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En 2020 regirá el presupuesto de 2018

Pedro Sánchez en un acto de precampaña en La Laguna (Tenerife). (Foto: EFE)
photo_camera Pedro Sánchez en un acto de precampaña en La Laguna (Tenerife). (Foto: EFE)
El Gobierno de Sánchez no pudo crear nuevas figuras tributarias, a pesar de que sí las incluyó en el llamado Programa de Estabilidad, al considerar que se retomarían en el nuevo presupuesto para 2020.

Es posible que eso que el Nobel Paul Krugman llamó, despectivamente, la economía del sube y baja siga más en vigor de lo que a él le gustaría. Porque aunque Krugman lleva ya muchos años predicando el aburrimiento que produce la economía del sube y baja y el simplismo sensacionalista que venden –¿o vendían?– las librerías de aeropuerto, la clase política y el boom de las redes sociales se empeñan en llevarle la contraria. Y no solo a nivel global, también cuando se aborda la economía doméstica; máxime, claro, si hay elecciones. 

España lleva un tiempo alejada de los grandes debates del mundo, como el cambio climático o las guerras comerciales, ya que aquí se ha optado por una agenda dominada por Cataluña y Franco, lo cual podría ser muy interesante si no eclipsara otros asuntos menos emocionales pero más decisivos en la vida de la gente, empezando por el Brexit, la crisis industrial o la crisis demográfica. Hasta tal punto se ha olvidado la realidad en España que en 2020 aún regirán los Presupuestos Generales del Estado de 2018, aprobados por Mariano Rajoy. En consecuencia, el Gobierno de Pedro Sánchez no pudo crear nuevas figuras tributarias, a pesar de que la ministra Nadia Calviño sí las incluyó en el llamado Programa de Estabilidad al considerar que se retomarían en el nuevo presupuesto para 2020. 

Sin el principal instrumento económico del Gobierno puesto al día y sin margen para hacer reformas, las alertas empiezan a aflorar en materias tan sensibles como las pensiones o la deuda pública, que es donde se concentra el grueso de la economía pública española. Tanto es así que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha coincidido con la agencia Moody’s en relacionar ambos conceptos para alertar de que la deuda pública española subirá sin control por el envejecimiento en las próximas décadas. 

Ligar las pensiones al IPC llevará la deuda pública al 130% del PIB en 2048, pronostica la AIReF, que también critica que no se haya hecho nada para bajar la deuda en los últimos cinco años. De hecho, el propio Gobierno de Sánchez contempla una reducción “insuficiente” de la ratio de endeudamiento sobre el PIB, según el organismo encargado de velar por las cuentas públicas.

Pero al mismo tiempo que se cuestiona el modelo de las jubilaciones, no puede perderse de vista que las pensiones se han convertido en decisivas para reducir la desigualdad en España, ya que tanto la sanidad como la educación han perdido peso.

Dicho en pocas palabras, gobierne quien gobierne, España tendrá que acometer reformas importantes en su economía si no quiere volver a sufrir las consecuencias de la recesión. El control del endeudamiento y del déficit, y el mantenimiento de las pensiones se perfilan como tres grandes objetivos, ya que si no cambian las políticas, el endeudamiento crecerá en medio billón de euros en 30 años, según los cálculos de la AIReF.

España tropieza en ese sentido con los problemas de fondo pero también de calendario. La imposibilidad de formar gobierno tras las elecciones del pasado mes de abril ha desembocado en la convocatoria de nuevas elecciones generales, que se celebrarán el próximo 10 de noviembre, sin expectativas de grandes cambios. Y el problema ya no es de si hay que ajustar 6.000 millones de euros como observa el PP, tras escuchar los mensajes que manda Bruselas. El problema es mucho más grave que todo eso. 



AL ALZA | La Agencia Tributaria

La recaudación en la lucha contra el fraude de la Agencia Tributaria sigue en línea con el buen dato del año pasado, cuando se recaudaron 15.088 millones de euros, un 2% más que el ejercicio anterior. Este resultado de 2018 refuerza la tendencia de los últimos años y es el más alto de la historia de la Agencia Tributaria, junto con el obtenido en 2015, que incluyó dos expedientes “singulares” que, por su importe –2.709,18 millones de euros– y sus características, es difícil que se repitan.

A LA BAJA | Los Presupuestos

La no presentación del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2020, para su aprobación antes del primer día del próximo ejercicio, conducirá a la prórroga automática para 2020 de los presupuestos vigentes en la actualidad. Y los presupuestos vigentes en 2019 son a su vez los presupuestos de 2018 prorrogados. El Gobierno en funciones tampoco puede aprobar objetivos de estabilidad presupuestaria, lo que tiene una especial incidencia en la orientación de la política fiscal.



PROTAGONISTAS


Nadia Calviño, ministra de Economía - Se prevé que el déficit de las Administraciones Públicas se sitúe en 2019 en el 2% del PIB. En 2020, si se mantiene el escenario inercial, el déficit de las Administraciones Públicas se situaría en el 1,7% del PIB, según las estimaciones oficiales.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda - Los impuestos sobre la renta y riqueza podrían crecer en 2020 a una tasa cercana al 5%, ligeramente inferior a la de 2019. La previsión oficial contempla una suave ralentización tanto de la remuneración por asalariado como de la creación de empleo.

Jesús Gascón, director de la Agencia Tributaria - Las previsiones de ingresos para 2019 suman 218.249 millones de euros, sin incluir la Seguridad Social. El IRPF es el impuesto que más aporta, con 86.126 millones, seguido del IVA, con 73.712 millones. Sociedades y Especiales están muy por debajo.

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE - Más de diez años después de iniciada la última gran crisis económica, las empresas siguen lejos de igualar sus aportaciones de 2007 a las arcas del Estado por Sociedades. Frente a los 44.823 millones de 2007, este año se recaudarán 26.063 millones.

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