Fabricado con una bombona de camping gas había sido colocado bajo un banco cerca del órgano

Explota un artefacto casero en la basílica del Pilar de Zaragoza

Varias cámaras graban en el interior del templo después de la explosión del artefacto casero. (Foto: TONI GALÁN)
Un artefacto casero fabricado con una bombona de camping gas provocó ayer una fuerte explosión en la basílica del Pilar de Zaragoza sin provocar heridos, a pesar de que el templo estaba abierto al público en esos momentos, en una acción que los investigadores atribuyen a grupos de extrema izquierda.
Fuentes policiales señalaron que se trata de un ataque similar al que se produjo el pasado febrero en la catedral de La Almudena en Madrid y que las primeras hipótesis apuntan a una acción de extremistas radicales con conexiones con grupos anarquistas italianos.

El artefacto estalló sobre las 13.45 horas en el pasillo central de la nave donde se encuentra el altar mayor de la basílica, cerca del órgano. Unos minutos antes había sido colocado bajo uno de los bancos tapizados en rojo que bordean perpendicularmente el pasillo central. La explosión rompió varios de los bancos de madera que se ubican frente al altar mayor, pero no causó heridos al no haber ningún visitante cerca del lugar en el que se había depositado el artefacto. Los servicios sanitarios sólo tuvieron que atender a una mujer mayor que se acercó hasta los agentes policiales para quejarse de que le pitaban con fuerza los oídos.

Tras la acción se desalojó con rapidez la basílica y la plaza del Pilar y sus aledaños fueron acordonados por la policía para comprobar si había otros artefactos en la zona. El concejal portavoz de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza, José Manuel Alonso, afirmaba tras la explosión que había visto a dos jóvenes salir a la carrera del interior de la basílica -'como alma que lleva el diablo'- instantes después de producirse la explosión.


GRUPOS ANARQUISTAS

Las primeras hipótesis policiales apuntaban ayer a una acción de grupos anarquistas que ligan a otras organizaciones italianas de similares características. El pasado mes de julio el comisario general de información Enrique Barón, había advertido de la presencia en España de varios grupos de líderes anarquistas radicales de Grecia e Italia para divulgar en España sus teorías en favor del uso de la violencia.

El de ayer es el cuarto ataque en menos de un año contra instituciones religiosas. Los dos primeros tuvieron lugar a finales de diciembre de 2012 cuando un grupo antisistema remitió dos juguetes sexuales explosivos al arzobispo de Pamplona y al director de un centro de los Legionarios de Cristo en Madrid. El siguiente ataque tuvo lugar el 7 de febrero en la Almudena de Madrid, donde fue desactivado un artefacto colocado junto a uno de los confesionarios. Constaba de 200 gramos de pólvora, un recipiente metálico con un kilo de clavos, un detonador y un temporizador que consistía en un reloj despertador.

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