SUCESO

Un millar de personas despiden en León a la última víctima de la minería

Roberto Calviño, de 40 años, falleció el pasado miércoles tras resultar sepultado en el interior de un camión, por el derrumbe en una galería de la mina de Cerredo (Asturias)

Más de un millar de personas ha despedido esta tarde en San Miguel de Laciana (León) a Roberto Calviño, de 40 años, fallecido el pasado miércoles tras resultar sepultado, en el interior de un camión, por el derrumbe en una galería de la mina de Cerredo, ubicada en Degaña (Asturias).

La iglesia de San Miguel de Laciana, localidad en la que residía Calviño aunque era natural del municipio leonés de Villablino, no pudo acoger a todas las personas que quisieron asistir al funeral y muchas de ellas tuvieron que seguir las honras fúnebres desde el exterior del templo.

La misa funeral fue oficiada por el vicario episcopal de relaciones públicas de la Diócesis de León, Antonio Trobajo.

Por deseo expreso de la familia no asistieron al funeral los consejeros de Fomento y Medio Ambiente la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y de Economía y Empleo del Principado de Asturias, Graciano Torre, como tenían previsto.

La familia de Calviño ha agradecido la disposición de ambos gobiernos regionales a estar representados en el funeral pero ha preferido que este se celebre sin presencia institucional.

Tras el funeral, los restos mortales del minero han recibido sepultura en el cementerio de la localidad.

Roberto Calviño había perdido a un hermano que falleció en un accidente laboral en la explotación leonesa de Lumajo en julio de 2003.

El último accidente de la minería española se produjo minutos después del mediodía del pasado miércoles, cuando un hundimiento en la mina de Cerredo sepultó el camión que conducía Calviño, en una zona calificada como de las más seguras de la explotación.

El siniestro se produjo mientras una pala cargaba carbón en el camión en una galería del túnel, a unos cien metros de la entrada de la mina de Cerredo, propiedad de la Minera Astur Leonesa.

Tras el derrabe de tierra y piedras, el palista Roberto Lago pudo salir de la galería sin apenas heridas, pero no así Roberto Calviño, quien quedó atrapado en el camión que conducía.

Inmediatamente comenzaron las labores de rescate por parte de las brigadas de Salvamento Minero que consiguieron llegar a la cabina del vehículo a las seis de la mañana del jueves encontrando el cuerpo sin vida de Roberto Calviño.

A pesar de encontrar el cuerpo, las tareas de rescate del cadáver se tuvieron que suspender por nuevos hundimientos, por lo que no fue hasta el viernes a mediodía, dos días después del accidente y tras reforzar el túnel con hormigón, cuando los miembros del equipo de rescate pudieron recuperar el cuerpo, que fue enviado al Anatómico Forense de Oviedo.

Calviño, separado y con una hija, era un profesional con mucha experiencia que había dedicado toda su vida a la mina y que tenía previsto irse de vacaciones al día siguiente del mortal accidente.

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