Los tres detenidos por la desaparición y muerte de la exjugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severin, no serán trasladados a Murcia hasta la próxima semana, según han informado fuentes judiciales.
El Juzgado de Instrucción número 17 de Valencia ordenó ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza para los dos hombres, de 47 y 60 años, de nacionalidad rumana detenidos en esa misma ciudad la pasada semana.
Esta decisión se produjo un día después de que el magistrado hiciera lo propio con el primero de los arrestados, el exgerente del club de voleibol CAV Murcia Juan Cuenca, para el que también se decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Tras decretar estas medidas, la jueza valenciana se ha inhibido en favor del titular del juzgado de Instrucción Nº 7 de Murcia, José Fernández Ayuso, quien lleva las diligencias del caso.
El magistrado murciano ya ha pedido las declaraciones prestadas en Valencia por los tres acusados para poder llamarlos a declarar la próxima semana y poder ratificar o no las órdenes de prisión de los tres acusados.
Tres jueces y forenses de España y Holanda, junto a policías de Murcia, Valencia y Madrid, en coordinación con agentes de aquel país, tratan ahora de desentrañar las causas del crimen, aunque las desavenencias en los negocios son el principal móvil que se baraja.
El caso continúa con secreto de sumario y no se descartan más detenciones, según fuentes próximas a la investigación.
Esta decisión se produjo un día después de que el magistrado hiciera lo propio con el primero de los arrestados, el exgerente del club de voleibol CAV Murcia Juan Cuenca, para el que también se decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Tras decretar estas medidas, la jueza valenciana se ha inhibido en favor del titular del juzgado de Instrucción Nº 7 de Murcia, José Fernández Ayuso, quien lleva las diligencias del caso.
El magistrado murciano ya ha pedido las declaraciones prestadas en Valencia por los tres acusados para poder llamarlos a declarar la próxima semana y poder ratificar o no las órdenes de prisión de los tres acusados.
Tres jueces y forenses de España y Holanda, junto a policías de Murcia, Valencia y Madrid, en coordinación con agentes de aquel país, tratan ahora de desentrañar las causas del crimen, aunque las desavenencias en los negocios son el principal móvil que se baraja.
El caso continúa con secreto de sumario y no se descartan más detenciones, según fuentes próximas a la investigación.
