CON PRIMA DE RIESGO

La importancia de tener un presupuesto para la acción de gobierno: un asunto clave

La Constitución indica que el presupuesto debe estar aprobado en los tres primeros meses del año 

Platón nos decía en su libro La República que el ser humano debe vivir en comunidad. En concreto, en una sociedad organizada para poder convivir y sobrevivir en un conjunto de seres humanos. Esta exigencia de vida en comunidad exige a la vez la presencia de una organización y una dirección, y en ese campo es donde se incorpora la política y los políticos a la vida de las “ciudades-estado”.  Además, Platón nos enseña que el político debe ser justo en sus decisiones. 

Extrapolado a nuestro tiempo, y obviando el tema de la corrupción,   que ya la había en los tiempos de las cavernas,  la política de hoy y su acción está basada en dos  grandes dimensiones: legislar e invertir. 

El poder de turno siempre tiene capacidad para legislar en la totalidad de nuestras acciones diarias, pero hoy nos centraremos en la capacidad de dicho gobierno de generar presupuesto. Se trata de una herramienta vital en la administración pública española, ya no solo para determinar el gasto sino, sobre todo, para capacitar al engranaje de los entes públicos en su día a día. Ya que las partidas deciden dónde y en qué se puede gastar y en qué se podría llegar a gastar, es decir, la inversión pública.

Como así indica nuestra Carta Magna, el presupuesto, como instrumento financiero y económico, es la base de cualquier acto de gobierno en la gestión diaria y en el desarrollo de las distintas acciones de planes políticos. En este campo, es donde los distintos gobernantes determinan sus políticas. Por ejemplo: ¿Qué hacen en temas sociales o en temas ambientales? Esa es la realidad que vemos en el hemiciclo de los gobiernos de turno o en los medios de comunicación. Ahora, entre ustedes y yo: lo afirmado anteriormente tiene un cierto grado de falacia ya que la mayor parte del presupuesto ya está desglosado y comprometido año tras año.


LA REALPOLITIK


Como siempre, algunos datos. En el caso del gobierno central, al analizar el último presupuesto, por un importe de 318.443 millones de euros, podemos comprobar que el mayor crecimiento procede del gasto en pensiones, concretamente  139.647 millones de euros, y cuenta con un incremento de un 3,1% en el total anual. La partida de pensiones es el 40% del total del presupuesto. Otros 83.000 millones son deuda a corto plazo a pagar. Generalmente lo que hacemos es pedir al mercado de deuda mundial dinero, pagamos los vencimientos y volvemos a tener una deuda nueva. Es decir, lo que las conversaciones de bar se llama “mover dinero” o  “pasar billetes”.  

Pero, no se preocupen por la deuda. En conjunto las administraciones públicas españolas deben al mundo la cifra de 1.145 billones (millones de millones) de euros, un verdadero récord histórico. ¿Recuerdan lo de los recortes para reducir deudas y pagar al mundo? Pues vamos mal, ya que esta cifra es la mayor de la serie histórica moderna y ya llevamos unos cuantos años de recortes. 

En fin, a lo que íbamos. El presupuesto es importante pero después de quitar la parte comprometida, gastos de personal, gastos generales (luz, suministros y un largo etc) o en inversiones públicas en marcha, la verdad es que queda poco para aplicar la Realpolitik (política de la realidad). Aun a pesar de lo dicho, el presupuesto es un arma de gestión administrativa que permite a un gobierno actuar en el día a día y superar barreras en una administración garantista (otros les llaman burocratizada) como es el caso de las españolas. 

Un ejemplo lo tenemos en la Deputación de Ourense, que aprueba los presupuestos en el mes de septiembre del año anterior y por contra el Concello de Ourense  tiene esa deuda pendiente con los administrados. El efecto real de esta falta de presupuesto es que el engranaje no está bien engrasado y por tanto la máquina funciona lenta y muchas veces está gripada. 

Llegado este punto, me pregunto, seguro que ustedes también, cómo es que un presupuesto como el de Ourense que en poco supera los 100 millones de euros, y que la mayor parte de las partidas están comprometidas con costes fijos, como personal, o concesiones administrativas, o gastos generales que dejan poco lugar a nuevas inversiones o costes de gestión. Pues la repuesta es Weltpolitik, teoría de actos políticos que explica la carrera armamentística de Alemania y que acabó con varios conflictos militares. 

Es decir, al contrincante político ni agua. Y por tanto es más cómodo bloquear una administración que negociar por el bien del ciudadano. Llegado ese punto, solo recordar lo que Platón nos decía: “la moral y los principios de justicia deben ser los mismos, tanto para el ciudadano como para el Estado”, de manera que sirvan para hacer felices a todos. Pero Platón también avisaba de los gobernantes necios y sin visión de futuro. 

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