Relacionan a una española con un doble homicidio que ha sacudido a Austria

Otro sótano. Dos cadáveres emparedados. Austria vuelve a ser escenario de una macabra historia criminal en la que, esta vez, aparece involucrada una ciudadana española, sobre la que pesa una orden europea de detención.
Antonio Sánchez y Luis LidónEstíbaliz C., 32 años, propietaria desde hace cinco de una heladería en un distrito del extrarradio de Viena. Ese es el perfil de la española a la que la Policía busca y a la que la prensa sensacionalista austríaca ya ha juzgado y condenado sin dudar.

En el sótano del edifico donde está su establecimiento se hallaron el lunes pasado restos de dos cadáveres descuartizados, incrustados en dos heladeras llenas de cemento.

Junto a ellos, dos rifles con mira telescópica, un bolso de mujer con una pistola dentro y una libreta con anotaciones en español.

El martes, Estíbaliz desapareció y al día siguiente la Fiscalía de Viena emitió una orden de arresto comunitaria, 'bajo la sospecha de que está relacionada con los dos cadáveres encontrados porque se cree que el sótano donde fueron hallados le pertenece', según indicó un portavoz policial a Efe.

'Deseo que ella no sea culpable y que haya escapado solo por miedo', confío hoy a Efe Erkan Köksal, propietario de la peluquería ubicada junto al local de la española.

Erkan describe a la española como una mujer educada, guapa, simpática.

'Es la última de la que hubiera sospechado algo', asegura frente a una taza de té en un local a escasos metros del edificio donde se encontraron los restos humanos.

Fue el propio Köksal quien dio origen al macabro descubrimiento: durante las obras de acondicionamiento de su peluquería, los operarios tuvieron que trabajar en el sótano y acceder al trastero donde se encontraron los cuerpos.

'Ella sabía que estábamos trabajando y vino por lo menos tres o cuatro veces a ver dónde íbamos en el sótano', narra Köksal.

De hecho, él mismo trató de averiguar a qué vecino pertenecía ese trastero, ya que el desagüe del edificio está en su interior y tenían necesariamente que acceder a él.

'Nadie comunicó nada y entramos', añade. Allí dentro se sorprendieron, primero, por la presencia de las armas y, luego, por las heladeras llenas de cemento.

Uno de los albañiles se puso a escarbar con una pala. Una bolsa de basura salió a la luz.

'La abrimos y entonces salió ese hedor. Y llamamos a la Policía', explica.

En los medios austríacos se especula con la vida y las relaciones de la ciudadana española y la prensa más amarilla da por hecho que uno de los cadáveres pertenece a un exnovio, que desapareció el pasado noviembre sin dejar rastro.

'En la época en la que desapareció, el hermano vino aquí desde España. Quizás hay una relación', especula Köksal.

También hay rumores sobre una pareja anterior, un alemán, desaparecido igualmente desde hace más de un año.

Ahora la Policía anda a la búsqueda de la española, a quien Köksal vio abandonar su tienda el martes por la mañana, después de que un cliente le contara que la tarde anterior se habían encontrado los cuerpos y que las fuerzas del orden estaban investigando.

'Nunca la había visto con esa expresión en la cara. Estaba temblorosa. Ese día no era la persona que había conocido hasta entonces. Habitualmente era una persona muy simpática, muy agradable con todo el mundo. Estaba temblando y tenía una cara que mostraba un gran nerviosismo', recuerda Köksal.

'Salió de la heladería. Cruzó el paso de peatones, se fue a la parada de autobús. Telefoneó y se marchó. Desde entonces no la he vuelto a ver', cuenta el peluquero.

Las primeras informaciones hablan de que vació sus cuentas corrientes y reservó un vuelo a Barcelona.

Sin embargo, los agentes no pudieron localizarla en el aeropuerto de Viena y su paradero sigue siendo un misterio.

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