ACTUALIDAD ECONÓMICA

Comienzan las hostilidades en el ámbito internacional

20180316214019962_result

Se ha producido el pistoletazo de salida a la confrontación comercial a nivel internacional, tras el anuncio emitido por la Administración Trump con el que se pretende realizar una subida arancelaria del 25% a las importaciones del acero y del 10% sobre el aluminio. 

Se ha producido el pistoletazo de salida a la confrontación comercial a nivel internacional, tras el anuncio emitido por la Administración Trump con el que se pretende realizar una subida arancelaria del 25% a las importaciones del acero y del 10% sobre el aluminio.

La estrategia aparente consiste en proteger la industria metalúrgica norteamericana de la entrada de estos productos a unos precios muy reducidos, como consecuencia de una feroz competencia global fruto del supuesto dumping que practica China para dar salida a sus enormes volúmenes de  producción. Parece que está en juego la propia supervivencia de las empresas norteamericanas del sector y los puestos de trabajo asociados a dichas empresas.

La aparición de esta barrera arancelaria sobre estos dos productos hace presagiar la propagación de una oleada proteccionista a otros productos y servicios como represalia comercial por parte del resto de países afectados por dicha medida.

Esta ya se ha cobrado su primera víctima política dentro de la propia Administración Trump, concretamente Gary Cohn, que dimitió por no compartir el pensamiento nacionalista económico que pretende practicar el actual presidente de los EE.UU. Esta deriva proteccionista al otro lado del atlántico se asienta en el enorme déficit comercial que obtuvo la economía norteamericana en 2017, más de 566.000 millones de dólares, cerca de un 3,5% de lo que produce su economía en un solo año.


Respuesta europea


Desde Bruselas ya han comunicado que responderán con aranceles a productos que vengan de su socio comercial americano ante los casi 3.000 millones de € de pérdidas que se podrían contabilizar por el descenso de las ventas de acero y aluminio a EE.UU.

La actual Comisaria de Comercio en la Comisión Europea, Cecilia Malmström, ha trasladado que la estrategia de defensa de la Unión consistirá en litigar junto con otros bloques económicos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), establecer una protección a la industria europea de aluminio y acero y aprobar “normas de salvaguardia” por las que se establecerían aranceles a una lista provisional de productos norteamericanos.

La elección de este sector por parte de la Administración Trump se debe a la sobrecapacidad instalada a nivel mundial, circunstancia que ha provocado una competencia en precios tan agresiva que ha motivado que la producción de acero en EE.UU. se haya reducido en el último decenio en aproximadamente 16,5 millones de toneladas, representando casi un 17% de descenso.

Contrasta con este descenso, el incremento de la producción a nivel mundial de más de 325 millones de toneladas, contabilizando tan solo China un aumento de casi 320 millones, más del 98% del incremento global experimentado entre los años 2007 y el 2017.


Precios a la baja


La producción de acero sumó en el año 2017 un total de 1.673 millones de toneladas, de las que prácticamente la mitad son producidas en China (832 millones de toneladas) que sumada a la producción desarrollada por el resto de países asiáticos alcanzó casi los 1.152 millones de toneladas, más de dos tercios de la producción mundial.

La Unión Europea ha sido el otro bloque que ha perdido producción en los últimos años, al pasar de más de 210 millones de toneladas en el año 2007 a poco más de 168 millones producidos en 2017, representando un descenso de 42 millones en el continente europeo. Aún así, la utilización de capacidad instalada en el mundo no llega al 70%, circunstancia que hace presagiar un escenario de precios a la baja en los próximos años, acentuando aún más la presión en el mercado.

La caída de la producción en Europa se debe a distorsiones en el mercado, tanto a nivel interno como las que tienen que ver con el exterior. Cuestiones como el comercio desleal, asociada a subsidios estatales otorgados por diferentes gobiernos, han motivado la aparición de una sobrecapacidad a nivel global.

La importancia de este sector se debe al carácter estratégico que supone ser el proveedor de industrias tan relevantes como la Obra Civil, Automoción, Ingeniería Mecánica, Manufactura de Electrodomésticos, etc.… por lo que las múltiples aplicaciones que tiene el Acero lo convierten en un producto trascendental para el funcionamiento de cualquier economía desarrollada.

En España, la producción también se ha visto mermada en los últimos 10 años como consecuencia de la competencia exterior y el elevado coste de los gastos de producción, principalmente los costes eléctricos que, en el caso español, son extremadamente relevantes debido a que el sistema de fabricación en nuestro país es a través de horno de arco eléctrico.

La producción registrada en el año 2017 fue de casi 14,5 millones de toneladas, una producción que no llega al 1% de la elaborada en el mundo y que ha descendido en 4,5 millones desde el año 2007. El grado de apertura exterior que  presentan las acerías españolas es elevado, por lo que acontecimientos que sucedan más allá de nuestras fronteras condicionarán tremendamente la evolución del sector en los próximos años.

Te puede interesar