El leonesismo callado vuelve a rugir

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photo_camera La pancarta por la autonomía, en una imagen del 7 de octubre de 2017, lleva años formando parte del paisaje urbano.

El eco de la manifestación en la que más de 90.000 leoneses pidieron la autonomía en 1984 vuelve a retumbar contra el "centralismo de Valladolid"; León y otros 9 ayuntamientos ya han votado para separarse

El 7 de octubre de 2017 centenares de leoneses se concentraron delante de la sede administrativa del Ayuntamiento para secundar la convocatoria "Parlem. Hablemos" que pedía diálogo "sin banderas" para rebajar la tensión territorial en Cataluña. A pocos metros, a los pies de la Casa Botines, construida y diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí entre 1891 y 1892, nadie parecía hacer caso a la solitaria pancarta "Autonomía leonesa ¡¡ya!!" que forma parte del paisaje de la ciudad desde la división autonómica que la situó administrativamente con Castilla pero reconoció la separación sentimental con la conjunción copulativa "y "en su denominación oficial para formar lo que se conoce como Castilla y León, la comunidad más grande de España, mayor en superficie que Portugal. Al lado de la pancarta, en un cartón caligrafiado con esmero también podía leerse si se prestaba atención: "La Junta castellana tiene secuestrada la identidad leonesa". 

"El sentimiento leonesista es innegable, cualquiera por la calle te dirá que no tiene ningún sentido que León esté con Castilla. Ha sucedido lo contrario a lo que se pretendía evitar con las autonomías, a nosotros nos han creado un centralismo en Valladolid y todas las inversiones pasan por ahí, como demuestra que la provincia de León haya perdido sobre 60.000 habitantes desde que estamos con Castilla", afirmó a finales de semana Miguel Ángel Lozano, alcalde de Matadeón de los Oteros, ayuntamiento en el que el abuelo de Pablo Casado ejerció de médico y en el que todavía viven dos tías del líder del PP. En Matadeón, municipio agrícola de 228 habitantes, gobierna Unión del Pueblo Leones (UPL) por mayoría absoluta y aprobó la moción para impulsar la Región Leonesa que sumaría las provincias de Zamora y Salamanca el 27 de diciembre, el mismo día que León, Crémenes y Cabrillanes. Si en la capital el triunfo de la iniciativa leonesista resultó polémica por los votos a favor del alcalde José Antonio Díez y de los ediles socialistas, desobedeciendo la orden de Ferraz  y de la dirección autonómica para frenar la petición de autonomía, en Matadeón el morbo recayó sobre el respaldo del concejal del PP en el pueblo del abuelo de Pablo Casado. 

A unos kilómetros de esta tierra de campos, en el mesón Los Arcos del ayuntamiento de Santas Martas, una decena de vecinos charlaban el pasado día 7 mientras en la televisión se celebraba la sesión de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Los medios de cobertura nacional ya habían amplificado la rebeldía del alcalde socialista de León y brindado cobertura al manifiesto a favor del "lexit", como se acuñó tirando del "brexit" británico, promovido por los escritores Juan Pedro Aparicio, José María Merino y Julio Llamazares, que cuenta con más de 500 adhesiones, además de denuncias de amenazas y acusaciones de jalear el independentismo con este posicionamiento. La prensa local había publicado reportajes sobre la multitudinaria manifestación que reunió a unos 90.000 leoneses en mayo de 1984 detrás de la pancarta "León solo" y en las tribunas se recordaba las maniobras del paisano Martín Villa en los ayuntamientos "traicionando a su tierra" para que la provincia se sumase a Castilla.  En el mesón nadie se giró cuando el diputado de EH Bildu Oskar Matute mostró desde la tribuna del Congreso su solidaridad con la "lucha del País Llionés" y eso que entre la clientela se encontraba un concejal. 

El desapego hacia el "lexit" es aparente. Dos días después y a pocos kilómetros, en Mansilla de las Mulas, la moción de los dos concejales de la UPL para propiciar la autonomía salió adelante con el respaldo de tres socialistas que, como en León, también pasaron de las órdenes de la dirección autonómica y federal. En este caso en el PP no hubo sorpresas tras anunciar Pablo Casado "contundencia" para que no vuelva a suceder lo mismo que pasó en el pueblo de su abuelo o en los ayuntamientos de Crémenes, Cabrillanes y un representante en Cuadros, corporación en la que también votó a favor un concejal de Ciudadanos contradiciendo las directrices de la formación naranja. 

