El Gobierno evita aclarar los casos de Puigdemont y Gali

<p> Pedro Sánchez, abandonando la sesión de control. </p>
photo_camera <p> Pedro Sánchez, abandonando la sesión de control. </p>

Los socialistas se escudan en los tiempos judiciales para no responder las preguntas de la oposición

El Gobierno evitó la confrontación sobre la reciente detención y puesta en libertad del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el caso del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados menos tensa y en la que la presidenta de la Cámara estuvo más exigente y no dejó pasar una. El Ejecutivo intentó evidenciar en el Hemiciclo que no elude las preguntas de la oposición y hasta 15 ministros acudieron a la sesión de control tras las críticas que recibió la semana pasada, cuando se ausentó más de la mitad del gabinete mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encontraba de viaje para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas.

En esta ocasión, la sesión transcurrió menos bronca que la pasada y la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, fue más exigente con los diputados, que mantuvo a raya. “Ha utilizado algunos términos absolutamente inadecuados para el decoro y la dignidad de esta casa como recordaba ayer (...) me permito recordárselo, no le voy a dar la palabra”, avisaba Batet a primera hora de la mañana a la portavoz de JxCat, Miriam Nogueras, que acababa de calificar de “putiferio” el caso que ha rodeado la detención y puesta en libertad de Puigdemont.

Un asunto, que Sánchez y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, intentaron no confrontar con la oposición, pese a que el líder del Partido Popular, Pablo Casado, y otros diputados populares insistieron en saber si el Gobierno va a cumplir su palabra de traer a Puigdemont a España para ser juzgado.

“Estamos en el marco de resoluciones judiciales, de lo que se llama diálogo entre tribunales europeos... dejemos que actúen”, pidió Marlaska mientras el jefe del Ejecutivo aclaraba minutos antes a JxCat que no hay ningún “plan satánico” detrás de la mesa de diálogo en Cataluña y eludía el improperio que le lanzaba Miriam Nogueras.

 

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Tanto la bancada popular como la de Vox arremetieron contra toda la política del Gobierno, en materia presupuestaria, energética o laboral y mientras la portavoz del PP, Cuca Gamarra, cuestionó las previsiones económicas de la ministra Calviño y el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, reprochaba a los ministros “no dar ni clavo”, la diputada de Vox Macarena Olona mostraba una foto de la ministra de Trabajo enfrentándose a la policía cuando era diputada durante una manifestación de trabajadores de Alcoa.

El otro caso que pasó de puntillas por la sesión de ayer fue la imputación de la exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya en el caso Gali. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha respondido que hay que dejar trabajar a la Abogacía del Estado y a la Justicia.

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