Olvida que nuestra prosperidad está en el ahorro y no en más consumo a costa de estar más endeudados
La polémica llegada de Madrid para reclamar a los inquilinos de vivienda el pago del impuesto de transmisiones patrimoniales, un tributo en vigor desde hace más de veinte años que, según la normativa, corresponde abonar a los arrendatarios en el momento de firmar el contrato de alquiler, acaparó las especulaciones fiscales gallegas de la semana.
Si empezó en Madrid, la medida ha provocado que, por efecto contagio, encienda las alarmas en otras comunidades que recogen la revisión del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en los alquileres dentro de sus planes de inspección tributaria. Una medida que afectará sólo a particulares pues las empresas tributan por IVA; y tan desconocida, que apenas se paga y las comunidades autónomas tampoco reclaman. Cómo liquidar un impuesto sin tener nada.
Si el objeto del tributo es grabar una transmisión que se hace a cambio de pasta, un arrendamiento, a priori no es precisamente la adquisición de nada -aunque sea un derecho de uso sobre algo en un plazo delimitado- pero al ser a cambio de un precio se califica como adquisición onerosa y está obligada. O acaso hay algo que se intercambie por valor en el mercado y en el derecho tributario quede libre de carga. En nada habrá que pagar impuestos y tasas por lo que falta: por respirar y no morir asfixiado; por comer y no morirse de hambre; por beber y no morirse de sed; por estar debajo de un techo para no pasar frío y eso claro si no se ha grabado con IVA de entrada.
LO COMIDO POR LO SERVIDO
La lucha contra el fraude fiscal es uno de los caballos de batalla tanto de la administración central como de la autonómica y aparece de manera habitual en los discursos de los dirigentes políticos en aras de una mejor justicia social. Esta persecución de los defraudadores y del dinero negro resulta además capital para paliar la caída de ingresos públicos y atajar el déficit que soportamos.
En esa estrategia de prevención y lucha contra el fraude llevada a cabo en Galicia, la Agencia Estatal de la Administración Tributaria ha obtenido durante el año 2015 unos ingresos de 495 millones de euros, la cifra más alta. Pese a la cuantía del importe, no son muchos quienes defraudan; y pocas las personas que conocen el mecanismo que consigue detraer dinero y que posteriormente convierte este siendo negro en blanco. Pero las fórmulas son variadas: sacarlo en maletas hasta Suiza, Gibraltar o Andorra que es lo que hacían los Pujol o los Bárcenas y para una vez allí crear sociedades y abrir cuentas bancarias. El clásico de la compra de billetes de lotería premiados, más de la onda galaica - hasta que Hacienda obligó a los premiados a ingresar una retención del 20%-. O a través de sociedades interpuestas que realizan operaciones ficticias entre ellas y que emiten facturas falsas. O yendo al casino, directamente, y cambiando las fichas por talones bancarios.
EL FRACASO “OFICIALISTA” DE LA AUSTERIDAD
El jefe del Banco Central Europeo anunció en esta semana una nueva ofensiva de estímulo monetario. Con tipos de referencia al 0%, una tasa de interés de facilidad marginal al crédito reducida al 0,25%, un tipo para la facilidad de depósitos al -0,40% , la ampliación de las compras mensuales en el marco del programa de compra de activos, la inclusión en las compras regulares de bonos emitidos por sociedades no financieras para la zona euro y nuevas TLTRO para financiar a largo plazo a los bancos. Mucha pasta. El motivo formal de la medida es echar leña al fuego de los precios de una economía que comienza a andar aunque no muy lanzada. Para evitar que conjuntamente, con unas materias primas a la baja, evitar que se hunda en una espiral deflacionaria. Las teorías ortodoxas siempre han advertido que la caída de los precios es intrínsecamente mala.
El discurso oficial reza tal que si los precios de los bienes de consumo caen porque la gente deja de consumirlos, ese movimiento de mercado hará que el consumo se hunda aún más y los precios continúen cayendo, lo cual repercutirá a su vez negativamente sobre la inversión y sobre el empleo en forma de devastadora crisis . En teoría la fuerte bajada de tipos anunciada esta semana desde Europa hace que la compra de deuda pública sea poco rentable para las entidades financieras por lo que éstas tendrán que centrar su vía de negocio en dar crédito barato a empresas y a familias a mansalva -con el fin de darle salida a toda esa lluvia de pasta-.
Y en un contexto actual de fuerte desigualdad da miedo pensar que se anteponga la política- política a las medidas monetarias, siendo Europa una unión de países comercial. Pero olvida no se si aposta o en un desliz que vivimos en un país en el que se nace endeudado y con la prima de riesgo muy alta por lo que la fórmula de nuestra prosperidad futura tiene que aplicar ahorro y no un mayor consumo a costa de estar más endeudados. Lo contrario de hacia donde mira Mario Dragui.