CRÓNICA

La sequía y los incendios ahogan la actividad agraria en Portugal

La sequía y las miles de hectáreas que han ardido este año (418.000 hasta finales de septiembre), afectan también a la calidad y cantidad del agua, sobre todo por el arrastre de cenizas, la erosión del suelo y la disminución de infiltración

La mayor parte de Portugal se encuentra en estado de sequía severa y en algún territorio la situación es de sequía extrema, lo que favorece la propagación de incendios y agrava aún más la escasez de agua en el sector agrícola.

Carlos GarcíaFuentes de la gubernamental Agencia Portuguesa del Ambiente (APA) explicaron hoy a EFE que, a finales de septiembre, el 81 % del territorio luso estaba en sequía severa y el 7,4 % en sequía extrema.

La situación más crítica se vive en los embalses del río Sado ubicados en la cuenca del Tajo (al sur de Lisboa), que en algunas zonas están por debajo del 10 % de su capacidad.

Las causas son el calor y la falta de lluvias, condicionantes que "contribuyeron a una mayor y más rápida propagación de los incendios", según la APA.

Las fuentes precisaron que, entre abril y septiembre pasados, el valor medio de temperatura máxima fue de 27,7 grados centígrados, el más elevado desde 1931, y, en lo que refiere a precipitaciones, ese período fue el segundo semestre con menos lluvias desde 1931.

La sequía y las miles de hectáreas que han ardido este año (418.000 hasta finales de septiembre), afectan también a la calidad y cantidad del agua, sobre todo por el arrastre de cenizas, la erosión del suelo y la disminución de infiltración.

Es lo que ocurre ya en los manantiales y ríos de Sierra de Estrela, en el Centro de Portugal, donde las cenizas de los fuegos amenazan con llegar a los embalses.

Para evitarlo, el alcalde de Covilhã (en la Sierra de Estrela), Vitor Pereira, anunció hoy una medida pionera en Portugal, la de proteger el embalse de Viriato que abastece a la ciudad con una cerca que dejará pasar el agua y retendrá las cenizas cuando empiece el período de lluvias.

Desde el Gobierno, los ministros de Ambiente, João Matos Fernandes, y de Agricultura, Capoulas Santos, hicieron hoy un llamamiento a la población para que controle el uso del agua.

En rueda de prensa en la que alertaron de la gravedad de la situación, pidieron a los portugueses que eviten actividades consideradas no prioritarias, como el riego de jardines o el llenado de piscinas.

La APA asegura que el abastecimiento de agua potable está garantizado en todas las poblaciones del país, incluso en las más afectadas por los incendios, donde los bomberos han llevado camiones cisterna de agua potable.

Tras el final del año hidrológico a finales de septiembre, las cuencas más relevantes de Portugal se encuentran con una capacidad inferior a la media de los últimos 27 años.

La situación afecta, sobre todo, a los agricultores y ganaderos, que no pueden realizar con normalidad las labores de riego o no disponen de abrevaderos para la ganadería.

De ahí que el Gobierno haya movilizado a decenas de efectivos de las Fuerzas Armadas para apoyar la distribución de alimentos para animales, así como de las donaciones efectuadas por ciudadanos o entidades en distintos puntos del centro y norte del país.

Algunos ayuntamientos, como el de la ciudad de Guarda (distrito del Centro muy afectado por los fuegos), ya han reclamado al Ejecutivo portugués celeridad en el pago de las ayudas a los ganaderos por causa de los fuegos.

El alcalde de la ciudad, Alvaro Amaro, aseguró que, si esas ayudas no llegan de inmediato, procederá a realizar anticipos de hasta 5.000 euros, al considerar que se trata de "una cuestión de urgencia". 

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