Con prima de riesgo

La Bolsa, ese referente que nadie sabe cómo funciona y que puede arruinar países

Un buen ejemplo de cómo las cosas suben y pueden caer en un día, fue el conocido como crash de las "puntocom"

La Bolsa parece un misterio que solo unos pocos, con lujosos coches aparcados a la puerta, pueden discernir, interpretar o gestionar. Pero realmente la Bolsa es un proceso simple y con mecanismos de gestión bastantes sencillos. El mercado funciona como cuando usted va a comprar al súper. Usted puede elegir entre una gran gama de productos y al final elige y compra el que considera adecuado a sus intereses. Pero con la diferencia de que compra  productos bursátiles (Valores, Materias Primas, Bonos, Divisas, Opciones, Créditos, Deudas y Derivados), que operan de manera física en un Mercado o Bolsa que puede reunir uno o varios de estos instrumentos en su mercado.

La siguiente diferencia es que cualquiera, en cualquier parte del mundo, puede comprar un producto bursátil, solo con la necesidad de comprar un acceso mediante empresas especializadas. No muy caro por cierto. 

Estas empresas, además, nos permiten el acceso a una gran variedad de bolsas del mundo. Por cierto, un mundo donde existe una gran cantidad de mercados bursátiles y con cierto grado de especialización.  Como puede ser el ejemplo de la Bolsa de Chicago especializada en materias primas. Algunas referencias a comprar pueden ser productos bursátiles que operan de manera física en un Mercado o Bolsa que puede reunir uno o varios de estos instrumentos en su mercado.

Como vemos, actuar en este entorno es bastante sencillo y además es muy fácil movernos por el mundo de la compra en bolsa. Eso no quita la presencia de sus peligros, que nacen por el volumen de dinero almacenado y por el origen de buena parte de ese dinero. La historia de la Bolsa esta plagada de grandes “crashes” que “arrasaron” países, empresas y familias. Además del famoso crash del 29 (Black Thursday), el jueves 24 de octubre de 1929, que se llevo por delante, en pocos días, al sistema bancario americano (cerró 600 bancos) y dio paso al periodo de la Gran Depresión, uno de los peores periodos de la crisis del siglo XX. 

La historia también nos habla de otro periodo crítico, el lunes negro, el 19 de octubre de 1987 y las bolsas de todo el mundo “se gripaban” con una caída general. El índice Dow Jones se desplomó 508 puntos (-22,6%) situándose en los 1.739 puntos. Hacia finales de mes el mercado de valores de Hong Kong ya se había desplomado un 45%, Australia un 42%, España un 31%, el Reino Unido un 26% y las bolsas de Wall Street y de Canadá un 23%. 

Un buen ejemplo de cómo las cosas suben y pueden caer en un día, fue el conocido como crash de las puntocom. Entre el año 1997 y el 2000 las empresas de corte tecnológico adquirían valor  rápidamente en bolsa. Y de repente, el Nasdaq 100 paso de marcar un máximo histórico en los 4.816,35 puntos en marzo de 2000 para luego desplomarse un 83% hasta los mínimos de octubre de 2002 en los 795,25 puntos. El Nasdaq tardó hasta 15 años para volver a alcanzar los mismos niveles de cotización y valor. 

Llegado este punto se preguntaran si la bolsa es tan peligrosa como parece. Este instrumento financiero cada día crea riqueza, sino que se lo pregunten a Amancio Ortega, cuya “empresita” está valorada (millón arriba o abajo)  en cerca de 93.000 millones de euros. Además, es un instrumento de financiación de las empresas y de la banca de gran utilidad para poder desarrollar sus actividades y planes de futuro. Que no dejan ser un motor de creación de empleo. 

Y también es una buena fuente para mejorar la rentabilidad de los ahorros, ya que suelen aportar más nivel de renta de intereses que los valores  de los productos clásicos de bolsa. 

Pero, respondiendo a su pregunta,  hay que reconocer que la bolsa es peligrosa, porque cuando cae suele hacerlo con grandes niveles de pérdidas que afectan a toda nuestra economía, empresas, bancos, aseguradoras y hasta a los propios estados. Y además debo añadir que nadie se escapa de los efectos de estos crashes. 

Como vimos en el año 1929 cayó la bolsa, pero arrastró a la banca haciendo que los ahorradores tradicionales perdieran su dinero depositado y por tanto afectando de forma grave a la economía real. Oro dato para su consideración, se calcula que los  fondos de pensiones son de los mayores inversores institucionales del planeta.

Por lo tanto ya lo sabe: Cuando las bolsas se constipan, la economía real enferma y suele ser una enfermedad contagiosa vía 

banca, vía seguros, y vía empresas. 

A estas  alturas se preguntará por qué le comento estas cuestiones. Pues porque el que avisa no es traidor. Como hemos visto en los ejemplos, siempre que sube la bolsa de una manera elevada, y con grandes niveles de riqueza, suele ser el anticipo, en algún momento, del crash del sistema bursátil. Y los síntomas ya aparecen, El Dow Jones bate récords históricos.  Y el Nasdaq esta en un nivel de record único. 

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