A favor en el pueblo de Casado
En Matadeón el bar está cerrado al mediodía del viernes. La secretaria del Ayuntamiento tramita papeleo de una vecina mientras indica al periodista que espere como si intuyese el tema que quiere tratar. "No creo que quiera hablar con la prensa", indica mientras  telefonea al concejal leonesista del PP en el pueblo del abuelo de Pablo Casado. La llamada no tiene respuesta, pero se compromete a avisar en el supuesto de que el edil quiera contar su situación. "Aquí lo que queremos es tranquilidad", añade mientras facilita con amabilidad el teléfono del regidor. 

En el pueblo del abuelo de Pablo Casado el concejal del PP también votó a favor de la moción por la Región Leonesa

"Yo no quería causarle ningún problema. El concejal del PP es un tío majo que ya está jubilado, una persona normal que vota a favor porque prácticamente toda la sociedad leonesa está a favor. Llevé la moción ese día al pleno porque coincidió al tener que certificar una obra, pero ahora los concejales de los grandes partidos están recibiendo presiones como sucedió con UCD y el PSOE cuando se aprobó la autonomía", explica el alcalde,  Miguel Ángel Lozano. 

A pesar de la apelación continua a un sentimiento generalizado, que el columnista García Trapiello calificó de "re... sentimiento" en el Diario de León, al triunfar la propuesta en la capital José Antonio Díez fue despedido al grito de "el alcalde de León se merece un achuchón" por mucha menos gente que pedía diálogo al Gobierno central y al catalán el 7 de octubre de 2017.

El alcalde de León, el socialista José Antonio Díez, desobedeció a Ferraz y a la dirección autonómica

La percepción puede resultar errónea si sólo se atiende a un recuento de manifestantes. De regreso de Matadeón, en la plaza de San Marcelo un conductor del tren turístico que recorre la ciudad romana le preguntó alarmado a su compañero en el relevo si era cierto que el Gobierno central iba a sustituir el AVE por el Alvia. El sentimiento leonesista se lleva de manera callada, pero el resentimiento por la pérdida de población, la mala gestión de la crisis de la minería o las ventajas para que las industrias se instalen en Valladolid  han propiciado que vuelva a rugir. Frente a los 6.000 apoyos digitales a favor de la autonomía que se habían computado el pasado día 5 en la plataforma Change.org, una encuesta realizada por Celeste-Tel para el periódico digital Ileon.com afirmaba que el 50,5% de los leoneses respaldan la creación de una nueva autonomía, al 21,5% le da igual, el 16,6 se posiciona en contra y el 11,8% no sabe o no contesta. 


"El sentir es mayoritario incluso para los concejales del PP, del PSOE y de Ciudadanos si le preguntas a título personal", insiste Lozano. "No somos independentistas ni estamos en contra de España, sino todo lo contrario. Fuimos el Reino de León, cuna del parlamentarismo y el artículo 143 de la Constitución nos permite el acceso a la autonomía". La moción ya ha triunfado en diez ayuntamientos (León, Matadeón de los Oteros, Crémenes, Cabrillanes, Valderrey, Castrocontrigo, Cuadros, Santa María del Páramo, Mansilla de las Mulas y Urdiales del Páramo). En la hoja de ruta de la UPL está la presentación en los 22 ayuntamientos que gobierna antes de someterla a votación en la Diputación, donde es llave. "Y ahora, ¿qué más hacemos?", preguntaba en un editorial el Diario de León sobre una moción que calificó de "gesto populista con mucho tufo a trampa política". Matías Llorente, vicepresidente de la Diputación y alcalde de Cabreros del Río, aseguró el viernes que las mociones continuarán el curso que marque la UPL, pero "todavía no hay tempero" para llevarla a la institución provincial. "Tempero es cuando se dan las condiciones agrícolas para sembrar la tierra". Sabe que les queda mucho campo por arar, pero le han retirado la sordina al leonesismo y esta "legítima" aspiración pasa de la pintada al debate. 

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