EL FISCAL PIDE 20 AñOS PARA CADA UNO DE ELLOS

Unos padres juzgados por intentar matar a su bebé niegan haberle golpeado conscientemente para lesionarle

El padre afirma que lo trataban como "el rey de la casa"

Unos padres acusados de intentar matar a su bebé han declarado este lunes durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Castellón que nunca intentaron hacer daño al menor, y han negado que le golpearon conscientemente con ánimo de lesionarle o matarle.

El fiscal solicita 20 años de prisión por una tentativa de asesinato, tres delitos de violencia doméstica y un delito de violencia doméstica habitual, así como la privación de la patria potestad y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros del menor y de comunicarse con él por un periodo de 24 años. Las defensas piden la libre absolución.

Según el escrito de conclusiones provisionales del ministerio público, a pesar del estado general del menor al haber nacido prematuro, el padre le agredió en varias ocasiones, sin que la madre, pese a ser conocedora de esa situación, hiciera nada para evitarlo.

El fiscal sostiene que en noviembre de 2009,los acusados causaron al bebé fracturas costales, sin que conste que fuera trasladado a ningún centro médico, mientras que a principios de diciembre de ese mismo año el menor fue golpeado en la cabeza y sufrió lesiones por las que tampoco fue llevado a ningún hospital para su curación. Posteriormente, se objetivó a consecuencia de ello presentaba lesiones cerebrales con hematomas.

De acuerdo con la calificación, el menor sufrió además quemaduras de segundo grado debido al contacto directo con un líquido caliente, que le provocó seis ampollas en el dorso de la mano derecha y un dedo. Finalmente, según el fiscal, a consecuencia de la "violenta" sacudida al que le sometió su padre, el niño fue llevado al hospital, donde se observó que sufría los síntomas del denominado síndrome del 'niño zarandeado', con varias lesiones en la cabeza, que provocaron que el pequeño tuviera que estar ingresado en la UCI pediátrica del Hospital General de Castellón.

SECUELAS

El ministerio público señala que el menor sufre secuelas neurológicas permanentes a consecuencia de los actos realizados contra él por sus padres, pues es absolutamente dependiente del cuidado de un adulto, no es capaz de desplazarse por sí solo ni de expresar ni identificar sus necesidades básicas, presenta una hipotonía (disminución del tono muscular) generalizada, una alteración de la motricidad fina, un déficit cognitivo y un retraso severo en la comunicación, entre otras.

Durante su declaración ante el tribunal, el padre del menor ha señalado que, a pesar de que los médicos les aconsejaron que la madre interrumpiese el embarazo porque el niño tendría muchos problemas, ambos decidieron tenerlo y era tratado como "el rey de la casa".

Tanto el acusado como la madre del pequeño han señalado que ambos no supieron que el niño se había fracturado algunas costillas y que padecía el 'síndrome de Russell Silver' hasta que no les quitaron la patria potestad.

El padre del niño ha asegurado que "nunca" zarandeó al menor, y tan sólo ha admitido que en una ocasión movió al bebe para que reaccionara ante una convulsión y que otra vez le golpeó sin intención con la cabeza en una mesa tras sacarlo de la cuna.

QUEMADURAS POR UNA ESTUFA DE AIRE

Respecto a las quemaduras, ha apuntado que fueron provocadas por el efecto de una estufa de aire que colocó cerca del niño para que se calentara. "Nunca he intentado lesionar ni matar a mi hijo", ha declarado el procesado a preguntas del fiscal.

Por su parte, la madre del niño ha asegurado desconocer por qué su hijo sufrió fracturas de costillas y los hematomas en la cabeza, aunque ha apuntado que nunca fue zarandeado y ha destacado que nunca intentó hacer daño al bebe.

Los agentes de la Policía que han declarado en el juicio han afirmado que el pediatra del Hospital General les aseguró que los acusados acudían a todas las visitas médicas que tenía programadas el menor, así como que sus vecinos no habían apreciado ningún tipo de maltrato.

La actual pareja sentimental de la acusada ha señalado en su declaración que la mujer quería "mucho" al niño y que ésta lo ha pasado "muy mal" y no entiende por qué se lo han quitado, "pues dice que es muy injusto". Los padres de ella han reconocido que el procesado movía al menor cuando tenía algún ataque para reanimarle. Tanto estos testigos como los hermanos de la mujer han señalado que los acusados trataban con "cariño" al bebé.

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