El gendarme ya ha sido operado en una mano y no se teme por su vida

La Gendarmería busca por tierra y aire a los dos etarras que tirotearon a un agente en Lozere

La Gendarmería francesa ha puesto en marcha el Plan Epervier (Gavilán) para intentar localizar a los dos presuntos etarras que dispararon al mediodía a un agente en la localidad de Saint Enimie, en el departamento de Lozre, informaron fuentes de la Gendarmería. La búsqueda, en la que participan tres helicópteros, ha trascendido el departamento de Lozere y se ha ampliado por las regiones fronterizas de Midi-Pirineos y Aquitania.
Los hechos se produjeron sobre las 13.00 horas cuando una pareja de Gendarmes fue alertada del robo de un Citroen Picasso por el dueño, que se había dejado las llaves puestas. Al dirigirse a la zona, una patrulla se cruzó con el coche robado, seguido de otro vehículo. Ambos estaban conducidos por sendos terroristas.

Al avistar a los gendarmes, uno de los coches fue abandonado y los dos hombres continuaron su ruta a bordo del Citroen Picasso que los agentes galos intentaron detener. Fue en ese momento en el que el supuesto etarra disparó dos veces a los gendarmes a través de la ventanilla del copiloto, hiriendo en una mano a uno de los agentes, que ya ha sido operado en un centro médico cercano y por cuya vida no se teme.

SEGUNDO ENFRENTAMIENTO EN MENOS DE DOS MESES.

Se trata del segundo enfrentamiento entre etarras y gendarmes en poco más de mes y medio. El pasado 25 de abril, dos etarras emprendieron una huida en el término municipal de Nievre (Departamento 58, en el centro de Francia) tras ser denunciados por el dueño de una gasolinera en la que habían repostado y de la que se habían marchado sin abonar el total adeudado.

Tras localizarlos, los agentes emprendieron la persecución de los presuntos terroristas, que sufrieron un accidente y abandonaron el vehículo, un Citron C4 robado y con las placas de matrícula 'dobladas'. El vehículo que utilizaron los dos presuntos miembros de ETA presentaba un agujero en una de sus ventanillas que podría haber sido causado por el impacto de un disparo realizado por uno de los etarras desde el interior del coche. Los gendarmes no efectuaron ningún disparo y los etarras lograron huir.

Sin embargo, el ataque más grave a un miembro de la Gendarmería francesa se produjo el 28 de noviembre de 2001 cuando el agente Gerard Llavadur recibió siete impactos de bala realizados por el que fuera jefe 'militar' de ETA Ibon Fernández Iradi, 'Susper', condenado en el país vecino a 30 años por aquellos hechos. Llavadur y su compañero habían sorprendido a 'Susper' y Antonio Figal discutiendo junto a unos coches y les pidieron identificarse, momento en el que 'Susper' disparó. El gendarme resultó gravemente herido, pero logró salvar la vida.

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