La Fiscalía solicitará este lunes una pena de 79 años de cárcel para el jefe del 'comando Vizcaya' de ETA, Arkaitz Goikoetxea Basabe, por el atentado perpetrado contra la casa cuartel de Durango (Vizcaya) el 24 de agosto de 2007, que dejó heridas graves a tres personas y provocó cuantiosos daños materiales.
El fiscal Vicente González-Mota considera a Goikotxea culpable de un delito de estragos terroristas, tres intentos de asesinato, un robo con fuerza de un vehículo con falsificación de placas y otro delito de depósito de explosivos.
Según explica el Ministerio Público en su escrito de conclusiones preliminares, el acusado integró junto a Jurdan Martitegui y una tercera persona un comando que planeó 'causar la muerte o lesiones' a los residentes en el acuartelamiento, así como el máximo daño a las viviendas colindantes.
Los tres robaron una furgoneta en la localidad vizcaína de Munguía y la cargaron de explosivos, básicamente de cloratita. Sobre las 3.30 horas, uno de ellos, ocultándose con una capucha, aparcó la furgoneta-bomba en las inmediaciones y se introdujo en un Seat Ibiza en el que le esperaban los otros dos miembros del comando.
El fiscal destaca que durante el desplazamiento con los explosivos, la furgoneta contó con el apoyo como lanzadera de otro coche, que había sido alquilado por Goikoetxea y Maritegui en Lisboa (Portugal).
Los terroristas abandonaron este último vehículo, un Seat Ibiza, en un parking de Amorebieta y colocaron un artefacto explosivo para intentar no dejar pruebas. Sin embargo, los agentes localizaron en los reposacabezas de los asientos los perfiles genéticos de Martitegui y Goikoetxea.
El atentado causó daños por más de un millón de euros en el acuartelamiento, los edificios colindantes y los vehículos aparcados en la zona. El ataque terrorista fue reivindicado en un comunicado publicado el 10 de septiembre de aquel año por el diario 'Gara'.
Según explica el Ministerio Público en su escrito de conclusiones preliminares, el acusado integró junto a Jurdan Martitegui y una tercera persona un comando que planeó 'causar la muerte o lesiones' a los residentes en el acuartelamiento, así como el máximo daño a las viviendas colindantes.
Los tres robaron una furgoneta en la localidad vizcaína de Munguía y la cargaron de explosivos, básicamente de cloratita. Sobre las 3.30 horas, uno de ellos, ocultándose con una capucha, aparcó la furgoneta-bomba en las inmediaciones y se introdujo en un Seat Ibiza en el que le esperaban los otros dos miembros del comando.
El fiscal destaca que durante el desplazamiento con los explosivos, la furgoneta contó con el apoyo como lanzadera de otro coche, que había sido alquilado por Goikoetxea y Maritegui en Lisboa (Portugal).
Los terroristas abandonaron este último vehículo, un Seat Ibiza, en un parking de Amorebieta y colocaron un artefacto explosivo para intentar no dejar pruebas. Sin embargo, los agentes localizaron en los reposacabezas de los asientos los perfiles genéticos de Martitegui y Goikoetxea.
El atentado causó daños por más de un millón de euros en el acuartelamiento, los edificios colindantes y los vehículos aparcados en la zona. El ataque terrorista fue reivindicado en un comunicado publicado el 10 de septiembre de aquel año por el diario 'Gara'.
