La bodega más conceptual del Ribeiro

photo_camera Mguel Montoto, director comercial de Coto de Gomariz.
La empresa apuesta por la internacionalización y ya tiene presencia en más de 25 países de todo el mundo

Hablar de Coto de Gomariz es hacerlo de una de las bodegas imprescindibles del Ribeiro (en el concello de Leiro) y del proyecto de la familia Carreiro Álvarez. La primera botella de Coto de Gomariz fue un vino blanco, a finales de los 80 aunque esa fecha no viene sino a ser la culminación de una historia que comenzó muchos siglos atrás y es que, como recuerda Miguel Montoto, director comercial de Coto de Gomariz, “aquí se elaboran vinos desde el siglo X. Una investigación histórica dedujo que Gomariz fue el primer lugar de la península ibérica en donde se construyó una edificación pensada únicamente para ser una bodega”.

En la década de 1970, Ricardo Carreiro Ameijeiras después de su periplo por las Américas, reestructura las viñas familiares solo con variedades autóctonas.  Comprando fincas y anexionándolas al patrimonio familiar, planta en 1978 O Figueiral. Está considerada la primera viña mecanizada de la zona en la época y el primer viñedo que se plantó con la idea de plantar variedades autóctonas. Además puso las bases de lo que sería en un futuro la bodega familiar Coto de Gomariz. En la década de 1980 embotellan sus primeros vinos. En el 2000 su hijo Ricardo Carreiro Álvarez, se hace cargo de la gerencia de la pequeña empresa, un paso fundamental en el que el proyecto se convierte en una bodega profesional, con unas instalaciones modernas, respetando materiales naturales, dotándola de un espacio amplio y de toda la maquinaria moderna.

"A principios de los años 2000 se incorpora el enólogo Xosé Lois Sebio y a partir de ese momento se comienza con otras elaboraciones. Hasta ese momento primaban los blancos y empezamos a trabajar los tintos. Fuimos pioneros porque los tintos que se hacían en el Ribeiro eran un poco mediocres y nosotros queríamos hacer tintos de calidad, y teníamos territorio para lograr esa calidad. Y empezamos a hacer vinos en barrica”, añade Miguel Montoto. Una circunstancia que convierte a Coto de Gomariz en una de las bodegas más conceptuales del Ribeiro.

Internacionalización
El director comercial de Coto de Gomariz añade que “empezamos a posicionarnos entre los vinos de calidad de Galicia y en 2009 vimos que tenían que salir a buscar nuevos mercados. Dar el salto internacional tiene unos costes y para lograrlo nos apoyamos en las ayudas que ofrecían las administraciones, en el Consello Regulador, en el Igape, etcétera”.

Con la presencia de las diferentes ferias internacionales, los responsables de Coto de Gomariz se dieron cuenta de que sus vinos gustaban y que, sobre todo, y en comparación con los vinos nacionales “teníamos un vino de calidad a un precio asequible”.

Miguel Montoto comenta que en este viaje hacia la internacionalización nos hemos dado cuenta que el mercado exterior suele tener menos prejuicios frente a las novedades. Por ejemplo, el mercado de EEUU es un mercado agradecido. Ahora ya estamos en 27 países de todo el mundo y casi el 50% de nuestra producción se va al extranjero. Debemos de ser la bodega del Ribeiro que más exporta”.

Los vinos de Coto de Gomariz se encuentran en países como Inglaterra, Holanda, República Checa, Polonia, Suecia, Finlandia, Noruega, Suiza, Italia, Rusia, EEUU, Canadá, Puerto Rico, Hong Kong, Tailandia, Japón, Corea del Sur, entre otros.

La pandemia ha trastocado la economía de todos los sectores y el del vino no ha sido una excepción aunque el director comercial de Coto de Gomariz señala que “aunque es cierto que hemos bajado ventas a nivel internacional no ha sido tanto como esperábamos y creo que es la prueba de que el trabajo que hacemos está bien hecho. Nuestro trato siempre es muy cercano con los importadores, casi es una relación de amistad. También es cierto es en muchos países, sobre todo los escandinavos,hay una tendencia más arraigada de beber vino en casa. Nuestros vinos son vinos de gama media-alta pensados para la restauración y las tiendas especializadas y estás últimas están más extendidas en muchos de estos países más que en España”.

Pese a la pandemia, Coto de Gomariz tiene claro el camino. “Nos valoran y estamos bien puntuados. Hemos sabido dar con lo que queríamos: un vino que se vea de donde es, la zona a la que pertenece y que al mismo tiempo tenga personalidad y que no sea como los demás. La pandemia es cierto que va a marcar un antes y un después pero lo va a hacer sobre todo en el ámbito de la comercialización. Ahora, por ejemplo, nos estamos formando en marketing digital, en videoconferencias, en catas online. Hemos tenido que reciclarnos a marchas forzadas”.

El éxito de DOCE
Uno de los fenómenos más populares de Coto de Gomariz tuvo lugar con su Doce, un vino blanco dulce de Treixadura, que fue un éxito sorprendente incluso para los propios propietarios. Doce viene del juego de palabras de “Dulce” en gallego que se dice “doce” y el numero 12 porque es el número 12 del listado de Gomariz. Miguel Montoto señala que “debido a su orientación Este las uvas maduran menos y nos permite obtener un vino dulce mediante parada de fermentación por frio y filtración con 80 g/l de azúcar residual. Es un vino original y único, pues somos pioneros en esta elaboración en la zona. La primera edición se vendió toda y muy rápido. Fue un éxito total hasta el punto de que el mercado se quedó sin él durante un tiempo. Lo volvimos a sacar en marzo y está funcionando muy bien. Es un vino muy atractivo y fácil de consumir, sobre todo para aquellos que se acercan por primera vez al vino. En Galicia no suele haber muchos vinos dulces y este tiene un precio muy asequible”.

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