CON PRIMA DE RIESGO

La inversión en I+D es una necesidad y no solo una opción empresarial para Galicia

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Galicia ocupa un puesto modesto entre las regiones inversoras en innovación tecnología en Europa

Un total de 80 peticiones de patente se registraron en la Oficina Española de Patentes y Marcas en los primeros seis meses del año, 12 menos que el mismo periodo del año anterior. Por lo tanto el ingenio gallego está un poco de capa caída. 

Los datos del año 2016 nos sitúan en una posición séptima en el ránking nacional, pero la verdad más por los demeritos del resto de territorios que por la propia mejora nacional. Ya que Galicia presenta una serie de datos a considerar. El gasto en I+D gallego se sitúa a niveles del año 2004. Además según el estudio “La competitividad de las regiones españolas ante la economía del conocimiento, elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la fundación BBVA”, Galicia muestra datos inferiores y preocupantes en nivel de formación de sus empresarios, en productividad, en empleo en ocupaciones relacionadas con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), en competitividad de su tejido productivo y en población concentrada en aglomeraciones urbanas de alta densidad. 

Además dicho estudio define a Galicia como una región “seguidora” detrás de la Comunidad Valenciana, según el Indicador Sintético de Innovación (ISI), una categorización que usa la Unión Europea para calificar a sus países. Un territorio se considera “seguidor” cuando está a medio camino entre un líder de innovación y un territorio de innovación modesta. Esta denominación es la que acoge a comunidades españolas como Castilla y León, La Rioja, Cantabria, Andalucía o Asturias.

Actualmente Galicia gasta un 1,3% del PIB, dato muy alejado del 2,3% del PIB del año 2008. En general según los autores del estudio solo un 2,2% de los empleos en Galicia están relacionados con el entorno TIC. Otro dato de consideración son los datos de la economía del conocimiento, es decir, aquella definida por la Fundación BBVA y el IVIE como aquellas actividades con fuerte presencia del conocimiento humano como factor de competitividad y crecimiento. El dato para Galicia es de un 53,5% lo que representa un valor inferior a la media nacional.
 
LA IMPORTANCIA DEL I+D
Esta serie de referencias tiene como fin poner en valor el peso de la innovación como factor de crecimiento y desarrollo. Sobre todo por una realidad que aportan los datos, los territorios innovadores aguantan las crisis mejor y crean empleo más rápido. Por lo tanto, por lo que pueda venir, debemos apostar por la innovación de forma decidida. Actualmente Galicia fluye hacia un periodo de recuperación de la mano de Inditex, perdón, quería decir del mercado internacional, ya que las cifras muestran, solo en el último trimestre, un crecimiento superior a la media de España (y España ya se encuentra por encima de la media de Europa), esto quiere decir que Galicia crece gracias a un sector internacional en crecimiento y en diversificación (lenta). Eso sí, todavía con un peso significativo de las grandes firmas textiles del país que son las que tiran en volumen de la exportación gallega. Por desgracia no es así en el caso del otro gran motor, (nunca mejor dicho) la automoción, con el “motor un poco gripado” por “fugas” a Portugal, y falta de cintura de la administración a la hora de apoyar las inversiones foráneas en relación a nuestros vecinos del otro lado de la “raia”. 

Galicia tiene que crecer en competitividad e innovación, ya que la política de abaratar costes de mano de obra no nos va bien. El crecimiento del consumo de las familias, aunque ya positivo, es inferior  a la media nacional. O sea que Galicia invierte sobre todo para vender en otros territorios y por ello debemos ser los más listos del lugar, y esto tiene que venir de nuestro ingenio innovador, del que solemos hacer gala en el día a día pero no en los grandes planes de las empresas. 

Invertir en innovar no parece que nos atraiga, con niveles de inversión del año 2004 y bajando, y sobre todo con una política empresarial basada en costes u márgenes de beneficio que nos llevará por delante a poco que otros países (Portugal, Marruecos, etc) mejoren posiciones innovadoras, y si no, que se lo pregunten a la industria textil o a la industria de automoción. Que esa es otra, de verdad, cuanta de las ventas de mercancías a nivel mundial proceden de centros de producción de otro país. La verdad es que la innovación no es ningún pecado, pero lo parece en nuestra terriña, donde siempre tenemos excusas para no invertir en I+D, como que no somos suficientemente grandes o no somos capaces de conseguir financiación para el desarrollo de I+D. En tierras más pequeñas en PIB y empresas de tamaño reducido de otros territorios, si invierten en I+D. Por tanto el problema está en nuestras estructuras y en nuestras creencias, y creemos que la innovación es algo para lo que no somos capaces. Pero SÍ tenemos lo importante, el ingenio del gallego.

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