Exteriores abre la puerta a “contactos operativos” con los insurgentes para seguir las evacuaciones
El Gobierno no se plantea “por supuesto” reconocer al régimen “impuesto por la fuerza” en Afganistán, pero abre la puerta a desarrollar “contactos operativos” con las autoridades para continuar con el plan de rescate de los colaboradores afganos, mandar ayuda humanitaria y garantizar el respeto de los derechos humanos en el país. El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, explicó en una comparecencia extraordinaria en el Congreso ayer que “la reflexión que habrá que hacer es si hay que desarrollar contactos operativos con las autoridades de facto” para poder realizar esas actuaciones.
El ministro reconoció que no fue bien previsto el cambio de régimen en Afganistán, pero que “si imprevisión hubo, fue del mundo, de la comunidad internacional”, y no solo de España, por lo que la autocrítica la hará “en el seno de la OTAN”. Albares resaltó que la terminada el viernes con éxito fue “una” misión cumplida, porque quedan más misiones pendientes para rescatar a los afganos que colaboraron en las dos últimas décadas con las tropas españolas, así como a sus familias y a todos quienes estén en peligro ante el gobierno talibán.
El ministro resaltó que parecía “imposible prever” la entrada de los talibanes en Kabul “con esa rapidez”, en unas pocas semanas, cuando todos los informes y análisis de los servicios de inteligencia de todo el mundo calculaban que en el caso de ocurrir sería años después o, como mínimo, seis meses. “La autocrítica no puede ser solo de España”, aunque quepa hacer una interna también, sino que esencialmente la hará, afirmó, “en el seno de la OTAN”, al igual que ya esta comenzó en los consejos extraordinarios de la UE y de la OTAN en los que además de la evacuación ya analizaron esa imprevisión.
CRÍTICAS A LA GESTIÓN
Albares, tras recordar “de manera emocionada” a los 102 españoles fallecidos en los 20 años de participación militar en Afganistán, con más de 25.000 militares, subrayó que la evacuación desde el aeropuerto de Kabul este último mes fue una de las operaciones más complejas de la comunidad internacional desde el bloqueo de Berlín en 1948.
Para el PP, Valentina Martínez Ferro asintió en que “la evacuación ha sido un éxito”, porque, afirmó, dependía de funcionarios, mientras que no fue exitosa “la gestión de la crisis de Afganistán”, que era la que dependía del Gobierno. “Desinformación, descoordinación, improvisación y apuntarse méritos ajenos entre aplausos de los propios”, es para la diputada del PP el resumen de la labor del Gobierno, además de un cese del embajador “en medio de la crisis”. Asimismo, acusó a Sánchez de intentar ponerse las “medallas” que les corresponden a los militares.
Por su parte, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, lamentó la “idea irresponsable” de convertir la base aérea de Torrejón de Ardoz en un centro de recepción de refugiados, porque supone “un despropósito para la seguridad nacional”, y opinó que Sánchez lo hizo con el único objetivo de que el presidente estadounidense, Joe Biden, “le vuelva a coger el teléfono alguna vez”.
Incidir en que Sánchez debe “dar la cara” en el Congreso lo hizo también Carmen Martínez, de Ciudadanos, mientras que los reproches de otros diputados se centraron en la consideración de “misión cumplida” cuando no han podido ser evacuados aún todos los colaboradores que lo requieren. Así lo hicieron representantes de ERC, Junts, Bildu y CUP, entre otros.
