ECONOMÍA CIUDADANA

Los nuevos vientos de Europa dan aire para empujar a las renovables gallegas

    Parque e?lico. Archivo.  Marti?o Pinal.

Galicia terminó el año 2017 ocupando el tercer puesto a nivel de España, un puesto menos que el año anterior, por la fuerte caída de la hidráulica (66% menos), debido a la sequía que también afectó a la producción eólica gallega

Europa refuerza su apuesta por las renovables en el espacio único europeo. Los tres órganos rectores, la Comisión, el Parlamento Europeo y el Consejo han acordado apostar por las renovables y redoblar sus esfuerzos para alcanzar nuevos objetivos más ambiciosos.  El nuevo marco regulador, incluye el objetivo, vinculante para la Unión Europea, de llegar a un 32% de fuentes de energías renovables para 2030, con una cláusula de revisión al alza de aquí a 2023. Una cifra  más elevada, que la anterior de un 25%. 

Este objetivo responde al mandato establecido por el Presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, que ya en 2014 estableció dentro de las prioridades que la Unión Europa fuera un referente en materia de energía renovable, y así ayudar a la lucha contra el cambio climático a nivel mundial, más en un continente donde escasean los recursos energéticos de origen fósil, pero que cada vez más dispone de tecnologías  eficientes en materia de producción renovable. 

Y donde, además, potencias como Alemania apuestan de forma decidida por el cierre de sus centrales nucleares  y el cambio de mix energético con claro peso por las renovables. 

El comisario de Acción por el Clima y Energía, el español Miguel Arias Cañete, ha resaltado en la declaración del acuerdo que “las energías renovables son buenas para Europa y hoy Europa es buena en energías renovables”.

En este campo Galicia es un líder nacional y ha llegado a ser el referente en producción de eólica allá por los principios de la década. Ahora aunque en una buena posición en el ránking autonómico, Galicia debe volver a pisar el acelerador ante las nuevas exigencias de Europa y ante los nuevos vientos que proceden de La Moncloa, o mejor dicho, del refundido Ministerio de Transición Ecológica, que todo  trasmite con su nombre.  

Galicia terminó el año 2017 ocupando el tercer puesto a nivel de España, un puesto menos que el año anterior, por la fuerte caída de la hidráulica (66% menos), debido a la sequía que también afectó a la producción   eólica gallega. Eso sí,invertir en renovable parece una apuesta segura, hasta 14’5 billones de dólares, que es la cifra que calcula la Asociación Internacional de Energía como inversión necesaria para cumplir con la nueva demanda global de electricidad en 2040. 

En este contexto inversor, Galicia juega sus propias cartas, con un sector hidráulico en expansión con inversiones recibidas en los últimos tres años por valor de más de 1.000 millones de euros, invertidos por las grandes compañías en mejora de los embalses. A ello debemos sumar la apuesta decidida por la inversión en nuevos parques eólicos que vuelven a los procesos de tramitación de nuevas inversiones en la comunidad. 

Esta apuesta, puede sumar hasta 18 nuevos parques de aquí al año  2019, según informa la Xunta de Galicia, cuya inversión implica 400 megavatios nuevos y hasta 6.000 puestos de trabajos desde el sector renovables.

A ello debemos sumar el desarrollo de una nueva planta de biomasa en la comunidad y la apuesta por nuevas fuentes de energía como la mareomotriz. El sector es un referente de creación de empleo que muestra de nuevo un gran potencial de creación de riqueza.

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