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El chorizo gallego de calabaza que se vende en toda España

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photo_camera Equipo de Calabizo al completo, delante de producto recién hecho y con chorizos de calabaza curando al fondo.

La empresa viguesa Calabizo comercializa desde el año 2015 un producto único que sustituye al embutido tradicional en cuatro versiones, dos de ellas veganas

Tener el colesterol alto, estar a dieta o no consumir carne por cuestiones éticas no es excusa para no disfrutar del sabor tradicional del chorizo, embutido gallego por excelencia. Las empresarias viguesas Edurne Sendra, Sofía Calvo y Keila Pousa, junto a cuatro empleados, elaboran diaramente su Calabizo, un chorizo hecho a partir de calabaza.

La empresa nació en 2013, cuando  crearon este producto. Actualmente ya tienen sus calabizos en las estanterías de tiendas de toda España, “incluidas las islas”, aclara Keila. La demanda de calabizo fue tan alta en el 2015 que el año pasado tuvieron que ampliar sus instalaciones. La facturación en el 2016 fue de 75.000 euros y la de 2017 prevén sean 150.000 euros, explica Keila. Gracias a la ampliación, ahora ya pueden responder a la demanda e incluso “tener un pequeño stock”.

El calabizo es un producto que se tarda un mes y medio en prepararlo. A partir de cinco kilos de calabaza se obtiene un kilo de este embutido vegetal. Se cocina con ajo, pimentón, orégano, sal y aceite y se envuelve para ser primero ahumado y después curado. Es el único producto de este tipo en España que realiza estos dos pasos. A continuación se envasa al vacío y tiene una fecha de caducidad de un año.

Hay dos tipos de calabizo. Existe la versión dulce y la picante, en función del tipo de pimentón usado.
Respecto a los veganos, tienen la posibilidad de pedir uno específico. El calabizo no emplea tripa de cerdo, ni mucho menos sintética, para embutir la calabaza, sino colágeno natural, que también es de origen animal. Por ello tienen una versión en la que el calabizo va envuelto en celulosa, de origen vegetal. Este último no es apto para ser hervido por que se puede humedecer el interior.

Las creadores de calabizo presumen de que su producto no lleva ningún conservante ni colorante añadido, tan solo la receta básica. Y advierten de que los embutidos tradicionales abusan de estos componentes como lactosa, azúcar u otros.

En el año 2014 la empresa entró como finalista en la aceleradora de empresas Vía Vigo, lo que les sirvió de impulso al darles formación empresarial y acceso a financiación así como instalaciones en Porto do Molle, Nigrán. Colaboran con agricultores locales “responsables con el medio ambiente, así como con pequeñas tiendas, de barrio... que hacen posible un mercado de proximidad”.

Las posibilidades para este producto son muchas, pues se puede consumir tanto crudo como añadiéndolo a otras recetas.

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