Con prima de riesgo

Las nuevas tecnologías vistas como oportunidad de mejora o como fuente de pérdida de empleo

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La robótica destruirá 3,5 empleos por cada uno de los nuevos que creará en la actividad empresarial. 

La sociedad actual se enfrenta a un reto trascendental: nunca antes en la historia de la humanidad habíamos evolucionado tan rápidamente merced al espectacular impulso de la tecnología. Y es que esto de los móviles, de las tablet o de los videojuegos en 3D es algo de “hace media hora”, no más. 

Además, es la primera revolución global y en el mismo espacio temporal que afronta toda la población mundial, ya que son pocos los que no se encuentran conectados a la red de redes o que no disponen de un móvil para todo menos para llamar. 

Las revoluciones traen consecuencias. La Revolución Francesa propició el desarrollo de los derechos humanos o la revolución industrial acabó trayendo los derechos laborales y, sin duda, estas revoluciones, a la vez, trajeron el desarrollo humano en su conjunto. 

Pero también debemos recordar que la francesa incorporó la guillotina a nuestro vocabulario y la revolución industrial provocó y provoca efectos insostenibles en el medio ambiente. 

Volviendo a la actualidad, nos encontramos en la llamada  revolución industrial 4.0, que enfatiza y acentúa la idea de una creciente y adecuada digitalización y coordinación cooperativa en todas las unidades productivas de la economía. O dicho de otra manera: rompe las paredes físicas de las naves y de la relación monotemática entre proveedor y cliente.


1,5 millones de robots operan en el mundo según la International of Robotics


En este nuevo mundo empresarial “vocablos” como big data (organizar datos para obtener ideas), realidad virtual (un entorno de escenas u objetos de apariencia real que recrea escenas laborales que se pueden encontrar a miles de kilómetros), impresión 3D (grupo de tecnologías de fabricación por adición donde un objeto tridimensional es creado mediante la superposición de capas sucesivas de material), o la aplicación de la robótica a procesos de fabricación, son solo algunos posibles usos de una gran cantidad de nuevas aplicaciones tecnológicas que invadirán nuestro espacio laboral en los próximos años o tan solo días.

EL FUTURO NO  SE PARA

La tecnología nos ha acompañado durante la evolución humana. Piensen en los utensilios de cortar, la preservación del fuego, o la rueda. Pero además la tecnología salva vidas y mejora nuestra calidad de vida. En el otro lado de la moneda, la tecnología a la vez nos ha ido sustituyendo en trabajos pesados. Pero actualmente con la evolución de, entre otras, la robótica o la inteligencia artificial, ese cambio puede alcanzar una gran cantidad de puestos de trabajo de humanos a sustituir.

Por lo tanto la pregunta es ¿el robot será nuestro compañero de trabajo o nuestro sustituto laboral? Los expertos son unánimes en la respuesta: depende de su trabajo, cuanto más mecánico, uniforme y monótono, más posibilidades de empleo para un robot, pero eso es  ahora, ya que no se sabe hasta dónde llegaremos con la revolución tecnológica, ya que esta evoluciona a velocidad de crucero. 

La tecnología ya está integrada en todo lo que hacemos y, la verdad, debemos decir que mejorando la forma en la que vivimos, trabajamos y experimentamos el mundo. El experto en inteligencia artificial Gartner nos indica que “para 2022, los dispositivos potenciados por Inteligencia Artificial sabrán más sobre el estado emocional de los individuos que su propia familia”. Asusta un poco, la verdad, pues sí, según el estudio elaborado por OpenText ‘Una mirada al futuro de la inteligencia artificial’, que analiza la visión de los ciudadanos españoles respecto a la integración de la Inteligencia Artificial y los robots en su vida diaria, nos indica que los españoles empezamos a ser desconfiados respecto a la presencia de la robótica y la inteligencia artificial en nuestras vidas, en especial en la sanidad, un punto sensible en nuestra sociedad, o en la cada vez mayor presencia industrial, como puede ser el caso del sector de la automoción. 

Por tanto no aceptamos de forma adecuada la llegada de la tecnología. Ya nos avisó, en 1948, Norbert Wiener, considerado el padre de la cibernética, donde en su libro Cybernetics or Control and Communication in the Animal and the Machine, obra en la que expone los fundamentos de las nuevas ciencias del control y del conflicto entre tecnología y empleo, ya nos dio una solución, indemnizar a los ciudadanos. En este sentido ya se han hecho algunos experimentos, como el caso de la aplicación de la renta básica universal “es una forma de sistema de seguridad social en la que todos los ciudadanos o residentes de un país reciben regularmente una suma de dinero sin condiciones”. Debo decirles que el experimento realizado en Finlandia con el tema ha sido anulado. En fin, mientras políticos buscan soluciones sociales debo darle el consejo de que su hijo estudie ingeniería robótica bajo la premisa de que si no puedes con ellos únete a ellos. 

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