Se ha hallado material para la fabricación de 1.275.000 euros falsos
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la ciudad de Zaragoza una imprenta clandestina dedicada a la falsificación de billetes, considerada posiblemente la más importante en este momento en España, en el marco de la operación `Héroes`, en la que se han incautado de 142.000 euros en moneda fraudulenta, la mayor parte de 50 euros, y 660 dólares falsificados en billetes de cinco, destinados a ser distribuidos a nivel nacional e internacional.
Además, han sido detenidas seis personas como integrantes de la organización criminal, entre ellas el falsificador, un hombre de 38 años, de nacionalidad española y que vivía con sus padres, así como a cinco pasadores de los billetes, también españoles y delincuentes comunes. El falsificador ya está en prisión junto a otro miembro de la organización.
También se han efectuado tres registros y se han detectado 675.000 euros en proceso de finalización y material incautado para la fabricación de 1.275.000 euros falsos. Asimismo, se han hallado 9.500 euros y se ha intervenido diversa maquinaria, como ocho impresoras, tres guillotinas, tres máquinas para pegar los hologramas de los billetes, tintas, papeles, un microscopio digital, ordenadores portátiles y una máquina cortadora.
El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, el jefe superior de Policía de Aragón, José Ángel González, y los responsables de la investigación han informado de la operación en rueda de prensa, en la que han intervenido la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Zaragoza y la Brigada de Investigación del Banco de España, además de colaborar el grupo de Delincuencia Económica, el operaciones especiales y el de intervención técnica.
El delegado ha felicitado a los efectivos que han actuando en la operación `Héroes`, "posiblemente la más importante referida a la desarticulación de una imprenta clandestina en España", dedicada a falsificar billetes de 20, 50, 100 e incluso 500 euros, entre los que se encontraban los nuevos de 20 y 50 euros, estos últimos puestos en circulación el pasado 4 de abril. También había billetes de cinco dólares.
La imprenta, ubicada en la zona que se encuentra en San José y Tenor Fleta, "disponía de una gran cantidad de maquinaria y dispositivos" con el objetivo de realizar una réplica que impidiera detectar su falsedad en la distribución, que hasta ahora se ha efectuado en la ciudad de Zaragoza y su entorno, llegando provincias limítrofes.
El inspector jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Zaragoza, Alberto L., ha explicado que la operación se inició en julio de 2016, cuando se detectó la presencia de billetes falsos de 50 euros en muchos pequeños establecimientos de la capital aragonesa que no disponían de máquinas detectoras de billetes simulados por lo que se pusieron en contacto con la Brigada de Investigación del Banco de España, que confirmó que correspondían al mismo falsificador.
SEGUIMIENTOS
La investigación pasó a centrarse en las personas encargadas de distribuir esos billetes, un trabajo "laborioso". Posteriormente, se detuvo a un delincuente habitual en robos con fuerza en la ciudad, quien poseía una determinada cantidad de billetes falsos de este fabricante.
En ese momento, las pesquisas se centraron en el seguimiento intensivo de esta persona, que permitió determinar la localización de la imprenta clandestina y tras muchos seguimientos a este delincuente y a otros que hacían de pasadores de los billetes se logró determinar quién era el falsificador.
En la madrugada del pasado 1 de junio, se practicaron tres entradas y registros simultáneos, en dos domicilios y en la imprenta, deteniendo a seis personas, mientras que hay una séptima que se encuentra en busca y captura, por lo que la operación no se ha dado por finalizada.
El inspector jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Zaragoza ha precisado que en los registros les sorprendió "todo el material que tenía y la presencia de máquinas que pocas veces se intervienen", especialmente en el caso de un individuo que trabaja solo.
Al respecto, el inspector jefe de la Brigada de Investigación del Banco de España, Juan Bañuelos, ha apuntado que el falsificador estaba más interesado en lograr un billete "muy bueno" que en la distribución.
Con esta finalidad, "mejoraba continuamente" las copias que elaboraba, por "afán de superación" y con este propósito adquirió numerosas impresoras y otros materiales especiales, todos a través de internet. Además, este hombre llegaba a pasar días enteros en la imprenta, para lo que había dispuesto un colchón en ella. También tenía varias cámaras de vídeo como medida de seguridad y solo permitía acceder al local a personas de su confianza.
Le constan dos antecedentes policiales con detención en 2014 por delitos tecnológicos de estafa en internet y tiene conocimientos de electrónica e informática, utilizaba programas de tratamiento de imagen, así como productos como adherentes para lograr las características y sonoridad de un billete auténtico, hacía serigrafías de forma artesanal para reproducir las marcas de agua y utilizaba diversas técnicas de impresión, entre otras cosas.
AFÁN DE SUPERACIÓN
El inspector jefe Bañuelos ha precisado que ha sido "de los mejores falsificadores que hemos tenido" por ese afán de "superarse" y de no haberlo detenido podía haber logrado elaborar billetes que hubieran sido difíciles de detectar y que se podrían haber distribuido por todo Europa ya que su intención era "abrir nuevos mercados".
Asimismo, ha comentado que es la primera falsificación hallada del billete de 50 euros que salió a la circulación el pasado 4 de abril y que es de los más seguros para evitar su réplica fraudulenta.
Este inspector jefe también ha recordado que cuando un ciudadano detecta que tiene un billete falso debe llevarlo a una comisaría de policía y ha recomendado "mirarlos, tocarlos y girarlos" como medida de prudencia para evitar recibirlos.
Todos los detenidos han pasado a disposición judicial este viernes, 2 de junio, y dos de ellos ya se encuentran en prisión, entre ellos el falsificador.
La Policía Nacional ha precisado que algunas de estas personas también se dedicaban al tráfico de drogas y los agentes hallaron diversa cantidades de corte en los registros practicados. Asimismo, estaban vinculadas a la práctica de robos con fuerza en trasteros. Hasta el momento, se les imputa la comisión de nueve sustracciones en desvanes.
