Presos acusados de increpar a Gallizo dicen que denunciaban la dispersión de presos

Los tres presos de ETA juzgados este viernes en la Audiencia Nacional por increpar a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, durante la representación de una obra de teatro en la cárcel de Soto del Real en 2007 negarolas acusaciones del Ministerio Fiscal, que pide para ellos tres años y medio de prisión, y manifestaron que el incidente se limitó a una crítica por la política de dispersión de presos del Gobierno.
Gallizo no acudió al juicio al no haber sido citada como testigo por ninguna de las partes, confirmaron a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Los acusados son Asier Tapia -ex portavoz de Segi-, Aner Mimenza y Borja Urberuraga. Se les acusa de un delito de atentado y otro de desórdenes públicos por los que la fiscal Ana Noé pidió para cada uno de ellos una pena de tres años y medio de prisión.

Además, se acusa a Tapia de un delito de calumnias e injurias contra la autoridad en el ejercicio de su cargo por lo que pidió para él otros diez meses de multa por un valor total de 1.800 euros. La Fiscalía únicamente modificó su escrito de conclusiones para rebajar esta pena de multa, que inicialmente era de 3.000 euros.

Según el escrito de conclusiones definitivas de la fiscal, los hechos tuvieron lugar el 21 de diciembre de 2007 en la cárcel de Soto del Real, durante el descanso de una representación teatral a la que acudió Gallizo. Cuando las autoridades presentes en el penal abandonaban la sala, el acusado Asier Tapia --que tan sólo llevaba 17 días en la cárcel-- increpó a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias a la que llamó 'fascista, asesina de compañeros, exterminadora', 'responsable de la muerte de nuestros compañeros muertos' y culpable de la dispersión y del sufrimiento de los presos', según el escrito de acusación particular del fiscal.

En el mismo escrito se detalla que cuando los funcionarios de prisiones procedieron a separarle del resto de los internos los otros dos acusados, Mimenza y Jacinto, secundaron la actitud de su compañero abalanzándose los tres sobre los jefes de servicio y funcionarios, sin llegar a causarles lesiones.

Posteriormente, según las mismas conclusiones, en el traslado Asier Tapia arrojó al suelo una cuchilla a la que el acusado Jacinto propinó una patada para que no fuese localizada, sentencia el escrito de la Fiscalía.

VERSION DE LOS ACUSADOS

Tapia negó que insultara a Gallizo y explicó que se limitó a ponerse de pie y criticarla como responsable de la política de dispersión de presos. Añadió que no fue un acto preparado, sino un 'arrebato espontáneo' y que las acusaciones de que trató de agredir a la secretaria general y que portaba una cuchilla no se sostienen porque enseguida le 'cayeron encima' varios funcionarios para inmovilizarle.

En el mismo sentido declararon los otros dos procesados. Mimenza dijo que se limitó a pedir calma al ver la reacción de los funcionarios a la intervención de Tapia, mientras que Urberuaga negó haber dado una patada a la cuchilla para evitar que fuera detectada. Los funcionarios citados como testigos, por su parte, corroboraron la denuncia del fiscal y describieron la actitud de Tapia como agresiva.

Las defensas de los acusados solicitaron la absolución de todos ellos El turno de última palabra fue únicamente utilizado por Urberuraga, que atribuyó la acusación de los funcionarios y el fiscal a una venganza y reiteró que la actuación de Tapia fue totalmente pasiva.

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