El turismo chino está en auge y entre sus destinos principales está Europa, pero con preferencia por Italia, Francia y Reino Unido. España es cada vez más buscada pero las cifras de visitantes, a pesar del significativo crecimiento en los últimos años, sigue siendo comparativamente modesta
MERCADO EN CRECIMIENTO
El crecimiento de viajeros procedentes de China es espectacular a nivel mundial. Con la vista puesta en el horizonte de 2020, se espera que sobrepasen los 200 millones. Ante estas expectativas, los principales organismos públicos y asociaciones turísticas de Europa y por supuesto de nuestro país, han puesto el foco en este gran mercado potencial.
Sin ir más lejos, en la inauguración del Año del Turismo Unión Europea-China, que se celebró recientemente en la ciudad italiana de Venecia, dio inicio un programa financiado por la Comisión Europea que amplía la cooperación entre China y la Unión Europea con nuevas iniciativas para incrementar el flujo de turismo entre las dos áreas económicas. En la apertura del evento, la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, animó a desarrollar planes para atraer el turismo chino, citando como ejemplo de la generación de riqueza que podría suponer para la UE, la relación de tan solo un incremento del 10 % del número de visitantes con un aumento de los ingresos en mil millones de euros.
Según la academia de turismo de China, el pasado año casi 14 millones de turistas chinos visitaron la UE, pero la intención es aumentar significativamente esta cifra. Frente a los destinos preferidos del contiene (Italia por encima de los 3 millones de visitantes chinos y Francia superando claramente el millón y medio), España recibe apenas setecientos mil turistas, aunque si echamos la vista a apenas cinco años atrás, la cifra se ha triplicado, tal y como señala la Asociación Turismo España China (ATEC).
IMPORTANCIA ESTRATÉGICA
El turista chino agradece una combinación equilibrada que cubra sus inquietudes intelectuales por un lado y su clara orientación consumista por otra. Así, busca nuevas experiencias a través de gastronomía, naturaleza, cultura, arte y compras. Esta tipología lo hace perfectamente complementario con el turismo de sol y playa de España y lo sitúa como valor clave para aprovechar el gran potencial del país en las muchas rutas que combinan estos factores. A ello hay que añadir que las preferencias temporales del viajero chino se concentran en los meses de enero y febrero (coincidiendo con el Año Nuevo Lunar) y principios de octubre, debido a las vacaciones por el Día Nacional, lo cual encaja perfectamente con las opciones de ocupación que presenta España en temporada baja, contando con un clima que además es comparativamente más benigno en esas fechas con respecto a gran parte de los principales destinos europeos.
Si además analizamos el desembolso medio por turista chino, que gasta en promedio más de 2.500 euros, frente a los 750 de media del conjunto de extranjeros, no cabe duda que tanto por perfil, como por estacionalidad y rendimiento económico, el turismo chino es estratégico para España y así se plasma en el creciente interés y número de planes que preparan los principales organismos y empresas del sector.
POTENCIAL DE GALICIA
Si España en su conjunto tiene el reto de adaptarse a las exigencias y los gustos de este colectivo para dar una respuesta de calidad, Galicia no debería dejar pasar la oportunidad, dado que justamente sus principales reclamos encajan con la demanda de los chinos, pudiendo incluso marcar un zona de referencia junto con el norte de Portugal.
Aunque parece fácil incluir en el discurso la necesidad de incentivar la inversión para que el sector turístico de Galicia se adapte a las necesidades de los ciudadanos chinos, no cabe duda de que es un gran reto, pero cuando menos sí es importante participar de modo activo y diferencial en las acciones de cooperación y comunicación entre nuestro país y China para generar rutas propias.
No hay que olvidar además que, al margen de los paquetes programados para grupos de turistas, está al alza el viajero individual con búsqueda independiente de información y elección de alternativas a través de medios digitales. De este modo, no solo se pueden implementar viajes organizados por itinerarios como los que ya funcionan con cierto éxito en Andalucía, Cataluña, Levante e incluso las dos Castillas con epicentro en Madrid, sino que también hay un gran mercado digital, sobre todo de jóvenes, que en su mayoría hablan inglés y que buscan en mayor medida nuevas experiencias, más que una adaptación de la oferta muy rígida al estilo y costumbres del gigante asiático.
Ahora que las conexiones áreas entre China y España han mejorado mucho con respecto a hace tan solo unos años y la innovación en opciones de pago y cambio de divisas puede simplificar el principal escollo para facilitar la estancia del turista chino, es el momento oportuno para aprovechar el recorrido de este segmento tanto por parte de España como en concreto de Galicia.
