CREANDO LA MARCA OURENSE

El AVE o la caída demográfica, entre los retos ourensanos del futuro gobierno

XESÚS FARIÑAS
photo_camera Retos como el AVE y otras inversiones deberán refrendarse en los Presupuestos.

La nueva legislatura se abre con muchas interrogantes, pero con grandes retos para la provincia, sea quien sea el que gobierne

Hace siete días que las urnas dictaron sentencia y ahora toca constituir el Gobierno, tarea no sencilla a juzgar por las posiciones de estos días en el tablero político. En el caso de Ourense son muchos los retos que están planteados y que esperan soluciones, sea quien sea el que lleve el timón ejecutivo del Estado. No todas las políticas dependen de la administración central, pero sí algunas con una gran trascendencia. La provincia sufre desde hace varias décadas una sangría demográfica que no se ha logrado cortar, ni tampoco parece que la solución esté para pronto. 

En el año 2000 Ourense tenía 345.241 habitantes, pero diez años después la cifra era de 335.219 y este año que está a punto de concluir el censo es de 318.391 habitantes, con lo que la pérdida en los últimos 15 años ha sido de 27.229 personas, lo que da idea de la gravedad de la situación. 
A ello hay que añadir un grave envejecimiento de la población, con un 35% del censo que supera los 65 años. Por la otra parte de la pirámide, muchos jóvenes son los que hacen las maletas para huir de una provincia en la que dicen no tener oportunidades y en la que las tasas de desempleo juvenil superan con creces el 20%.

Y es que el empleo, también en Ourense, es el eterno caballo de batalla. Todos los partidos que concurrieron a las elecciones del día 20 dijeron tener recetas eficaces para torcer la gráfica del paro, crear empleo estable y de calidad. El reto será importante en una provincia con escasa industria, con un sector primario casi abandonado y confiando su suerte de desarrollo al sector servicios. Las cifras oficiales del Ministerio de Empleo confirman que hay todavía 25.082 inscritos en los registros públicos como demandantes de un puesto de trabajo en la provincia, aunque en el último año la cifra se ha reducido en un 7,96%, lo que supone mejorar la cifra en 2.169 personas.

Pero también en Ourense el empleo que se crea es frágil ya que el propio Ministerio reconoce que el 90,87% de los accesos al mercado laboral que se han firmado desde comienzos de año son temporales. Desde que se inició este ejercicio, se firmaron 61.937 contratos en la provincia, pero únicamente fueron 5.657 los indefinidos, mientras que  56.280 han sido temporales.

Y también en el plano sociolaboral, otro de los retos del futuro gobierno será el incremento del número de afiliados a la Seguridad Social, que está por debajo de los 100.000 en la provincia, la más baja de Galicia. Con ello, la mejora de las pensiones, donde Ourense está en el farolillo rojo, con prestaciones medias que no llegan a 650 euros mensuales. En la actualidad Ourense tiene complicado mejorar sus percepciones debido a las cantidades cotizadas por los trabajadores con salarios medios también muy bajos.

Según la Agencia Estatal Tributaria, el sueldo medio de la provincia no llega a 17.000 euros brutos anuales. Las políticas socioeconómicas deberían tender a mejorar esos indicadores, aunque las soluciones o las medidas no tendrían resultado a corto plazo.

Las infraestructuras
También el futuro gobierno de España heredará compromisos que aún están por cumplir, por ejemplo en materia de infraestructuras. Sin duda el más evidente es el AVE, cuyas obras de conexión con La Meseta llevan años en ejecución y cuya finalización se prevé para el 2018, según el compromiso reiterado por Ana Pastor, ministra de Fomento en el gobierno de Rajoy.

Desde el año 2011 hasta el 2014 a la alta velocidad ferroviaria gallega se destinaron 3.500 millones de euros y los Presupuestos Generales del Estado prevén 747 millones más para seguir con las obras en los tramos que faltan, ya en la provincia. Aun siendo una cantidad importante, todavía quedan importantes tramos para desarrollar, sobre todo la entrada a la ciudad y la construcción de la estación intermodal en el barrio de A Ponte.

Solo el tiempo dirá si las inversiones en la gigantesca infraestructura ferroviaria estarán o no “blindadas”, como la titular de Fomento proclamó en varias ocasiones y con ello la garantía de que se licitarán los tramos que restan. Pero no solamente hay muchos recursos que movilizar, para el AVE, sino que en materia de comunicaciones siguen pendientes nuevos tramos de la autovía A-56 que unirá Ourense con Lugo, el desarrollo del proyecto de la A-76, que comunica la provincia con El Bierzo y otras actuaciones pendientes.

Los deberes pendientes alcanzan también al desbloqueo de las obras del Museo Arqueolóxico o la finalización del complejo cultural del barrio de San Francisco, con el archivo y la biblioteca.
Y es que la inversión pública no está siendo el fuerte de la provincia.

Al contrario, los indicadores de ejecución de los proyectos de obra pública no dejan de caer en Ourense. Según la patronal Seopan, de cada cien euros invertidos en Galicia, no llegan a cinco los que tienen destino en la provincia.

La próxima legislatura se iniciará con grandes retos pendientes para Ourense y se sabrá en qué medida el futuro gobierno será capaz de cumplir con las expectativas creadas, pero sobre todo, con las promesas efectuadas en campaña, todas beneficiosas para la provincia, a decir de los candidatos.

Te puede interesar