que han presenciado que les ocurría a sus compañeros. Han sufrido castigos desproporcionados', agregó.

La letrada indicó que la Comunidad de Madrid no se ha puesto en contacto con ellos pero que un adjunto al Defensor del Pueblo ha realizado una visita al centro sin previo aviso para levantar acta. 'Es muy grave. Creemos que el juzgado debe investigar. De ser cierto lo que los chicos manifiestan deben depurarse responsabilidades jurídicas y políticas', señaló

Por otra parte, el psicólogo especialista en adolescentes que asesora a los jóvenes, Santiago Agustín, indicó que estuvo trabajando en un centro de esta características que se cerró a raíz de la investigación del Defensor del Pueblo y que tras las declaraciones de los jóvenes parece que en Galapagar 'se producen prácticas similares'. 'Lo que yo vi fue lamentable', apuntó, al tiempo que dijo que a los jóvenes en el centro en él que trabajó les ataban, les tiraban al suelo, les retorcían los brazos e incluso a un niño de 12 años le ingresaron en un celda de aislamiento porque se había portado mal.

UN SISTEMA HOMOLOGADO

El centro está gestionado por la empresa Mental Consulting S.L, pero depende de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales. Desde la Comunidad de Madrid insistieron que en el centro se emplea 'un sistema de sujeción homologado', que se utiliza también en hospitales para determinados casos como pacientes con algún trastorno mental.

Además, indicaron que 'todos los medicamentos los prescribe Salud Mental, basándose en los trastornos de los chicos'. 'Los chavales entran con más medicamentos de los que salen', reseñaron las fuentes consultadas.

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