El testigo sorpresa del juicio por la muerte y desaparición de Marta del Castillo, un taxista identificado como F.J.A.B aseguró ayer que llevó a Francisco Javier Delgado, hermano del asesino confeso de Marta, Miguel Carcaño, al mismo portal donde desapareció la joven entre las doce y cuarto y doce y media del 25 de enero de 2009, cuando supuestamente se produjo el traslado del cadáver.
El taxista, que acudió por primera vez ante la Policía el pasado día 10, dijo al tribunal que juzga la muerte de Marta que tiene una certeza 'al cien por cien' de que la persona a la que trasladó a la calle León XIII era Delgado, de quien dió multitud de detalles como la cazadora 'de doble bolsillo' que llevaba, su pulsera de cuero, un lunar en la cara y 'su voz ronca y mirada profunda'. Según el testigo, aunque identificó al usuario al día siguiente, cuando los taxistas de Sevilla empezaron a repartir fotos de Marta, hasta ahora no lo dijoporque creyó que su testimonio no era necesario, al estar detenido el sospechoso.
'LE ESTABA MATANDO'
Pese a ello, cada vez que las noticias hablaban de la muerte de Marta el taxista comentaba a su esposa el traslado que había hecho porque 'se encontraba mal' y el asunto 'le estaba matando'. Afirmó que tuvo la certeza de que era Delgado cuando el 18 de febrero de 2009 le vio en televisión saliendo de una reconstrucción de los hechos en León XIII y cuando oyó su voz por televisión en el juicio, pese a que reconoció que durante el trayecto no habló con él más que para desearse buenas noches y pedir el importe de la carrera.
Francisco José A.B. dudó en algunos puntos del interrogatorio realizado por el abogado de Delgado, José Manuel Carrión, a quien no supo precisar si trabajó los días anterior y posterior al sábado 24 de enero, si en aquella época había cámaras de regulación del tráfico en la calle María Auxiliadora y el tipo de tarifa que aplicó, ya que según el letrado la carrera tuvo que importar 5 euros y no los 8 indicados por el testigo.
La versión del taxista fue ratificada, entre lágrimas, por su esposa Elena N.C., quien afirmó que su marido 'estaba cada día más seguro', pero no acudió a la Policía porque ella le aconsejaba no implicarse ya que 'temía por él y por nosotros'.
Por su parte, dos peritos de la Policía Científica de Sevilla que analizaron hasta 194 muestras relacionadas con el caso de Marta del Castillo confirmaron la existencia de sangre perteneciente 'con absoluta seguridad' a la víctima en el chaquetón del autor confeso del crimen, Miguel Carcaño. Hoy declaran dos peritos que analizaron los repetidores de telefonía móvil que activaron en sus llamadas los acusados la noche del crimen.
'LE ESTABA MATANDO'
Pese a ello, cada vez que las noticias hablaban de la muerte de Marta el taxista comentaba a su esposa el traslado que había hecho porque 'se encontraba mal' y el asunto 'le estaba matando'. Afirmó que tuvo la certeza de que era Delgado cuando el 18 de febrero de 2009 le vio en televisión saliendo de una reconstrucción de los hechos en León XIII y cuando oyó su voz por televisión en el juicio, pese a que reconoció que durante el trayecto no habló con él más que para desearse buenas noches y pedir el importe de la carrera.
Francisco José A.B. dudó en algunos puntos del interrogatorio realizado por el abogado de Delgado, José Manuel Carrión, a quien no supo precisar si trabajó los días anterior y posterior al sábado 24 de enero, si en aquella época había cámaras de regulación del tráfico en la calle María Auxiliadora y el tipo de tarifa que aplicó, ya que según el letrado la carrera tuvo que importar 5 euros y no los 8 indicados por el testigo.
La versión del taxista fue ratificada, entre lágrimas, por su esposa Elena N.C., quien afirmó que su marido 'estaba cada día más seguro', pero no acudió a la Policía porque ella le aconsejaba no implicarse ya que 'temía por él y por nosotros'.
Por su parte, dos peritos de la Policía Científica de Sevilla que analizaron hasta 194 muestras relacionadas con el caso de Marta del Castillo confirmaron la existencia de sangre perteneciente 'con absoluta seguridad' a la víctima en el chaquetón del autor confeso del crimen, Miguel Carcaño. Hoy declaran dos peritos que analizaron los repetidores de telefonía móvil que activaron en sus llamadas los acusados la noche del crimen.
