La Fiscalía pidió 223 años de prisión para el ginecólogo Sami Y., al que acusa de abusar sexualmente de decenas de mujeres entre 2003 y 2006 cuando trabajaba en el Centro de Asistencia Primaria (CAP) de Barcelona.
El acusado aprovechaba cuando las enfermeras no estaban presentes para quedarse a solas con las pacientes y, 'con ánimo de satisfacer su deseos libidinosos', les sometía a tocamientos en el clítoris, pechos, introducción de dedos en la vagina y en alguna ocasión en el ano, como avanzó un diario catalán. Por todo ello, el fiscal acusó a Sami Y. de seis delitos de abuso sexual.