ÁGORA ECONÓMICA

Análisis y medición de la actividad turística comarcal en Galicia

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En el último número de la revista Papers de Turisme editado por la Agencia Valenciana de Turismo se publicó un artículo que elaboré junto a Francisco Ferreiro de la Universidad de Santiago de Compostela y Marta Camino, sobre turismo y desarrollo económico comarcal en Galicia.

Esta cuestión ha sido escasamente tratada en la literatura, donde ha predominado el estudio basado en experiencias y casos concretos focalizados en el ámbito local, de indudable interés, pero que no permiten una aproximación global adecuada.

COMARCA COMO REFERENTE

El turismo se ha convertido en una actividad estratégica para nuestra Comunidad Autónoma, lo que obliga a la Xunta de Galicia a realizar una correcta planificación y gestión. El objetivo es claro: debemos posicionarnos en un buen lugar, tanto a nivel nacional como internacional. Cierto es que desde bastantes años la Xunta de Galicia viene promoviendo planes de acción para mejorar nuestra capacidad turística. Fruto de este esfuerzo se ha conseguido establecer las bases para que Galicia se esté convirtiendo en un destino turístico elegido por los visitantes, pero todavía hay mucho trabajo por hacer, sobre todo en el correcto diseño de actuaciones a nivel macroeconómico. No hay que perder de vista esta realidad.

La aportación de turismo al desarrollo local y regional es evidente. La actividad turística permite generar riqueza y nuevas oportunidades económicas a toda la economía en general, pero de manera especial en donde se desarrolla. Sin embargo, para aprovechar esta importante serie de ventajas es necesaria una adecuada planificación, puesto que la actividad privada no siempre es capaz de poner en valor un determinado espacio como producto turístico. Solo así se logrará configurar la actividad turística como elemento relevante para la economía. 

Por lo tanto, hace falta mucha más planificación y un poco menos de improvisación. Esta labor no debe hacerse solo a nivel municipal o provincial, que por supuesto es importante, sino que implica tener muy en cuenta la vertiente comarcal, ya que al igual que sucede con otras muchas cuestiones económicas, las sinergias están muy presentes en la actividad turística. A modo de ejemplo, cuando un turista visita una localidad, lo habitual es que realice desplazamientos a otros territorios próximos, por lo general dentro de la misma comarca. Por otra parte los recursos turísticos de una determinada localidad generan beneficios tanto a ese municipio, como  a otros próximos. Se trata, por lo tanto, de pensar globalmente. Teniendo en cuenta esta realidad, la comarca es un referente a la hora de diseñar correctamente las políticas turísticas.

MEDIR LA ACTIVIDAD

Precisamente por ello, creímos necesario satisfacer esta demanda y que Galicia contase con algún estudio que analice la actividad turística por comarcas. Esto permitirá identificar aquellas con mayor actividad, las posibles diferencias, su grado de desarrollo y señalar las comarcas que, teniendo los recursos para la actividad turística, aún no ha sido capaces de implementar su desarrollo.  

Este análisis sólo se puede realizar si se cuenta con profesional especializado que sepa utilizar herramientas y técnicas de naturaleza económica y estadística, que mida todos los efectos. Como es conocido, la actividad turística genera efectos directos e indirectos sobre la economía. Los primeros se derivan de los subsectores y ramas de actividad que se encuentran en contacto directo con el turismo. Este sería el caso del valor añadido que supone, por ejemplo, la actividad hotelera o de restauración o la realización de excursiones o visitas. Los indirectos son consecuencia del efecto arrastre de estas actividades sobre otras ramas que pueden proveer bienes y servicios intermedios para el subsector turístico. Sin ánimo de ser exhaustivo, dentro de este grupo se podría citar la riqueza generada por las empresas que facilitan alimentos, constructoras, industrias textiles o de suministros. La lista es muy amplia, ya que los efectos indirectos son tan importantes como los directos. De nuevo es evidente que la actividad turística no solo debe centrarse en la gestión de cierto tipo de empresas relacionadas directamente con el turismo, sino que debe entenderse como algo más complejo. No hacerlo así nos llevaría a un análisis parcial, sesgado, con estimaciones poco ajustadas a la realidad que supone el turismo. No debemos caer en este error.

Un buen ejemplo de “buenas prácticas” es la utilización de la Cuenta Satélite del Turismo de España (CSTE). Gracias a esta herramienta económica se puede calcular lo que realmente representa el turismo en términos de empleo, tanto por los efectos directos como indirectos. Partiendo de la misma se constata como a nivel nacional supuso casi el 12% del total de empleo en 2012, una cifra similar a la obtenida antes de la crisis. Siguiendo con esta herramienta se comprueba como la aportación del turismo al PIB incluso mejora en relación al 2008, al situarse en torno al el 11%. Por lo tanto la relevancia macro del turismo es algo más que evidente. Otra herramienta muy potente es la Tabla Input-Output. 

