Los Mossos d'Esquadra ha detenido, por orden judicial, a un agente del cuerpo acusado de alertar de una investigación abierta contra una organización mafiosa china, lo que precipitó la operación policial para desarticularla a finales del pasado mes de septiembre.
Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, el agente fue detenido por orden de la titular del juzgado de instrucción número 10 de Barcelona, que instruye la causa contra la banda mafiosa, y ayer, tras declarar ante la juez, quedó en libertad con cargos, acusado de un delito de revelación de secretos.
Después de escuchar al detenido, la Fiscalía no propuso ninguna medida cautelar contra el agente, por lo que quedó en libertad con cargos al no haber solicitado su encarcelamiento preventivo ninguna de las partes.
Fuentes de los Mossos d'Esquadra consultadas por Efe han señalado que el agente ha sido suspendido de sus funciones a raíz de su imputación.
El mosso está acusado de dar un chivatazo a una persona vinculada a la organización mafiosa, dedicada supuestamente al narcotráfico y la prostitución, en una de las primeras fases de la operación que a finales del pasado mes de septiembre culminó con la desarticulación de la red, a la que la policía autonómica llevaba año y medio investigando.
A través de las intervenciones telefónicas de los miembros de la banda, cuando el caso estaba todavía bajo secreto sumarial, los Mossos d'Esquadra descubrieron que los supuestos mafiosos tenían conocimiento de la investigación de que eran objeto.
Por ese motivo, abrieron una investigación interna ante la sospecha de que podía ser uno de sus agentes quien hubiera alertado de la operación contra la banda mafiosa.
A resultas de esa investigación, la titular del juzgado de instrucción número 10 de Barcelona, Miriam de Rosa Palacio, dictó un auto en el que ordenó la detención del policía por un delito de revelación de secretos.
En esta misma causa está imputado, por un delito contra la administración pública, un concejal del Ayuntamiento de Sant Adrià de Besós (Barcelona) acusado de avisar de inspecciones en locales de prostitución del municipio controlados por la organización mafiosa.
En total, la juez instructora ha imputado en la causa a cerca de 40 personas por su presunta vinculación con la banda, tras la operación que supuso el mayor golpe asestado en Cataluña a la mafia de origen chino.
La investigación policial dirigida por el juzgado permitió descubrir una red que explotaba a prostitutas asiáticas, sin las mínimas condiciones sanitarias, en 37 prostíbulos clandestinos de Barcelona.
