EURO

Hostelería de Aixiña, alternativa para la discapacidad

Aixi_result
photo_camera José Rodríguez Fernández.

El centro Aixiña, ubicado al lado de Expourense, cree en el compromiso de la integración de las personas con discapacidad

Citar el nombre del desaparecido Recaredo Paz Prieto es asociarlo de inmediato al compromiso de la integración de las personas con discapacidad. El centro de Aixiña, que se ubica al lado de Expourense, es un síntoma de ese compromiso y una realidad que ha salido adelante, no sin dificultades. Más allá de atenciones puntuales, Axiña quiere ser el motor de la integración laboral del colectivo, logrando su plena autonomía. Puertas adentro de un gran edificio de piedra hay unas instalaciones hosteleras de gran nivel, con una notable actividad. Puertas afuera, los tentáculos de la entidad se extienden también por el restaurante Acea da Costa, en Allariz, y por el Fogar do Maior, también en la misma villa. Las tres instalaciones se rigen por el mismo principio: procurar una salida laboral a las personas que sufren algún tipo de discapacidad.

José Rodríguez Fernández (45 años) está al frente del área hostelera, desde hace 17 años está en este sector y recuerda que Aixiña "es un centro integral de servicios e intentamos aquí dentro dar puestos de trabajo para discapacitados". Agrega que "uno de los sectores en los que se podría defender una persona trabajando es en la hostelería", de ahí la apuesta. Durante varios años una treintena de personas estuvieron trabajando para la desaparecida fábrica de Valeo, el proveedor francés de piezas de automoción que cerró su fábrica en el polígono de San Cibrao das Viñas dejando un gran reguero de paro. La factoría cerró y Aixiña se encontró con un problema laboral grave que fue reconduciendo poco a poco hacia otras actividades, sobre todo la hostelería. "Recaredo creó este centro, esta cocina", recuerda José Rodríguez, mencionando con orgullo la figura de Paz Prieto, el alma mater del centro.

De esa cocina salen hoy decenas de comidas o servicios de cátering, un trabajo que cada vez va a más porque, como subraya, "si lo haces bien, si das un buen servicio, la gente suele repetir". En la actualidad y pese a que los coletazos de la crisis aún son muy dolorosos, "por lo menos estamos manteniéndonos", dice con cierta modestia el responsable de los centros hosteleros. Insiste en que todos los recursos generados por los restaurantes tienen como objetivo la apuesta laboral en favor de la discapacidad. En la actualidad trabajan 25 personas en los tres restaurantes, que atienden tanto a las comidas o cenas contratadas como a los servicios de cátering externo. "La carga de trabajo la tenemos sobre todo en temporada escolar", dice José Rodríguez porque tienen encargos de varios centros, peero también de guarderías o instituciones como Cruz Roja o el Concello de Ourense. Los servicios externos están creciendo porque también hay particulares que contratan sus servicios para eventos sobre todo en fincas y casas de campo.

Las instalaciones del centro de Aixiña cuentan con dos comedores, uno para 90 personas y el otro para 300. En Allariz, además de la gestión del Fogar do Maior, asumen desde hace un año los servicios del restaurante Acea da Costa, que ocupa las dependencias de un antiguo molino, en la orilla del río Arnoia. Hacerse cargo de este restaurante "fue una manera de seguir creciendo, no quedarnos solo con una posibilidad", dice José. Pese a que "las cosas siguen difíciles", el tesón de los responsables de Aixiña puede vencer las adversidades de la crisis, como hacen con otras.

Te puede interesar