POLíTICA

Sánchez reta a Podemos: “A quien teme el PP es al PSOE"

El secretario general del PSOE dice que se va a "volcar" para ayudar a Susana Díaz en Andalucía

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, desafió ayer a Podemos al asegurar que "en ganas de ganar a la derecha" a su partido "no le gana nadie", y que a pesar de su empuje, "a quien teme el PP" es a los socialistas porque son la única alternativa y la que representa a la clase media trabajadora.

Sánchez lanzó este reto en el discurso con el que clausuró la conferencia autonómica que el PSOE celebró este fin de semana en el Palacio de Congresos de Valencia con el título "Otra forma de hacer", en la que estuvo ausente por gripe la presidenta andaluza, Susana Díaz.

"En ganas de ganar a la derecha, no nos gana nadie", proclamó un día después de la multitudinaria manifestación en Madrid de Podemos, al que no citó expresamente en su alocución, una de las más enfervorizadas desde que asumió las riendas del PSOE. Frente a los que defienden a los más ricos, en referencia al PP, y quienes "pescan en el río revuelto del desencanto", en alusión a Podemos, Sánchez sentenció: "La clase media trabajadora es nuestra".



“fuerte y preparado"

Sánchez se mostró seguro de que el PSOE sale de la conferencia de Valencia "fuerte, preparado, con ideas sólidas y a la vanguardia" ante las elecciones autonómicas y municipales de mayo. "Con equipos solventes y comprometidos y con un proyecto claro de país y una agenda clara para afrontar el cambio que necesita España. Tenemos ambición de una España mejor", añadió el líder socialista.

Convencido de que su partido ganará en las urnas, reclamó a los barones de su partido "unidad y fortaleza" y salir "a por todas", ironizando sobre los problemas internos por el cuestionamiento de su liderazgo y la incógnita de si Díaz pugnará por él en la carrera a la Moncloa. Para Susana Díaz no tuvo sin embargo demasiadas palabras, aunque emplazó a "todos los socialistas -y él el primero- a volcarse" con ella para ganar en Andalucía el 22 de marzo.

Lo mismo hizo con los otros candidatos, a los que abrazó uno a uno, también al secretario general de los socialistas de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, pese a estar distanciados en los últimos días después de conocerse que participó, a espaldas de Sánchez, en la cita entre José Bono, Zapatero y el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Sánchez concluyó deseando el triunfo en las urnas en noviembre, con la incógnita aún por resolver de quién será el candidato del PSOE: "A ganar en las próximas generales de noviembre".

Buena parte de su discurso lo centró en la situación económica, admitiendo que las perspectivas son buenas, pero advirtiendo de que la recuperación "justa" solo llegará de la mano de los socialistas. Reivindicó "una economía para los ciudadanos y no para los Bárcenas, los Camps, los Blesas, los Castedos, los Cotinos, Aznar, Rato, Aguirre, Ritas y los amiguitos del alma".

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