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Biscuits Galicia, 13 años de innovación en forma de galleta

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photo_camera La galletas con caras sonrientes son las más clásicas de Biscuits Galicia.

Cada día salen del horno de su fábrica de O Porriño cerca de medio millón de galletas que se venden por toda España e incluso en Europa

Biscuits Galicia nació hace 13 años en un bajo de 200 metros cuadrados detrás del vigués parque de Castrelos de la mano de los hermanos Troncoso, Pablo y Jose. Hoy cuenta con una nave de 2.000 metros cuadrados en el polígono porriñés de As Gándaras y sus galletas se venden en los principales supermercados de toda España e incluso en Europa. Cada día salen del horno medio millón de galletas en medio centenar de variedades de galletas y pastas.

El secreto de su éxito está en recetas tradicionales basadas en ingredientes del campo y con formatos innovadores, como sus clásicas caras sonrientes o con forma de corazón. Todo ello unido a la marca Galicia ha llevado a Biscuits Galicia a un conocimiento muy amplio por los consumidores.

La empresa, cien por cien capital gallego, empezó por el canal de hostelería, pero en 2010 dio el salto al gran consumo y sus galletas se pueden ver en los lineales de los principales supermercados e hipermercados de España. En menos de cinco años el “Surtido Biscuits Galicia” se ha convertido en líder de ventas de su categoría en los supermercados gallegos, explican desde la compañía.

Llegó así en 2014 su primera tienda-café en la Porta do Sol de Vigo, donde testan todas las novedades antes de su lanzamiento definitivo al mercado.

Mientras, las inversiones avanzan y en los últimos años la empresa ha adquirido una segunda amasadora industrial, una segunda línea de envasado, una línea de estuchado y retractilado y una línea de producción de magdalenas.

La innovación es una de las herramientas clave de Biscuits Galicia para poder competir en un mercado complejo y maduro como el galletero. En este sentido colabora con las universidades de Vigo y Santiago, con el CSIC o la Axencia Galega de Innovación promoviendo proyectos como unas galletas antiestrés y otras que contribuyan a rebajar el nivel de colesterol.

Su última novedad en el mercado, para el canal de hostelería, han sido las galletas saladas con cuatro sabores típicos de la gastronomía gallega: pimientos que no pican, quesito tierno, lacón sin grelos y mejillones en escabeche. Se trata de un producto innovador fruto de la investigación de años y que se está convirtiendo en tapa de moda en Galicia.

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