Los Mossos d'Esquadra han desmantelado este martes a la banda de 'ladrones silenciosos' más activa de Cataluña que actuaba en la provincia de Girona, con 17 arrestos, según ha informado este martes la policía catalana.
Los detenidos formaban parte de un grupo que cometió robos en urbanizaciones de las localidades de Platja d'Aro, Calonge, Sant Feliu de Guíxols, Santa Cristina d'Aro y Caldes de Malavella.
La investigación se inició en mayo tras detectar una serie de robos con una características muy similares, en la que los ladrones accedían a los domicilios de noche, vestidos de oscuro y con la cara tapada mientras las víctimas dormían.
Los ladrones entraban en las casas aprovechando el acceso más fácil que encontraban, pero también se habían especializado en practicar pequeños agujeros en puertas y ventanas a la altura de la cerradura por donde hacían pasar un alambre con el que movían el picaporte.
ESCONDITE EN EL BOSQUE
Antes de cometer los robos, los ladrones estudiaban las urbanizaciones donde tenían previsto cometer los robos, y llegaron a habilitar un espacio en una zona boscosa cercana a éstas para esconder las herramientas y ropa que utilizaban en los robos, un lugar al que volvían para cambiarse y ser transportados por otras personas a sus domicilios.
Al día siguiente del robo, se desplazaban de nuevo a la zona boscosa para recoger los objetos que habían robado, y de las casas acostumbraban a llevarse dinero en metálico, teléfonos móviles, objetos de electrónica, joyas y televisores.
Los investigadores detuvieron en octubre a dos personas e imputaron a otras dos por su presunta relación con la venta de objetos robados, y fruto de la información obtenida identificaron a los autores materiales de los robos, las personas que les daban apoyo logístico y los principales receptadores.
En una segunda fase de la investigación, desarrollada el 11 de marzo, los Mossos detuvieron a siete personas -entre ellos los presuntos autores de los robos- y realizaron a seis registros: tres en Platja d'Aro, dos en Llagostera y uno en Sils.
Una vez detenidos los responsables de los robos e ingresados en prisión, los investigadores constataron que en la provincia de Girona no se estaban produciendo robos de estas características y se fijaron como objetivo localizar el material robado y detener a los encargados de revenderlo.
De esta forma, en un dispositivo el 3 y 4 de abril, los investigadores detuvieron a ocho personas más por revender los objetos robados y se realizaron dos registros en Platja d'Aro.
Los Mossos dan por cerrada la investigación tras esta tercera fase de la investigación, aunque no se descarta que se puedan producir más arrestos en los próximos días.
La investigación se inició en mayo tras detectar una serie de robos con una características muy similares, en la que los ladrones accedían a los domicilios de noche, vestidos de oscuro y con la cara tapada mientras las víctimas dormían.
Los ladrones entraban en las casas aprovechando el acceso más fácil que encontraban, pero también se habían especializado en practicar pequeños agujeros en puertas y ventanas a la altura de la cerradura por donde hacían pasar un alambre con el que movían el picaporte.
ESCONDITE EN EL BOSQUE
Antes de cometer los robos, los ladrones estudiaban las urbanizaciones donde tenían previsto cometer los robos, y llegaron a habilitar un espacio en una zona boscosa cercana a éstas para esconder las herramientas y ropa que utilizaban en los robos, un lugar al que volvían para cambiarse y ser transportados por otras personas a sus domicilios.
Al día siguiente del robo, se desplazaban de nuevo a la zona boscosa para recoger los objetos que habían robado, y de las casas acostumbraban a llevarse dinero en metálico, teléfonos móviles, objetos de electrónica, joyas y televisores.
Los investigadores detuvieron en octubre a dos personas e imputaron a otras dos por su presunta relación con la venta de objetos robados, y fruto de la información obtenida identificaron a los autores materiales de los robos, las personas que les daban apoyo logístico y los principales receptadores.
En una segunda fase de la investigación, desarrollada el 11 de marzo, los Mossos detuvieron a siete personas -entre ellos los presuntos autores de los robos- y realizaron a seis registros: tres en Platja d'Aro, dos en Llagostera y uno en Sils.
Una vez detenidos los responsables de los robos e ingresados en prisión, los investigadores constataron que en la provincia de Girona no se estaban produciendo robos de estas características y se fijaron como objetivo localizar el material robado y detener a los encargados de revenderlo.
De esta forma, en un dispositivo el 3 y 4 de abril, los investigadores detuvieron a ocho personas más por revender los objetos robados y se realizaron dos registros en Platja d'Aro.
Los Mossos dan por cerrada la investigación tras esta tercera fase de la investigación, aunque no se descarta que se puedan producir más arrestos en los próximos días.
