Política

Duros reproches entre Sánchez y Casado, que certifican la imposibilidad de acuerdos

Pedro Sánchez hablando desde su escaño (EFE).
photo_camera Pedro Sánchez hablando desde su escaño (EFE).
El presidente del Gobierno ha comparecido este miércoles ante el plenario de la Cámara Baja para informar del estado de alarma y de los últimos consejos europeos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, han certificado ante el pleno del Congreso con un intercambio de duros reproches sobre la gestión de la pandemia y los socios del Ejecutivo, la imposibilidad de acuerdo alguno entre ambos.

Un día después de que los dos mantuvieran una conversación infructuosa para intentar desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial y a pocas semanas de cumplirse el primer aniversario del Gobierno de coalición, Sánchez ha comparecido este miércoles ante el plenario de la Cámara Baja para informar del estado de alarma y de los últimos consejos europeos.

La eficacia de ese estado de alarma ha sido una de las primeras ideas lanzadas por Sánchez en su intervención, en la que ha dejado claro, ante el "preocupante aumento de contagios" en los últimos días, que, si fuera necesario, propondrá a las comunidades endurecer el plan de Navidad.

Ha pedido a los ciudadanos disfrutar la Navidad en casa, limitar en estas fechas los contactos y recordar que la mejor manera de prevenir los contagios es que todos actuemos como si estuviéramos contagiados, "porque no sabemos si lo estamos".

Además, ha asegurado que España y todas sus instituciones están listas para hacer frente a la estrategia de vacunación, que comenzará previsiblemente a primeros de enero.

Pero frente a ese discurso, Pablo Casado le ha exigido que pida perdón por presidir un Gobierno "incompetente, que ha mentido y es tan arrogante que no es capaz de reconocer el daño infligido" por la gestión de la pandemia.

A su juicio, no hay un estado de alarma, sino una "alarma de estado", ha acusado a Sánchez de actuar con "ciclotimia" y "espasmódicamente" y de presumir de una gestión con cientos de muertos diarios cada día.

Pero sus críticas han ido más allá de la gestión de la pandemia para cargar contra los socios de Sánchez y asegurar que este Gobierno es todo lo contrario al interés de España, que el populismo se sienta "en el banco azul" y que en el puente de mando del país hay "quien quiere llevarlo contra las rocas".

Todas esas críticas, le ha contestado Sánchez, responden a una "agenda lunática", que usa el terrorismo derrotado de ETA y que ve riesgos inexistentes para la democracia.

"En España hay libertad y Constitución para rato, así que no va a haber ni dictaduras social-comunistas-bolivarianas ni dictaduras fascistas avaladas por aquellos socios con los que ustedes gobiernan en distintas autonomías", ha asegurado.

A renglón seguido le ha pedido que diga quién pone más en riesgo la democracia, "un Gobierno legítimamente elegido o una presidenta autonómica, la de Madrid, que defiende punto por punto la carta de unos militares retirados llamando al golpismo".

Para "agenda lunática", le ha respondido Casado, la de ser "palmero" de quienes no condenan los asesinatos de ETA o los que apelan a la balcanización de España.

De la misma forma se han intercambiado acusaciones sobre la responsabilidad de no lograr un acuerdo para renovar el órgano de gobierno de los jueces, y Casado ha lamentado la "cobardía" de Sánchez con Podemos por no decirle que no puede participar en esas conversaciones quien ataca al rey y al poder judicial.

A las acusaciones de Casado se ha sumado el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha pedido a Sánchez que convoque elecciones, porque "cada día que ilegítimamente ocupa el banco azul crece la miseria, la desesperanza y la enfermedad".

También le ha afeado sus "delirios", su "infame pacto" con EH Bildu y ERC y su política migratoria, cuestión que le ha llevado a afirmar que Sánchez e Iglesias son "una auténtica amenaza" para la supervivencia de Europa.

Antes de que la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, dirigiera también críticas al Gobierno por la gestión de la pandemia, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha respondido a Casado y Abascal pidiendo valentía a Sánchez para gobernar sin pedir permiso a la derecha.

"Tenemos un camino tan desafiante como ilusionante y tenemos la obligación histórica de ser valientes. Seámoslo, señor presidente", ha reclamado antes de recalcar que "a los que fantasean con fusilar a 26 millones de españoles" les va a dar igual si se gobierna con valentía o pidiendo permiso.

En esa línea, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha alertado de un golpismo que busca frenar el cambio y el avance y que a su juicio no se hace con tanques y militares, sino con "periodistas y digitales" que generan miedo e incertidumbre a la clase trabajadora.

Sánchez también ha encontrado el apoyo del portavoz del PNV, Aitor Esteban, para endurecer en Navidad las medidas ante la pandemia si fuera necesario, pero también ha remarcado que las que están en vigor son las adecuadas y no hay que hacer comparaciones con otros países europeos porque ninguno puede dar lecciones.

Entre los representantes del resto de grupos, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha aprovechado para arremeter contra la decisión del Tribunal Supremo de repetir el juicio contra Arnaldo Otegi por el caso Bateragune y asegurar que no retrocederán y "más pronto que tarde" habrá una república vasca.

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