Un hombre decapita a su hija porque se lo ha dicho el demonio

Los vecinos coinciden en que el agresor parecía ser 'una buena persona'

A su llegada al domicilio del crimen, el presunto culpable advirtió a los Mossos d'Esquadra de que el demonio estaba dentro. El maligno llevó a un colombiano residente en Girona a decapitar a su hija de dos años a las 12.00 horas de este jueves, de acuerdo con la versión que dio. Los vecinos cuentan que escucharon gritos, llantos e incluso 'sonidos guturales' y coinciden en que el agresor parecía ser 'una buena persona'.

Un matrimonio colombiano con dos hijas vivía en el número 8 de la calle Oviedo de Girona. A mediodía de este jueves, cuando la mujer estaba fuera de casa, el marido decapitó a una de las pequeñas, de dos años. Los vecinos cuentan que escucharon gritos, llantos e incluso 'sonidos guturales' y fuentes cercanas al caso revelaron que el criminal culpó al demonio.

Según la información a la que tuvo acceso Europa Press, el hombre, que parecía ser 'una buena persona', según la descripción de los vecinos, llamó al 112 justo después de los hechos y se justificó diciendo que todo había sido por encargo del diablo. Es más, cuando la primera patrulla llegó al domicilio, el colombiano alertó a los agentes de que el maligno estaba dentro.

La madre de la pequeña tuvo que recibir asistencia médica de una ambulancia al descubrir lo ocurrido, explicó un habitante del edificio llamado Víctor. La mujer estaba 'pegando gritos', 'nerviosa y llorando' cuando los Mossos d'Esquadra la acompañaron a casa. La otra hija de la pareja, de seis años, estaba en el piso, pero no recibió ningún daño.

El hombre fue arrestado y hasta el lugar del crimen se trasladó la comitiva judicial para hacer una reconstrucción de los hechos con él. La funeraria también se desplazó hasta allí para proceder al levantamiento del cadáver.

SOLÍA HACERSE CARGO DE LAS NIÑAS

La esposa sí tenía un empleo, pero el agresor estaba en el paro, de modo que solía hacerse cargo de las niñas. La familia llevaba dos años viviendo de alquiler en el piso y, en ese tiempo, el nunca había trabajado, de modo que solía hacerse cargo de las niñas y recogía a la mayor del colegio, según una vecina que no quiso identificarse.

Todos los habitantes de la zona coinciden en que el matrimonio era 'muy normal'. 'Nunca, nunca, nunca he oído gritos ni discusiones y habría puesto la mano en el fuego por él, incluso le habría ayudado en cualquier cosa que me hubiera pedido', afirmó esta mujer.

Otro hombre, Antonio, mantuvo que el colombiano era, aparentemente 'una buena persona'. Carlos explicó que estaba 'asombrado' porque solía coincidir con el presunto criminal en el parque, donde sus respectivas hijas jugaban juntas, y nunca vio nada raro.

El Ayuntamiento de Girona condenó el parricidio en un comunicado y convocó un acto de rechazo, a las 12.00 de este viernes, a las puertas del Consistorio. El Gobierno municipal mostró así su pésame y solidaridad con la familia de la víctima, en especial, con su madre y su hermana.

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