Yuste cree que los 'nuevos activistas' de ETA no tienen el 'prestigio criminal' de los históricos
El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, ha negado 'tajantemente' este miércoles que el Plan Integral de Reinserción de presos de ETA sea una amnistía encubierta para los reclusos pertenecientes a dicha organización terrorista.
'Lo tengo que negar tajantemente', ha contestado Yuste, en una entrevista a los medios, al ser preguntado sobre el hecho de que las víctimas del terrorismo de ETA pudieran pensar que este plan supone una especie de amnistía encubierta.
En este sentido, ha argumentado que la Administración Penitenciaria está 'fuertemente controlada por la autoridad judicial, los jueces de vigilancia y la Fiscalía' y ha aclarado que 'no hay resolución de la Administración que suponga el acortamiento de la condena o un cambio cualitativo de la fricción de la pena que no precise ser aprobada previamente por un juez'.
'Eso hace que la impunidad esté erradicada como demuestra el hecho de que reclusos que dan muestras de disidencia o de reinserción no son excarcelados inmediatamente sino que pasan por un periodo de seguridad ya que con el delito que han cometido, con independencia de que asuman la necesidad de abandonar estos planteamientos, han creado un daño tan importante que es preciso que lo purguen con un tiempo de estancia en prisión', ha aseverado.
Asimismo, ha indicado que los programas en general, que se aplican a todo tipo de reclusos, son 'la forma de concretar una obligación constitucional que tiene la Administración' y es la de 'intentar que el recluso que sale, una vez cumplida su pena, sea mejor que el que entró'. 'Es una inversión en nuestra seguridad colectiva importante', ha enfatizado.
'SÍ QUE HAY UN PROTOCOLO'
Yuste ha aclarado que 'las cosas no son tan elementales ni tan simples' y ha dicho que, gracias al seguimiento que lleva a cabo Instituciones Penitenciarias tanto de las 'organizaciones criminales' como de ETA, pueden detectar 'algunos indicios, que no suelen ser al principio contundentes pero por lo general sí que pueden resultar esperanzadores, de aquellos internos que se alejan de los postulados de la organización'. 'En ese sentido, sí que hay un protocolo que recoge estas circunstancias, las analiza y permite que se tomen decisiones concretas con ellos', ha remachado.
Sobre la ubicación de los presos preventivos, Yuste ha señalado que tienen que estar 'próximos a los tribunales de los que dependen, de tal forma que se puedan realizar los tramites procesales sin grandes distorsiones', al tiempo que ha explicado que en el caso de los reclusos penados, 'una vez que han acreditado la separación de la organización y el abandono de esa cúpula protectora', dentro del programa que se ha diseñado se toman 'decisiones de acercarlos a un centro del País Vasco'.
En relación con las diferencias que existen entre los históricos de ETA y las nuevas generaciones de presos etarras, ha opinado que 'los antiguos reclusos de ETA están mas ideologizados' y que 'aspiraban a tener más formación política'. En cambio, Yuste cree que 'los activistas de ETA que se reclutan a últimamente ni tienen el prestigio criminal ni tienen tampoco socialmente ese reconocimiento'. 'Se pueden equiparar a jóvenes gamberros pistoleros, aunque sea con el salto cualitativo que supone militar en una organización', ha remarcado.
Además, ha afirmado que los presos etarras no se relacionan 'demasiado' con el resto de reclusos. 'Hace poco un interno definía a ETA como una secta y la secta aspira a que sus activistas encarcelados guarden una proximidad que es mitad apoyo, mitad control', ha destacado.
Finalmente, sobre los presos del Grapo ha dicho que su perfil es 'mucho más fundamentalista' que el de los reclusos de ETA. 'A raíz del programa de reinserción, ha habido un número de ellos, concretamente seis y algún par de ellos más, que sí que han manifestado su desvinculación de la organización y que están dispuestos a dejar planteamientos que creo que son en este momento extravagantes', ha concluido.
'Lo tengo que negar tajantemente', ha contestado Yuste, en una entrevista a los medios, al ser preguntado sobre el hecho de que las víctimas del terrorismo de ETA pudieran pensar que este plan supone una especie de amnistía encubierta.
En este sentido, ha argumentado que la Administración Penitenciaria está 'fuertemente controlada por la autoridad judicial, los jueces de vigilancia y la Fiscalía' y ha aclarado que 'no hay resolución de la Administración que suponga el acortamiento de la condena o un cambio cualitativo de la fricción de la pena que no precise ser aprobada previamente por un juez'.
'Eso hace que la impunidad esté erradicada como demuestra el hecho de que reclusos que dan muestras de disidencia o de reinserción no son excarcelados inmediatamente sino que pasan por un periodo de seguridad ya que con el delito que han cometido, con independencia de que asuman la necesidad de abandonar estos planteamientos, han creado un daño tan importante que es preciso que lo purguen con un tiempo de estancia en prisión', ha aseverado.
Asimismo, ha indicado que los programas en general, que se aplican a todo tipo de reclusos, son 'la forma de concretar una obligación constitucional que tiene la Administración' y es la de 'intentar que el recluso que sale, una vez cumplida su pena, sea mejor que el que entró'. 'Es una inversión en nuestra seguridad colectiva importante', ha enfatizado.
'SÍ QUE HAY UN PROTOCOLO'
Yuste ha aclarado que 'las cosas no son tan elementales ni tan simples' y ha dicho que, gracias al seguimiento que lleva a cabo Instituciones Penitenciarias tanto de las 'organizaciones criminales' como de ETA, pueden detectar 'algunos indicios, que no suelen ser al principio contundentes pero por lo general sí que pueden resultar esperanzadores, de aquellos internos que se alejan de los postulados de la organización'. 'En ese sentido, sí que hay un protocolo que recoge estas circunstancias, las analiza y permite que se tomen decisiones concretas con ellos', ha remachado.
Sobre la ubicación de los presos preventivos, Yuste ha señalado que tienen que estar 'próximos a los tribunales de los que dependen, de tal forma que se puedan realizar los tramites procesales sin grandes distorsiones', al tiempo que ha explicado que en el caso de los reclusos penados, 'una vez que han acreditado la separación de la organización y el abandono de esa cúpula protectora', dentro del programa que se ha diseñado se toman 'decisiones de acercarlos a un centro del País Vasco'.
En relación con las diferencias que existen entre los históricos de ETA y las nuevas generaciones de presos etarras, ha opinado que 'los antiguos reclusos de ETA están mas ideologizados' y que 'aspiraban a tener más formación política'. En cambio, Yuste cree que 'los activistas de ETA que se reclutan a últimamente ni tienen el prestigio criminal ni tienen tampoco socialmente ese reconocimiento'. 'Se pueden equiparar a jóvenes gamberros pistoleros, aunque sea con el salto cualitativo que supone militar en una organización', ha remarcado.
Además, ha afirmado que los presos etarras no se relacionan 'demasiado' con el resto de reclusos. 'Hace poco un interno definía a ETA como una secta y la secta aspira a que sus activistas encarcelados guarden una proximidad que es mitad apoyo, mitad control', ha destacado.
Finalmente, sobre los presos del Grapo ha dicho que su perfil es 'mucho más fundamentalista' que el de los reclusos de ETA. 'A raíz del programa de reinserción, ha habido un número de ellos, concretamente seis y algún par de ellos más, que sí que han manifestado su desvinculación de la organización y que están dispuestos a dejar planteamientos que creo que son en este momento extravagantes', ha concluido.
