Jorge Estévez Álvarez, once años al frente de la parroquia del barrio de O Couto, actual delegado de los medios de comunicación en el obispado de Ourense, será el pregonero de las fiestas, algo que le provoca “un sentimiento de gratitud por acordarse de mí a la vez que una pequeña preocupación por hacerlo lo mejor posible”.
“Me lo propusieron hace ya algún tiempo, quedamos entonces en concretar más adelante. Y hará tres meses que acordamos hacerlo. Aquella etapa como cura en el barrio me hizo muy feliz, fueron más de diez años, fue una etapa muy bonita. Ya digo, lo primero que me vino a la cabeza fue un sentimiento de gratitud”, remarca.
Va a ser éste el primer pregón de Estévez Álvarez, si bien ya hizo los pinitos “en la sociedad Albor con motivo de una celebración, de la conmemoración de una semana cultural. Pero sí, como pregón propiamente dicho va a ser la primera vez”, relata.
La fiesta y la vida
¿De qué va a hablar? “Eso va a ser mejor escucharlo. Sí adelanto que voy a hacer un pequeño recorrido por mi experiencia en el barrio, subrayando aspectos que considero muy significativos. Se trata de animar a vecinos y visitantes a que disfruten con gozo de la fiesta pero también y sobre todo de la vida, porque la fiesta es un momento puntual, la vida va mucho más allá”.
“Desde luego que mejor reunirnos para celebrar una fiesta que hacerlo para cualquier otro acontecimiento”, recalca Estévez Álvarez, que subraya que “como cura es verdad que no he estado en las actuaciones de muchas orquestas, si bien animo a la gente a que se sume a una celebración que es pagana pero también religiosa”.
Mucho ha cambiado el barrio para Estévez Álvarez. “Los once años que yo estuve como cura fueron otra historia, hablamos del año 1977 en adelante. O Couto ha crecido mucho, las relaciones son diferentes. Fueron unos años preciosos, el barrio de O Couto era una familia grande, pero una familia al fin y al cabo. Una familia articulada en torno al santuario de la virgen y al campo de fútbol, fui diez años capellán de aquel CD Ourense, fueron tiempos preciosos”.
Va más allá: “En el barrio de O Couto nos conocíamos todos, se afrontaban mil iniciativas, nos tratábamos de tú, nos parábamos en la calle a hablar en cualquier momento y de cualquier tema. Las relaciones eran más cercanas. Todo eso ha cambiado, el barrio ha crecido y todo eso se ha perdido. Pero es verdad también que ha ganado en otras cosas”, finaliza el pregonero de las fiestas de 2023.
