INMIGRACIÓN

Preocupación en Melilla por la agresividad en los asaltos

El delegado del Gobierno en la ciudad autónoma justifica el uso de gas pimienta por los agentes

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, denunció ayer "la agresividad" de los inmigrantes en los saltos del jueves, en dos intentos de unos 800 subsaharianos de los 140 lograron entrar, al haber usado objetos contundentes e incluso arrojar ropa con fuego a los guardias civiles que evitaban que accedieran a territorio español. En rueda de prensa, El Barkani dijo que no tiene ninguna intención de "criminalizar" a los inmigrantes que pretenden pasar a Melilla "porque son las primeras víctimas de las mafias" y porque buscan un futuro mejor, pero señaló que "eso no puede ser excusa para que admitamos este tipo de comportamiento ni una predisposición al enfrentamiento".

Así reiteró que "este tipo de inmigración a la fuerza e ilegal esta en manos de mafias que la alienta y condena a la repatriación y marginalidad". El delegado, que estuvo acompañado del coronel jefe de la Comandancia de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, expuso ante la prensa algunos de los objetos que llevaban los subsaharianos de los saltos del jueves, como un arma blanca, ganzúas, anclas o palos. "Las herramientas incautadas a inmigrantes no son de recibo. La inmigración es positiva cuando es legal y ordenada. Los saltos con fuerza, no", remarcó.

Abdelmalik El Barkani defendió así el uso de extintores con gas pimienta que usaron agentes de la Guardia Civil cuando descendieron a algunos de los inmigrantes de lo alto de la valla, donde llevaban encaramados durante horas, en concreto casos como el de un inmigrante que tiró una chaqueta ardiendo a uno de los agentes u otros en los que quitaron una defensa o un casco a sendos guardias civiles.

El máximo representante gubernamental dijo que los efectivos del Grupo Rural de Seguridad (GRS) destinados en Melilla tienen todo su apoyo a la hora de usar estos elementos y, ante las críticas suscitadas entre algunas organizaciones no gubernamentales, ironizó diciendo que "quizá el guardia civil tenía que haber soplado para apagar esa llama" que le habían arrojado en lo alto de la alambrada, a seis metros del suelo.

El coronel Martín Villaseñor añadió por su parte que estos extintores "no son un material antidisturbios" y que su uso depende de cada situación, en este caso la presencia de fuego o la fuerte resistencia de subsaharianos quitando defensas o cascos a los guardias. En cualquier caso, El Barkani manifestó que este tipo de debates sobre las fuerzas de seguridad benefician únicamente a las mafias de la inmigración. "Creo que el debate político sobre forma de actuar de FCSE en la custodia de la frontera ha servido para fortalecer a las mafias que trafican con seres humanos" consideró el delegado.

En este sentido, mostró su solidaridad y la del Gobierno España con los 12 guardias civiles que el pasado jueves resultaron heridos en sus funciones de vigilancia y custodia de frontera después de impedir la entrada a unos 600 inmigrantes "gracias a la efectividad de la Guardia Civil y la colaboración de fuerzas marroquíes".

CONCENTRACIÓN DE SIRIOS

Mientras el delegado del Gobierno daba la rueda de prensa, decenas de sirios protestaban en la Plaza de España de Melilla -justo enfrente del edificio de la Delegación del Gobierno- para reivindicar su traslado a la Península. Al grito de 'CETI no, Madrid sí', los sirios portaban banderas de España y una pancarta en las que dan las gracias a nuestro país por ayudar a quienes escapan de la guerra. Por ello reclamaron que se les facilite su traslado a la Península porque aseguran que en el CETI "es muy difícil" la convivencia.

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