José María Ruiz-Mateos fue puesto ayer en libertad por la juez de Palma María Pascual, tras acogerse a su derecho a no declarar en la causa en la que está imputado por estafa, y manifestó ante los medios su malestar por ser detenido el martes y pasado la noche en comisaría.
'Que asco da la justicia', exclamó el empresario tras su comparecencia de solo unos cinco minutos ante la juez que le investiga por presunta estafa, administración desleal y alzamiento de bienes en la compraventa del hotel Eurocalas, de Mallorca. Según su abogado, Javier Álvarez Fernández, Ruiz-Mateos no declaró porque se encontraba muy 'cansado' y 'deteriorado', tras su detención, traslado a Palma en avión y, pasar la noche en la Jefatura Superior de Policía de Baleares.
Sin embargo, a su salida de los juzgados, el empresario andaluz no escatimó en calificativos hacia la magistrada, de quien dijo que es la mujer 'más mala, más perversa, malvada e inhumana' que conoció en su vida.
'Esa tía es mala. No tiene sentimientos ni corazón. Es un bicho, orgullosa y soberbia. Un auténtico demonio, una criminal. Qué asco, qué porquería de tía. Prefiero morirme después de conocer a una juez como ésta', espetó de camino a la calle, cogido del brazo de su hija Begoña y seguido por su abogado.
Para Ruiz-Mateos, pasar la noche en la jefatura de policía fue'peor que el infierno'.
'Han intentado que me muera esta noche; vivo de milagro después de la tortura a la que me sometió esta mujer', dijo el empresario, que, según señaló, estuvo 'sin comer ni beber y sin recibir medicinas' para su Parkinson.
En cuanto a los delitos que se le imputan, Ruiz-Mateos señaló que no tiene nada que perder y que le da igual que le 'ahorquen en una plaza pública'.
Sin embargo, a su salida de los juzgados, el empresario andaluz no escatimó en calificativos hacia la magistrada, de quien dijo que es la mujer 'más mala, más perversa, malvada e inhumana' que conoció en su vida.
'Esa tía es mala. No tiene sentimientos ni corazón. Es un bicho, orgullosa y soberbia. Un auténtico demonio, una criminal. Qué asco, qué porquería de tía. Prefiero morirme después de conocer a una juez como ésta', espetó de camino a la calle, cogido del brazo de su hija Begoña y seguido por su abogado.
Para Ruiz-Mateos, pasar la noche en la jefatura de policía fue'peor que el infierno'.
'Han intentado que me muera esta noche; vivo de milagro después de la tortura a la que me sometió esta mujer', dijo el empresario, que, según señaló, estuvo 'sin comer ni beber y sin recibir medicinas' para su Parkinson.
En cuanto a los delitos que se le imputan, Ruiz-Mateos señaló que no tiene nada que perder y que le da igual que le 'ahorquen en una plaza pública'.
