El portavoz, Mario Jiménez, rechazó la posibilidad de que se dé libertad de voto a los 84 diputados socialistas, como sugieron afines al exsecretario general y un sector del PSC
El portavoz de la gestora del PSOE, el andaluz Mario Jiménez, ha asegurado hoy que si el Comité Federal del partido acordara la abstención en la investidura de Mariano Rajoy, el exsecretario general Pedro Sánchez debería acatar la decisión, a pesar de haber defendido el voto en contra en los últimos meses.
Jiménez ha subrayado que Sánchez, una vez que ha decidido mantenerse en el escaño tras su dimisión, es un miembro más del grupo parlamentario y, por tanto, "votará lo que establezcan los órganos del partido".
El portavoz de la gestora ha rechazado la posibilidad de que se dé libertad de voto a los 84 diputados socialistas, como han sugerido algunos afines a Sánchez y un sector del PSC.
"Es un debate que no está planteado siquiera. No es una opción bajo ningún concepto. No es cuestión de que cada uno de los 84 diputados tengan la posición que cada uno interprete. No funcionamos así", ha zanjado Jiménez en declaraciones en Onda Cero.
Sánchez, que no ha reaparecido por el Congreso después de su dimisión, no se ha pronunciado aún sobre qué postura pretende adoptar en caso de que los socialistas acaben absteniéndose ante Rajoy.
"Se puede ausentar de la votación. Sería algo comprensible en su caso", ha conjeturado a EFE un diputado socialista tras recordar que el "no es no" predicado por Sánchez hace difícil que pudiera al final respaldar la abstención.
El portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz ha recordado que la decisión sobre si facilitar o no el gobierno de Rajoy la adoptará el Comité Federal en los próximos días y será "la posición que defienda el conjunto de los diputados", como siempre se ha hecho ante una investidura.
Los estatutos del PSOE establecen que los diputados están "sujetos a la unidad de actuación y disciplina de voto" y que si no la respetasen, podría, incluso, desembocar en su expulsión del grupo si la conducta "se estimase grave".
Las reglas del grupo socialista no han impedido que en ocasiones se haya roto la disciplina de voto en asuntos muy concretos, lo que habitualmente se ha saldado con una multa de 600 euros.
El último precedente tuvo lugar el pasado 6 de abril, cuando cuatro diputados aragoneses se opusieron a una iniciativa de ERC que reclamaba más agua del Ebro para Cataluña y en la que el resto del PSOE se abstuvo.
Jiménez ha insistido en que será el Comité Federal, que sigue sin tener fecha de convocatoria, donde se tomará la decisión final.
El dirigente andaluz ha defendido abordar un debate con "serenidad, limpieza, honestidad y sin maniqueísmos" para que sea el máximo órgano del partido el que acuerde una postura.
Por ello, ha descartado que los militantes sean los que tengan la última palabra en una consulta.
"Lo que nos puede permitir recuperar la tranquilidad, el sosiego y restañar heridas es empezar a cumplir escrupulosamente y con respeto exquisito a las normas del partido" el mandato que establezca el Comité Federal, según Jiménez.
La corriente Izquierda Socialista ha iniciado una campaña de recogida de firmas para que los afiliados promuevan asambleas en las agrupaciones con el fin de solicitar a la dirección del PSOE que convoque un referéndum ante las bases.
La secretaria general del PSOE madrileño, Sara Hernández, ha compartido que el Comité Federal fije una posición, pero ha considerado también conveniente la consulta a la militancia.
El cambio de dirección en el PSOE ha provocado el cese de 24 trabajadores de su sede federal que estaban vinculados al mandato de la Ejecutiva disuelta y a Sánchez.
Entre las personas a las que la gerencia les ha comunicado que causan baja, hay cuatro contratos de alta dirección vinculados a Sánchez y a otros miembros de la anterior dirección.
También se ha notificado el cese de 20 personas que trabajaban para secretarios de área de la Ejecutiva, si bien a cuatro de ellos se les ha ofrecido reintegrarse en otros puestos del partido.
