El perímetro del fuego abarca 1.088 hectáreas y continúan evacuadas más de 1.100 personas

El incendio que arrasa la isla de La Gomera sigue sin control

Estado en que quedó el paraje del Barranco de Guadá, en Valle Gran Rey, tras el paso del incendio. (Foto: CARLOS FERNÁNDEZ)
Los trabajos de extinción del incendio forestal que afecta a La Gomera avanzan con más optimismo gracias al descenso de temperaturas y el cambio en el viento, a la actuación de más medios aéreos y a los trabajos en tierra, pero de momento se descarta que se pueda hablar de control.
El perímetro del incendio abarca actualmente 1.088 hectáreas y siguen unas 1.100 personas evacuadas, la mayoría del municipio de Vallehermoso, en cuyas cumbres se localiza el frente más activo, que avanza ladera abajo con bastante más lentitud que el lunes gracias a que va contra el viento, informó en rueda de prensa el consejero de Economía, Hacienda y Seguridad del Gobierno de Canarias, Javier González Ortiz.

La menor violencia del fuego y el continuo 'carrusel' de descargas aéreas en ese frente permitió la entrada de brigadas desde tierra para rematar el trabajo de las aeronaves, aunque con suma precaución por parte de sus efectivos, que de hecho sufrieron un incidente el lunes por la noche que les obligó a salir 'a escape', relató el director de servicio de Seguridad y Emergencias, Humberto Gutiérrez.

En ese frente norte se concentra la actuación de los medios aéreos, cuatro helicópteros y cinco hidroaviones, a los que se sumarán a partir de las tres de la tarde otros dos hidroaviones ofrecidos por Marruecos.

Además, un helicóptero de la Guardia Civil coordina el tráfico aéreo, con el que se persigue mantener un carrusel continuo de descargas sobre el fuego desde el orto al ocaso. En tierra trabajan unas 180 personas en cada turno de doce horas, entre brigadas forestales y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).


REGRESO A CASA

La relativa estabilización de las llamas en el resto del área permitió el regreso a sus casas de la mayoría de los 5.000 evacuados el lunes, entre ellos los habitantes de Valle Gran Rey, que ya pueden acceder por carretera con acceso controlado por la Guardia Civil.

Mientras en el escenario del incendio sigue la lucha contra el fuego, los políticos abrieron otro frente de acusaciones y reproches sobre responsabilidades políticas y disponibilidad de medios.

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, pidió que al menos dos o tres de los cinco hidroaviones enviados por el Ministerio de Agricultura permanezcan hasta el final del verano en las islas.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, criticó al Gobierno de Canarias por no contratar más medios aéreos, como hicieron otras regiones.

El Gobierno de Canarias contestó al ministro a través de su portavoz, Martín Marrero, para quien Arias Cañete no está facultado para criticar 'cuando es público y notorio que mientras media España ardía él estaba en los toros'.

El PP de Canarias se sumó al debate sobre el fuego y su secretario general, Asier Antona, atribuyó al presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo (PSOE), la responsabilidad política por la reactivación del fuego, ya que, sin estar extinguido, la semana pasada pidió la rebaja de la alarma.

La locuacidad de los políticos contrasta con el silencio en el evacuado pueblo de Vallehermoso, donde el vuelo incesante de los hidroaviones es el único sonido que rompe la quietud, una falsa sensación de placidez ante la ausencia de unos vecinos que aguardan con inquietud buenas noticias acerca del fuego.

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