EURO

La desigualdad de la mujer en el mercado de trabajo

vaquero1_result
photo_camera Ganancia media anual en Industria y Servicios.

Las estadísticas demuestran la existencia de desigualdades para las mujeres trabajadoras, lo que se traduce en una mayor segregación profesional

A pesar de los avances en la situación laboral de las mujeres, se siguen constatando diferencias significativas en materia laboral con los hombres. Así, la existencia de hijos supone un mayor impacto laboral sobre las mujeres que para los hombres, debido a que las primeras siguen llevando un mayor peso en el reparto de cargas familiares. La situación puede llegar al extremo de que algunas mujeres se vean obligadas a escoger entre trabajo y familia. Por lo tanto, se puede generar un grave problema de self-selection en el mercado de trabajo, de forma que se deja de buscar trabajo ante las reducidas esperanzas de encontrar un empleo o se opta por emplearse en lo primero que se encuentra, ante la necesidad de disponer de ingresos.

Las estadísticas demuestran la existencia de desigualdades para las mujeres trabajadoras, lo que se traduce en una mayor segregación profesional, peores condiciones económicas y laborales, mayor tasa de desempleo, mayor peso del trabajo a tiempo parcial (no deseado) y peores condiciones para la promoción laboral. Esta situación resulta muy evidente para el caso español, debido a las importantes diferencias en tasas de ocupación, desempleo y salarios entre hombres y mujeres, en relación a la UE-27.

Como esta tendencia no va a cambiar sola, y menos dentro de un marco económico de fuertes recortes presupuestarios, se hace necesario aplicar medidas que corrijan esta situación. Así, es posible señalar actuaciones generalistas y específicas.

Las primeras implican la creación de mecanismos efectivos que faciliten la conciliación entre la vida laboral y familiar. Así, entre otras se pueden señalar: la inversión en infraestructuras que eviten que el desempeño de las tareas familiares sean una desventaja para el desarrollo de una carrera profesional; garantizar horarios flexibles y ausencias cortas remuneradas para conciliar el trabajo con la familia y campañas de concienciación que eliminen estereotipos y muestren la realidad del trabajo de las mujeres.

Desde una perspectiva específica se debiera apostar por analizar la situación en materia de igualdad en las empresas y administraciones; extender y mejorar los mecanismos que busquen la conciliación del trabajo con la familia; evitar la concentración laboral de las mujeres en unos pocos sectores o actividades; crear programas específicos para mejorar la inserción laboral del colectivo femenino; aplicación real de los planes de igualdad en las empresas y potenciar la capacidad emprendedora femenina.

Precisamente esta última actuación debería ser una apuesta importante. Hay que promover el espíritu empresarial y la actividad por cuenta propia en el colectivo femenino y mejorar la transición entre la formación y el mercado laboral.

Esta labor debe ser especialmente importante entre las egresadas en el campo científico y tecnológico, para lo que es imprescindible invertir en formación y no seguir recortando el gasto público y obligando a las familias a corresponsabilizarse cada vez más de su educación y formación.
Si de verdad se quiere defender el emprendimiento femenino como salida laboral, hay que ir más allá de las buenas intenciones, hay que apostar por programas concretos y destinar fondos a estas políticas.

En resumen, para conseguir un mayor desarrollo laboral del colectivo femenino debe garantizarse una mayor presencia en el mercado de trabajo, aplicando estrategias de intervención adecuadas que logren la coordinación necesaria entre el trabajo remunerado y las necesidades de atención a la familia.

Sin embargo, los importantes recortes que se están a sufrir en España, desde hace más de un lustro, en educación, prestaciones sociales y atención a la dependencia perjudican este objetivo, tal y como vienen señalando la Comisión Europea, que recientemente ha dado un toque de atención al Gobierno de España.

Parece que con la crisis económica, la búsqueda de la igualdad laboral tiene que pasar a un segundo plano. Si este es el camino, vamos muy mal. Actuando de esta forma, lejos de incrementar las posibilidades laborales de las mujeres, se estaría generando el efecto contrario.
La igualdad en la sociedad pasa, necesariamente, por la igualdad en el mercado de trabajo. Mientras esto no se consiga, los resultados de las posibles actuaciones para la igualdad serán muy limitados.

Te puede interesar