ZARAGOZA

La mujer desahuciada por su marido irá a un piso a la espera del divorcio

El desalojo fue paralizado gracias al apoyo vecinal. Sobre su cónyuge pesaba una orden de alejamiento por maltrato

La mujer que debía ser desahuciada hoy por orden judicial en Tarazona (Zaragoza) de la casa de su marido, sobre el que pesa una orden de alejamiento por maltrato, será realojada en un piso de este mismo municipio hasta el próximo mes de febrero, cuando se celebre el juicio de divorcio.

Rogia Adam Ahmed, de 32 años y de origen sudanés, iba a ser desalojada de la casa en la que vive con su hija de 8 años por orden del Juzgado de Instrucción de Tarazona, una medida que fue paralizada gracias al apoyo vecinal y la plataforma Stop Desahucios.

La mujer ha declarado a Efe que "ni siquiera" ha tenido la oportunidad de "hablar con la juez o tener un abogado" para defenderse del lanzamiento, que le fue comunicado en varias ocasiones a su domicilio, pero que ella no recibió porque, según ha defendido, había ido a Sudán "para buscar a su hija".

La mujer, que consideró esto "una pesadilla que es mejor olvidar", ha asegurado que interpuso una primera denuncia por malos tratos contra su marido en 2008, que retiró porque su hija "era pequeña", y otra segunda en mayo de 2013, a partir de la cual pesa esta orden cautelar de alejamiento.

Ha manifestado que "desde el principio, la juez tenía que ver la situación" en la que está y no decidir echarle de casa, a raíz de una denuncia que interpuso su marido, aprovechando "que había ido a Sudán para buscar a su hija", que estaba con la familia materna.

El matrimonio se casó en Sudán y primero vino el esposo a España y más tarde, hace nueve años, ella. Ambos tienen una niña que estaba con la familia de ella en Sudán, porque "siempre había problemas" con su marido de "malos entendidos y discusiones", ha dicho.

Cuando fue a por su hija, estuvo un mes, ha reconocido la mujer, que ha afirmado que "iba para menos tiempo" pero tuvo problemas para "sacar a la niña" dado que no contaba con el permiso paterno.

En estos momentos reside en Tarazona con su hija, no tiene trabajo y su marido no le pasa pensión alguna, por lo que subsiste con una prestación social de poco más de 400 euros.

El próximo lunes espera que le comuniquen "cuántos días" tiene para abandonar la casa, en la que vive con su hija, y trasladarse a un piso que le facilitará el ayuntamiento de Tarazona a la espera del juicio de divorcio.

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