¿Qué es lo que pasa en Galicia? Centrando el estudio en nuestra Comunidad Autónoma se comprueba que hasta la década de los 90, sin considerar el turismo procedente del camino de Santiago, nuestra oferta era prácticamente de litoral. La situación cambia a partir de 1993, gracias a la fuerte y decidida apuesta de la Xunta de Galicia por el Xacobeo. A partir de entonces es cuando se produce un importante cambio cuantitativo y cualitativo del turismo que viene a Galicia. Afortunadamente, desde entonces, todos los ejecutivos autonómicos comprendieron lo importante de este evento para Galicia y optaron por potenciar la oferta de plazas turísticas en las diferentes rutas para Santiago. Esta actuación también permitió, gracias al efecto arrastre, reforzar la oferta turística del litoral, ya de por si importante, aunque bastante estacionalizada. Así, durante las dos últimas décadas la media de visitantes que vienen a Galicia es de 3,5 millones, superando los 3,7 millones si es un año santo. 

Como se ha señalado, la actividad turística se traduce en importantes efectos sobre la economía regional y comarcal. Sin embargo, en Galicia esto no suele tenerse en cuenta, ya que no se dispone de información estadística directa a nivel comarcal. Sin embargo, es posible realizar un ejercicio científico de agregación de datos municipales para conocer sus efectos. Para ello, en la investigación que publicamos, construimos una batería de indicadores, a partir de otros ponderados a nivel municipal, que nos permitieron tener una fotografía de la actividad turística a nivel comarcal.

Galicia cuenta con 313 ayuntamientos en 53 comarcas: 18 en A Coruña, 13 en Lugo, 12 en Ourense y 10 en Pontevedra. La comarca supone una división del territorio que comprende varias poblaciones, con una dimensión heterogénea, pero que comparten características físicas (orografía o hidrografía, etc.) humanas (demografía, economía, urbanismo, etc.) e históricas (patrimonio, cultura, etc.) muy similares.  Por lo tanto, la comarca tiene una serie de características que la hacen ideal para el estudio agregado que queremos realizar de la actividad turística en Galicia. 

Para ello era necesario contar con una batería de indicadores que nos permitieran asegurar un estudio científico riguroso. Se optó por utilizar, en primer lugar, el llamado “índice turístico”, calculado en base a la cuota tributaria del Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Este indicador tiene en cuenta el número de habitaciones, la ocupación anual, el tiempo que está abierto y la categoría del establecimiento turístico, posibilitando una primera aproximación a la importancia de la oferta turística. El segundo indicador fue el de “restauración y bares”, que permite señalar el número de restaurantes y bares existentes, lo que supone también una variable que condiciona claramente la capacidad de atracción del turista. El tercer indicador fue el “índice económico”, obtenido en función del IAE correspondiente al total de actividades económicas empresariales y profesionales. 

Estas tres variables contenidas en el Anuario Socioeconómico de la Fundación La Caixa para los diferentes municipios españoles, con una población superior a los 1.000 habitantes, se complementó con un cuarto, que fue la “oferta pernocta media”, medida a través del número de instalaciones y de plazas para dormir. Este último indicador fue obtenido a partir del Instituto Gallego de Estadística (IGE), siendo una variable  proxy del número de viajeros que pernocta en Galicia.

A partir de este conjunto de indicadores y utilizando varias técnicas de inferencia estadística quisimos comprobar científicamente si ciertas afirmaciones relacionadas con la actividad turística eran ciertas y, en caso de serlo, el grado de bondad estadístico de las mismas. Para ello planteamos cinco hipótesis de trabajo. La primera era demostrar si realmente las comarcas del litoral poseen mayor actividad turística que las de interior. La segunda, si las comarcas del sur de Galicia tienen una mayor actividad turística que las del norte. La tercera, si las comarcas del litoral de las Rías Baixas tienen una mayor actividad turística que aquellas situadas en las Rías Altas. La cuarta, si existe una relación estadísticamente significativa y positiva entre la actividad turística y la actividad económica comarcal. Y, finalmente, si se da una relación positiva y significativa entre la población y la actividad turística comarcal.

A partir de la investigación, la primera de las hipótesis se cumple para el número de actividades de restauración y oferta pernocta, pero no así para el índice turístico. Las hipótesis dos y tres no se cumplen estadísticamente, por lo que no es posible afirmar que la actividad turística sea mayor entre las comarcas del norte y sur de Galicia o aquellas situadas en las Rías Altas o Rías Baixas. En relación a la hipótesis cuatro, esta se cumple, existiendo una relación positiva entre la actividad turística y la actividad económica en las comarcas gallegas. Lo mismo sucede con la hipótesis cinco, manifestándose una relación positiva entre el nivel de población y la actividad turística en las comarcas gallegas. 

Teniendo en cuenta estos resultados y otros muchos contenidos en la publicación citada, resulta necesario continuar reforzando las actuaciones propuestas en el Plan de Acción de Turismo de la Xunta de Galicia. Paralelamente, se deben establecer nuevas actuaciones para el futuro que tengan en cuenta la realidad comarcal, dado lo relevante de esta cuestión para un desarrollo equilibrado del turismo. Es evidente que la actividad turística puede convertirse en un eje estratégico del desarrollo local en Galicia. Para ello es necesario fomentar la coordinación entre los sectores público y privado y, además, conseguir que colaboren todas las administraciones públicas. 

En definitiva, es tarea de las administraciones públicas y organismos responsables de la política turística el promocionar e impulsar el turismo, y todo esto solo es posible si se miden sus efectos macroeconómicos, una de las asignaturas aún no totalmente desarrolladas en nuestra Comunidad Autónoma. Además, la perspectiva comarcal es algo que necesariamente debe tenerse muy en cuenta, dadas las importantes sinergias.

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