CINCO DÍAS EN GALICIA

Hacia un cambio de mentalidad en la prestación de los servicios bancarios

La transformación del modelo de negocio aboca a la extinción la fórmula convencional

En la calle en la que he vivido durante mi infancia, llegaron a convivir hasta 17 sucursales bancarias en un espacio de no más de 400 metros de longitud. Algo que ahora, ni las calles más comerciales de nuestras ciudades pueden afirmar. Tiempos aquellos en los que la banca con múltiples nombres y presencias, buscaba prestar un servicio cercano y próximo al cliente o potenciales clientes. De aquellos tiempos ya no queda absolutamente nada. Apenas quedan dos sucursales de bancos con nuevos nombres, nuevos dueños y nuevos modelos de negocio, donde el ahorrador ya no es necesario. 

Porque esa es otra. Si usted pretende ahorrar dinero con aquel producto llamado depósito a plazo fijo, va apañado. Por obra y gracia de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) los bancos disponen de gran cantidad de capital a precios efímeros, por no decir gratis, que hace que la figura del ahorrador se convierta en innecesaria en el sistema bancario español. Sí, lo que usted ha leído: La banca ya no necesita a los ahorradores para prestar dinero, ya que la “máquina” de hacer dinero de Draghi le ha sustituido. 

Pero si usted ha decidido que a pesar de las efímeras ofertas por su ahorro va a seguir siendo cliente de la banca clásica,  me temo que deberá usted afrontar una carrera de obstáculos, que no será sencilla ya que deberá aguardar esas largas colas que acostumbran actualmente a acompañar la visita a su sucursal; conocer y entender los contratos y los productos que bajo el nombre de  “mixtos” aúnan productos financieros complejos que requieren amplios conocimientos; y asumir una serie de comisiones cada vez más “suculentas”. 

Comisiones bancarias que se han convertido en un tema de Estado. Si ustedes tienen un rato para leer las recomendaciones del Banco Central Europeo sobre la banca española (lectura ligera para antes de la siesta), los “sabios” recomiendan a la banca tener más ingresos por sucursal. Impresionante la solución, ¿verdad? Receta para solucionar la crisis de nuestro sistema bancario, a la que se sube el Banco de España. Esta entidad es famosa en el mundo entero, por no enterarse de que 20 de los 36 bancos españoles estaban en una situación “delicada” que ha terminado con la petición de una “línea de crédito”  a la Unión Europea de 100.000 millones a pagar entre todos. 

VERSATILIDAD

En fin, como le decía, la solución es más ingresos por sucursal, esta frase ha arrasado con miles de puestos de trabajo, de sucursales e incluso con bancos enteros. Los bancarios (dícese de los trabajadores de banca, -al menos en mi barrio-) deben ser capaces de hacer pólizas de crédito multimillonarias, vendernos seguros y alguna que otra vajilla en la misma jornada laboral. ¡Tiempos aquellos en los que ser trabajador de banca era algo de prestigio!!!!

Bueno, como ven la banca ya no la conoce ni la madre que la parió. En mi viejo barrio las sucursales han dado lugar a negocios de cafetería, peluquería, o de venta de productos de origen chino. Los cajeros se comparten entre 10 o 12 bancos,  y cada vez que me llega un correo del banco, sé que es un cambio en mis condiciones del contrato que me costará más dinero en comisiones. 

Pero recuerde que debe pagar las condiciones con “alegría”, ya que esa es la solución a los problemas de la banca nacional que Europa nos ha dado. 

¿Saben? Es curioso, con el actual modelo de banca, si lo extrapoláramos a los tiempos de los Reyes Católicos, el decreto de Granada, de expulsión por usura de los judíos no se podría sostener. Ya que el préstamo del dinero no se basa en dinero ahorrador, sino en “palitos” marcados en los libros del Banco Central europeo. 

RECUERDOS

Este modelo de banca cada vez más cambiante, está migrando hacia un modelo cibernético y tecnológico. Donde el cliente es un nombre de usuario y contraseña que debe ser capaz de hacer sus propias transferencias, altas de productos, y que debe pagar a la vez comisiones por ejercer de “trabajador de la banca”. Saben, este tipo de modelo me hace recordar con nostalgia el trueque infantil de cromos en el patio de colegio. Un acto de negociación entre dos seres humanos con un acuerdo de mutuo beneficio.  

Pero esto no es nada, prepárense para llamar a su banco Google, Apple o Ebay, o por el nombre de una empresa que hoy no conocemos y que mañana será la dueña de nuestro dinero y nuestros sueños inversores. 

La banca es necesaria en nuestro sistema económico pero debe funcionar mediante la venta de dinero (préstamos) y la compra de dinero (créditos), el resto de soluciones son (malos) parches.

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