El ex jefe militar de ETA Ibón Fernández Iradi, alias 'Susper', se enfrenta a una pena de 30 años de prisión por el intento de asesinato de un gendarme en noviembre de 2001. El fiscal Christophe Teissier pidió esta condena para 'Susper' y 12 años de cárcel para Antonio Agustín Figal Arranz, alias 'Biskor', el etarra que acompañaba al ex jefe de los comandos de ETA cuando acribilló al agente francés. Si son condenados, ambos etarras, que están acusados de intento de homicidio y pertenencia a banda armada, tendrán que cumplir como mínimo
El ex jefe militar de ETA Ibón Fernández Iradi, alias 'Susper', se enfrenta a una pena de 30 años de prisión por el intento de asesinato de un gendarme en noviembre de 2001. El fiscal Christophe Teissier pidió esta condena para 'Susper' y 12 años de cárcel para Antonio Agustín Figal Arranz, alias 'Biskor', el etarra que acompañaba al ex jefe de los comandos de ETA cuando acribilló al agente francés. Si son condenados, ambos etarras, que están acusados de intento de homicidio y pertenencia a banda armada, tendrán que cumplir como mínimo dos tercios de la condena.
La Fiscalía alegó que los hechos cometidos no pueden desvincularse de la condición de miembros de la organización terrorista ETA, y que fue en este marco en el que el etarra 'Susper' cometió el intento de asesinato del gendarme francés al que asestó ocho disparos. Teissier recordó el lugar que ocupaba el acusado en la organización terrorista y destacó que no se trataba de un simple militante de base, sino del jefe del aparato militar, que es tanto -señalócomo ser miembro de la manifestación más violenta de ETA.
El fiscal también rebatió el principal argumento de la defensa de 'Susper', que aseguró que actuó presa de un ataque de nervios y que, a pesar de disparar hasta en ocho ocasiones contra el agente, que milagrosamente salvó la vida, no quería en ningún momento matar la víctima. Teissier argumentó que los hechos no tuvieron nada de azaroso porque tanto 'Biskor' como 'Susper' estaban en una misión de ETA, iban a mantener una reunión clandestina el día en que se produjeron los hechos, y aseguró que el jefe militar de ETA estaba dispuesto a todo para escaparse.
COBARDE E INVEROSIMIL Además de el fiscal, en la sesión del juicio, también intervino la abogada de la víctima, el gendarme Gérard Larroudé, que realizó una dramática reconstrucción de los hechos acaecidos aquel fatídico 28 de noviembre de 2001 para demostrar que era indudable la intención del acusado de acabar con la vida del agente. La abogada señaló que es evidente que estamos ante un intento de asesinato y calificó de cobarde y perfectamente inverosímil la versión ofrecida por 'Susper'.
La letrada argumentó que hubo dos series de disparos, la segunda de las cuales se produjo ya cuando el gendarme se encontraba ya tendido boca abajo en la cuneta y había dejado de ser un riesgo para que 'Susper' y 'Biskor' emprendieran su huída. A un metro y medio de su víctima, sabía bien dónde disparaba cuando una sola de estas balas podría haber sido mortal, sentenció la abogada de Larroudé.
La Fiscalía alegó que los hechos cometidos no pueden desvincularse de la condición de miembros de la organización terrorista ETA, y que fue en este marco en el que el etarra 'Susper' cometió el intento de asesinato del gendarme francés al que asestó ocho disparos. Teissier recordó el lugar que ocupaba el acusado en la organización terrorista y destacó que no se trataba de un simple militante de base, sino del jefe del aparato militar, que es tanto -señalócomo ser miembro de la manifestación más violenta de ETA.
El fiscal también rebatió el principal argumento de la defensa de 'Susper', que aseguró que actuó presa de un ataque de nervios y que, a pesar de disparar hasta en ocho ocasiones contra el agente, que milagrosamente salvó la vida, no quería en ningún momento matar la víctima. Teissier argumentó que los hechos no tuvieron nada de azaroso porque tanto 'Biskor' como 'Susper' estaban en una misión de ETA, iban a mantener una reunión clandestina el día en que se produjeron los hechos, y aseguró que el jefe militar de ETA estaba dispuesto a todo para escaparse.
COBARDE E INVEROSIMIL Además de el fiscal, en la sesión del juicio, también intervino la abogada de la víctima, el gendarme Gérard Larroudé, que realizó una dramática reconstrucción de los hechos acaecidos aquel fatídico 28 de noviembre de 2001 para demostrar que era indudable la intención del acusado de acabar con la vida del agente. La abogada señaló que es evidente que estamos ante un intento de asesinato y calificó de cobarde y perfectamente inverosímil la versión ofrecida por 'Susper'.
La letrada argumentó que hubo dos series de disparos, la segunda de las cuales se produjo ya cuando el gendarme se encontraba ya tendido boca abajo en la cuneta y había dejado de ser un riesgo para que 'Susper' y 'Biskor' emprendieran su huída. A un metro y medio de su víctima, sabía bien dónde disparaba cuando una sola de estas balas podría haber sido mortal, sentenció la abogada de Larroudé.
