La Guardia Civil ha entregado a la juez el material audiovisual de la tragedia que el pasado día 6 costó la vida a quince inmigrantes al intentar alcanzar a nado Ceuta.
Después de que el lunes el fiscal solicitara a la juez de Instrucción número 6 de Ceuta que pidiera a la Guardia Civil las grabaciones de las cámaras térmicas del perímetro fronterizo de Ceuta y del SIVE, el instituto armado las ha entregado al juzgado.
El material audiovisual remitido va acompañado de una explicación, ya que la jueza había solicitado que la Guardia Civil precisara los detalles de cada una de las cámaras, dónde están ubicadas y el momento de grabación, dada la duración de las imágenes y el número de ellas instaladas en el perímetro fronterizo.
Mientras, el Pleno del Congreso ha rechazado, con los votos en contra de PP y la abstención del PSOE y UPyD, una moción de la Izquierda Plural para exigir la dimisión del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por el suceso.
Y como hoy acababa el plazo de 24 horas que el PSOE dio ayer al Gobierno para que entregara en el Congreso las cinco horas de grabación de la tragedia, los socialistas han registrado esta misma mañana la petición para que se cree una comisión parlamentaria de investigación, algo que también ha reclamado la Izquierda Plural.
Desde París, Fernández Díaz ha aprovechado la reunión de los ministros del Interior del G4 -España, Portugal, Francia y Marruecos- para mantener un encuentro bilateral con su homólogo marroquí, Mohamed Hassad, con quien ha abordado la tragedia.
Fernández Díaz no ha descartado la posibilidad de revisar algún protocolo de actuación tras el suceso.
"De la experiencia siempre se aprende. El Estado Mayor de la Guardia Civil está trabajando sobre esta realidad y, evidentemente, si fruto de esta experiencia, y enfatizo el condicional, fuera preciso revisar algún protocolo, así se haría, pero hay que esperar a que finalice la investigación", ha dicho el ministro en la capital gala.
Una vez más, el titular de Interior ha defendido la actuación de los agentes, que "siguieron los protocolos de actuación establecidos desde 2005, que no se han modificado" y "bajo los principios de congruencia y proporcionalidad", con un objetivo disuasorio.
Hoy se ha conocido también la versión de los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la avalancha, en la que aseguran que desconocían que los subsaharianos iban a acabar lanzándose al agua, ya que este tipo de intento de entrada masiva no suele tener un final como ese.
También desconocían que los inmigrantes se habían provisto de flotadores y chalecos salvavidas para lanzarse al mar en Marruecos después de haber sido rechazados en el paso fronterizo.
La tragedia ha vuelto a protagonizar la actividad parlamentaria, PSOE e IU han explicado los motivos que les han llevado a pedir la comisión de investigación, que tiene pocos visos de prosperar dada la mayoría absoluta del PP en la Cámara baja.
Fuentes de ambos partidos han confirmado que la intención es no sólo investigar las circunstancias en las que se produjeron las muertes, sino también que se esclarezca la actuación de los distintos responsables públicos para saber quién dio la orden de que se utilizara material antidisturbios y por qué no se prestó auxilio y asistencia a esas personas ni se avisó a Salvamento Marítimo.
Los socialistas, de hecho, desean que Fernández Díaz sea el primero en comparecer en esa comisión, a la que el Gobierno también debería remitir las grabaciones completas de los hechos.
Su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha mostrado esperanzado en que "la sensatez" del Ejecutivo permita al PP aceptar la propuesta "por el bien de todos" y ante la necesidad de "saber exactamente por qué quince personas perdieron la vida" tratando de llegar a España.
Tras el suceso, los gobiernos de Ceuta y de Melilla han decidido mantener una reunión el día 28, en la que se abordará la presión migratoria que viven las dos ciudades autónomas.
La Iglesia también se ha pronunciado hoy sobre el suceso y el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha afirmado que el drama de Ceuta debe "espolear" la conciencia europea y de la comunidad cristiana de forma especial.
