CASO MADRID ARENA

Una superviviente del Madrid Arena: "O soltaba la mano de mi amiga o me rompían el cuello"

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photo_camera Selma Al-Hamouti en una foto de Instagram.

"Me di cuenta de que o salía de allí o algo malo iba a pasaba; mirabas alrededor y solo había gente gritando", ha relatado Al-Hamoudi ante la fiscal

Una de las asistentes a la macrofiesta de Halloween del Madrid Arena, Selma Al-Hamouti, ha afirmado este miércoles que durante la avalancha un chico atrapado gritó "que me dejéis salir, joder", y al intentar escapar del atolladero presionó el cuello de Al-Hamouti con el codo, la cual tenía agarrada a su amiga Sandra para no perderla, y fue entonces cuando pensó: "O soltaba la mano de mi amiga o me rompían el cuello".

Así lo ha relatado Al-Hamouti en la Sala Cero de la Audiencia Provincial de Madrid, donde del mismo modo ha afirmado que en un momento dado, dentro de la avalancha, vio cómo la cara de su amiga se ponía morada y cambiaba de color y le decía que no tocaba el suelo y que estaba "literalmente flotando".

"Ahí me di cuenta de que o salía de allí o algo malo iba a pasaba; mirabas alrededor y solo había gente gritando", ha relatado Al-Hamoudi ante la fiscal Ana Muñoz entre sollozos.

Cuando estaba intentado salir del vomitorio se cayó encima de un chico que le pidió que se levantara rápido porque tenía a otra chica debajo. Cuando consiguió ver a su amiga Sandra de nuevo tenía una cara "de cadáver, con la vista ida". La cogió del brazo y decidió salir "como fuera". Tuvo que ir "empujando" para llevar a su amiga hasta la enfermería, quien le pedía que parase.

Según ha relatado Al-Hamoudi, la gente que estaba al lado "no se enteraba de lo que pasaba". "Era ilógico", ha apuntado. Cuando consiguieron salir vio "un túnel muy largo que daba a la calle" y había una puerta "que estaba como cerrada" pero no se abría. De repente "un hombre gigante con chaleco amarillo" tiró al suelo a su amiga "porque le había dicho que no podía estar allí", ha asegurado la testigo. Según Al-Hamoudi se rieron de ellas y dijeron "estas son otras dos borrachas".

MORDISCOS Y ARAÑAZOS

La testigo Macarena González ha asegurado que se desplomó en el suelo, y tiró del pelo a su amiga para que el chico que la había liberado a ella viese también a su amiga y la sacase del vomitorio. Una vez las dos fueron liberadas se dirigieron hacia el cuarto anexo al vomitorio. Durante la avalancha ha asegurado que "la gente que tenía debajo" la mordía y la arañaba para conseguir salir de allí.

González ha sido requerida por la letrada de la familia de Cristina Arce sobre las puertas anexas al vomitorio, y la testigo ha asegurado que "los de Seguridad" tuvieron que pisar a la gente "porque no había otra manera" para poder abrir la puerta y comenzar a sacar a gente.

Ya fuera de la avalancha, González ha señalado que tenía las piernas paralizadas, sin nada de fuerza. A día de hoy continúa con la pierna mal. Le mandaron rehabilitación, la estuvo haciendo, pero a día de hoy todavía continúa con dolores en la pierna.

LOS DE SEGURIDAD "SE PARALIZABAN"

Por su parte, Aaron Benito ha asegurado que "los de Seguridad --"gente con chaleco amarillo"-- intentaban tirar de las personas y decían: no puedo contigo". Sus amigos le esperaron durante media hora. Uno de sus amigos comenzó a sacar a gente "y parecía más organizado él que los de Seguridad", ha afirmado. "Ellos se paralizaban".

La testigo Alba Gómez ha asegurado que entró al recinto por la puerta que estaba "totalmente de frente a la entrada". Una vez entró junto a sus amigas, decidieron bajar para moverse un poco de sitio. De allí bajaron al baño y luego a la pista. Cuando llegaron al vomitorio, se puso "en vilo" por todo el cúmulo de gente que tenía encima. "No tenía más fuerzas para moverme y acabé en el suelo", ha asegurado Gómez.

Recuerda ver a un hombre de Seguridad "muy agobiado", algo que le agobió mucho más "porque parecía que nadie podría ayudar". Una vez la sacaron, no recuerda quien, se dirigió hacia la pista. Gómez ha asegurado que tiene una cicatriz en la pierna al intentar arrastrarse por el suelo para conseguir salir".

ACCEDE CON UNA ENTRADA GRUPAL QUE FLORES NEGÓ HABER VENDIDO

Otra de las asistentes a la macrofiesta, Lucía Ramos, ha asegurado que accedió al recinto municipal con una entrada grupal para ocho personas comprada a través de Internet, un tipo de tiquets que el promotor de la fiesta, Miguel Ángel Flores, negó que hubiera puesto a la venta durante su declaración. Ha asegurado que "nada más entrar" bajaron a la pista. Allí, dos de sus amigas se separaron. Llegaron a la pista central por una puerta "a un lateral del pabellón".

En la pista estuvo "como mucho 10 minutos" porque había "un agobio brutal", ha asegurado. Decidió salir por la puerta del vomitorio de la avalancha porque en el escenario la sensación era de que "todo estaba igual de lleno" y salieron por la puerta que más cerca tenían. Pretendían no separarse pero "fue imposible". Ramos no llegó a caer en el vomitorio. Consiguió llegar hasta una de sus amigas, la cual estaba protegida por un chico.

Ambas pidieron ayuda a ese mismo chico, que les cogió de los brazos y las devolvió a la pista central. Ha señalado que la puerta del pasillo estaba al fondo. Vio vallas cerrando algunas de las puertas de salida de emergencia, y recriminó a los miembros de Seguridad que las puertas estuvieran tapadas "con lo que estaba ocurriendo". Ella consiguió salir por una puerta que había en una cristalera.

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