"En la distribución hay que moverse rápido y muy bien, nunca dar un paso en falso", comenta el director de la mercantil
Artur Yuste es desde el año 2010 el director general del Grupo Cuevas, un conjunto de sociedades ourensanas con presencia en varios sectores, sobre todo el de la distribución. La mercantil celebra los 150 años de existencia firmando un balance que consolida su crecimiento. Acaba de presentar resultados del 2016, con 99,8 millones de euros en ventas, con un crecimiento del 6%. El ebitda creció en cuatro años un 138% y ahora es de 3,1 millones de euros.
¿Cómo se consigue mantener los ratios de crecimiento en los años duros de la crisis?
Sobre todo con mucho trabajo. Lo importante es tener las cosas claras, querer llegar a algún sitio es la única forma de llegar a él. Se llega teniendo objetivos muy concretos y crecimientos continuados, y sobre todo las personas. Gracias a los más de 500 trabajadores que formamos parte de Cuevas podemos conseguir que esto sea posible. Por el compromiso que la empresa tiene con nosotros y el que nosotros tenemos con la empresa.
¿Cómo han incentivado a la plantilla para esos objetivos?
Tenemos que intentar que todos los que trabajamos aquí podamos disfrutar de la vida en base a una nómina. Por un lado queda el disfrute del trabajo y por otro entra el sustento que del trabajo quitas para vivir. Intentamos que nuestras nóminas se vayan actualizando para que los trabajadores tengan calidad de vida y, poco a poco, incluso por encima de la media de Ourense.
El Grupo Cuevas lo forman un conjunto de sociedades en las que habrá luces y sombras.
¿Cuáles son las que más brillan y las que van peor?
Los puntos de luz están muy claros: Cuevas y Cía está haciendo grandes ejercicios, reforzando mucho la posición de la castaña, entrando en nuevos operadores y creo que ese es un punto de luz clarísimo. También la constancia de Ignacio de las Cuevas en este crecimiento es otro pilar fundamental. Quizá en la zona de sombra diría lo mal que lo hemos pasado en Tomóvil, la empresa de automoción, pero también es cierto que este año los resultados dejarán beneficios.
El sector de la distribución es muy competitivo. ¿Es complejo mantener posiciones de liderazgo?
Sí que lo es. En el sector de la castaña, el marrón glacé, lo peor es que no tenemos competidores que nos ayuden a mejorar. En la distribución lo malo es que tenemos demasiados y hacerse camino cuesta mucho. Hay que moverse rápido y bien, nunca dar un paso en falso. Creo que lo estamos haciendo bien, por lo menos los números nos acompañan.
¿Cómo valora la alianza que mantienen con Spar?
Es el tercer año con ellos y es muy positiva. En los dos primeros años nos ha servido para implantar la marca y posicionarnos, y ahora estamos en una situación de salida importante, en la que poco a poco la representatividad que tendrá Spar en Ourense y en el resto de Galicia será mayor.
¿Se acabó el gigantismo de los centros comerciales, también en alimentación?
Yo creo que sí y los datos que nos están llegando a través de consultoras especializadas es que los hipermercados se están agotando. El cliente tiene los mismos productos al mismo precio debajo de casa y en tres minutos lo tiene en su domicilio, sin coger un coche, hacer colas y patearse diez mil metros cuadrados de sala de ventas cuando lo tienes en casa con el mismo precio, incluso con más calidad. Al hipermercado le quedan años muy difíciles.
¿Cómo valora la situación demográfica que vacía pueblos y villas donde ustedes tienen puntos de venta y zonas de aprovisionamiento de materia prima?
Ese es un caballo de batalla de todos como sociedad. Las empresas debemos tener responsabilidad social y lo que nos toca ahora es luchar contra el declive demográfico y para ello debemos generar empleo y riqueza, aportando valor e innovación a las zonas más deshabitadas. También tenemos que aplicar profesionalización en la agricultura, hay muchos sectores que no se explotan y que podrían dar riqueza. Las empresas debemos apoyar esas fórmulas, acuerdos para intentar que vuelva la vida y la recobrarán en la medida que se puedan generar puestos de trabajo.
Hace años que trazaron un plan de expansión fuera de Ourense. ¿Cómo está en estos momentos?
Va muy bien porque en 2016 abrimos dos supermercados, uno en A Rúa y otro en la ciudad de Lugo. Creo que debemos ir pasito a pasito pero llegando a través de objetivos creíbles y solventes. Eso es lo que estamos haciendo. Es costoso, pero nosotros ya estamos en toda Galicia. El sobrecoste que puede tener llegar a cualquier otra zona es limitado a nivel de inversión y recursos, pero a nivel de sobreesfuerzo en nuevas rutas, a nivel logístico, estamos ya casi en toda Galicia. No es una cuestión de abrir nuevos frentes sino ampliar y valorar los que tenemos ahora.
¿Qué proyectos hay entonces en ese sentido sobre la mesa?
Tenemos varios proyectos pero en este año lo que queremos es concretar un nuevo supermercado propio que lo haremos en los próximos meses, queremos remodelar un cash and carry y ampliar nuestra flota de vehículos. A nivel de inversión en 2016 hemos invertido 3,8 millones de euros y ese ratio de inversión se va a mantener este año.
Cumplen el 150 aniversario. Está la empresa fortalecida como para pensar en otros 150 años?
Yo creo que sí. Realmente el nacimiento de una empresa es el punto de inflexión más importante. A lo largo de los años la empresa se ha ido haciendo fuerte, sacando músculo y la situación financiera y económica del grupo nos permite tener tranquilidad y dársela a los socios, a los trabajadores, a clientes y proveedores.
