Patxi López cree que 'atajar el independentismo evitando hablar del problema debilita a los defensores del Estado común'

 Patxi López.
Exige que Mas explique con detalle a los ciudadanos las consecuencias de lo que propone
El exlehendakari y secretario general del PSE-EE, Patxi López, advierte de que 'atajar el independentismo por la vía de evitar hablar del problema debilita a los defensores del Estado común compartido' y, por ello, apuesta por 'combatirlo en el terreno de las ideas, con argumentos y datos ciertos'. Asimismo, señala que, en Euskadi, el Plan Ibarretxe dejó 'secuelas' que pueden 'activarse por contagio'.

En un artículo de opinión publicado en el diario 'El País' titulado 'Empecemos por la claridad', recogido por Europa Press, advierte de que los nacionalistas vascos y catalanes, 'tras haber impuesto su universo referencial desde el poder, han determinado ahora que quieren llevar a la práctica sus sueños de independencia, de una vez o a plazos'.

'Ésta es la realidad que vamos a tener que gestionar quienes defendemos un Estado común en el que la voluntad de convivir juntos, con iguales derechos, haga compatible, como hasta ahora, el reconocimiento efectivo de las diferentes identidades nacionales que existen en su seno', advierte.

En este sentido, afirma que 'la colisión anunciada por Artur Mas entre los barcos de la legitimidad de la mayoría parlamentaria catalana conformada por CiU y ERC y la legalidad constitucional va producirse inevitablemente' no por 'fatalidad', sino porque 'las dos fuerzas principales del nacionalismo catalán han decidido propiciar ese abordaje al sistema democrático constitucional para llevar a la práctica un designio de independencia que llevan inscrito en su ADN'.

En este contexto, considera que tiene 'poca utilidad' discutir sobre 'el carácter oportunista y utilitario del quiebro de CiU' tras la manifestación de la Diada ya que la experiencia vasca durante los mandatos de Juan José Ibarretxe puso de manifiesto que, 'cuando un grupo dirigente confunde los intereses de la ciudadanía con los suyos particulares y transforma un mandato parlamentario coyuntural en una misión histórica, resulta difícil alcanzar con él una solución transaccional'.

Por tanto, aboga por preparar 'una respuesta serena y eficaz' y exigir 'claridad' para que CiU diga a los ciudadanos de Cataluña que 'la consulta comprometida no supone un ejercicio del benéfico derecho a decidir, sino un paso decisivo para la secesión de España'.

'Antes que el gaseoso derecho a decidir -añade- está el muy concreto derecho de la ciudadanía concernida a saber qué es lo que se pretende que decida y a conocer con detalle las consecuencias que va a tener para ella la decisión que se propone'.

En esta línea, señala que, sin dejar de reclamar 'respeto a la legalidad', es en el terreno de la política desde donde se debe dar respuesta al 'desafío secesionista', que 'va a tener una presencia permanente, aunque discontinua, en nuestro país'. Por ello, aunque reconoce que abrir este debate puede causar 'cierto vértigo', advierte de que 'en la confusión perdemos quienes defendemos la convivencia en un mismo marco estatal'. 'Porque la disyuntiva no es referéndum sí o no, sino democracia sí o no, y libertad de identidad de las personas sí o no', asegura.

Para López, 'lo más preocupante de la crecida nacionalista' en Cataluña no es 'el aumento del deseo de independencia', sino 'la banalización por gran parte de la ciudadanía del riesgo de separarse de España'.

'Este desdén hacia lo que supone la convivencia de los diferentes no es una reacción natural de la población catalana a un supuesto maltrato por parte de Madrid, sino el resultado de una acción concienzuda ejecutada desde el poder institucional, aprovechando algunos agravios de base cierta y con la colaboración entusiasta de asociaciones patrióticas que no existirían sin un generoso riego de subvenciones públicas', censura.

El dirigente vasco recuerda que 'la eficacia de ingenierías sociopolíticas de este tipo' ya se experimentó en Euskadi en la primera década del siglo y apunta que, a pesar del 'fracaso' del denominado Plan Ibarretxe, 'ha dejado secuelas permanentes en el PNV y en la propia sociedad vasca', que pueden 'activarse por contagio' de Cataluña o Escocia.

De este modo, alerta de que el nacionalismo 'se mueve a sus anchas' en el 'juego de sustituciones', como sucede cuando el presidente catalán, Artur Mas, equipara 'más soberanía con mayor bienestar tras haber recortado este con fruición'.


'CONTRIBUYE A DESLEGITIMARLA'

En su opinión, el separatismo debe combatirse 'en el terreno de las ideas', con 'argumentos y datos ciertos', ya que tratar de 'atajar el independentismo por la vía de evitar hablar del problema' debilita a 'los defensores del Estado común compartido'.

Del mismo modo, considera que 'oponer a su reclamación la unidad consagrada en la Constitución o, en su caso, el inalcanzable camino que esta traza para quien pretenda reformarla desde la periferia, lejos de suponer un freno a su desbordamiento por la vía de hecho, contribuye a deslegitimarla ante los sectores de nuestra sociedad que no vivieron la transición a la democracia'.

'Ante un proceso al que se le ha puesto fecha precisa, quizá sea conveniente pensar en dotarnos de nuestra propia norma de claridad para medir la solidez de las voluntades secesionistas y anular el chantaje permanente de los nacionalistas irredentos. Pero, de momento, empecemos por hablar claro', concluye.

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